El papel de España en el desarrollo de nuevas vacunas frente a la tuberculosis

Miguel Vázquez
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Es necesario contar con nuevas herramientas, incluyendo las vacunas, para hacer frente a esta enfermedad en un contexto en que los casos están repuntando a nivel mundial

En el centro, Maite Suárez, consejera de IAVI en Europa, durante su intervención en la Jornada “El papel de España en la I+D de nuevas vacunas contra la Tuberculosis” FOTO: Laia Ruiz

Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis el pasado día 24 de marzo, el Ministerio de Sanidad ha refrendado su compromiso de aumentar la concienciación, compromiso y sensibilización pública sobre esta enfermedad que sigue constituyendo una importante amenaza para la salud pública a escala mundial. En este contexto se ha celebrado hoy día 28 una jornada de actualización sobre el estado de la investigación de las vacunas frente a tuberculosis y el papel de la I+D española en este ámbito, en el que nuestro país está realizando importantes contribuciones con dos prometedoras candidatas a vacunas.

La tuberculosis fue declarada emergencia de salud pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993, pero, a pesar de ello, sigue constituyendo una importante amenaza para la salud pública mundial. Se estima que cada año unos 10 millones de personas enferman de tuberculosis (el 90% de las cuales vive en países con pocos recursos) y, en 2021, se registraron 1,6 millones de fallecimientos por esta causa (lo que supone un aumento del 4,5% respecto al año 2020). Además, constituye también la principal causa de muerte entre las personas con el VIH, registrándose 187.000 muertes en este grupo de población en 2021.

Por otro lado, la tuberculosis es responsable de una parte importante de la morbilidad y mortalidad asociadas con la epidemia mundial de resistencia antimicrobiana, un creciente reto para la salud y la seguridad globales. En este sentido, hay que mencionar que Europa es la región de la OMS que presenta la mayor proporción de casos de tuberculosis resistente a fármacos entre los casos incidentes, una situación que se prevé pueda empeorar con la guerra de Ucrania y sus consecuencias sociosanitarias.

Se sabe que las vacunas constituyen la mejor herramienta para controlar el curso de las enfermedades infecciosas y es una de las medidas de salud pública que han contribuido a salvar más vidas a lo largo de la historia. Ninguna enfermedad infecciosa ha sido erradicada sin contar con una vacuna eficaz. Lamentablemente, la de la tuberculosis no lo es. Actualmente, la única vacuna disponible frente a la tuberculosis es la del Bacilo de Calmette-Guérin (BCG), pero se trata de una tecnología centenaria que a pesar de que permite generar cierta protección –aunque incompleta– frente a las formas más graves de tuberculosis (como, por ejemplo, la meningitis tuberculosa) en bebés lactantes y niños pequeños, su uso resulta en general ineficaz en las poblaciones adolescente y adulta, que son las que corren un mayor riesgo de desarrollar y propagar la enfermedad.

Todo esto se traduce en que, en la actualidad, estamos muy lejos de alcanzar los objetivos mundiales dirigidos a poner fin a la tuberculosis para 2030, como se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 sobre la salud de las Naciones Unidas y parece cada vez más evidente que no se podrá alcanzar sin contar con nuevas vacunas, diagnósticos y medicamentos.

En este contexto, el Ministerio de Sanidad ha anunciado la firma de un nuevo convenio de colaboración entre la Dirección General de Salud Pública, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. (SEIMC) y la Sociedad Española de Patología Respiratoria (SEPAR) para desarrollar acciones en materia de prevención y control de la tuberculosis. Dentro del compromiso del Gobierno por incrementar la concienciación, compromiso y sensibilización pública sobre esta enfermedad, el Ministerio se suma al lema de la OMS para el Día Mundial de la Tuberculosis de este año 2023, “Sí, podemos poner fin a la tuberculosis”.

Precisamente hoy, martes, 28 de marzo, la División de control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis (DCVIHVT) del Ministerio de Sanidad de España, en colaboración con la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el Sida (IAVI, en sus siglas en inglés), han organizado una jornada informativa para ofrecer una visión general sobre el estado actual de las vacunas frente a la tuberculosis y el papel de la I+D española en esta empresa.

Cantera de candidatas a vacunas frente a la tuberculosis. Fuente: newtbvaccines.org

En la jornada, Maite Suárez, consejera de IAVI en Europa, hizo un breve repaso de la cantera de 16 vacunas en distintas fases de estudio y dirigidas a distintos grupos de población. A pesar de señalar la presencia de ciertos puntos débiles –como la existencia de escasas alternativas en etapas tempranas de investigación–, manifestó su optimismo por el elevado número de candidatas en fases de ensayos de eficacia, lo que a su juicio nos coloca en una ocasión histórica de contar con nuevas vacunas frente a la tuberculosis. En la jornada también se destacó el esfuerzo europeo en este ámbito, incluyendo la aportación de España con dos vacunas (RUTI y MTBVAC) en fases avanzadas de ensayos clínicos.

Su optimismo fue compartido en general por los ponentes de la jornada, que también advirtieron de la necesidad de mantener un compromiso económico y de recursos para conseguir no solo una vacuna efectiva, sino para conseguir hacerla accesible a las personas que más la necesitan.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: 
Nota de Prensa: El papel de España en la I+D de nuevas vacunas contra la Tuberculosis. Madrid, 28 de marzo 2023

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