Se observa un aumento de los casos de cirrosis y descompensación hepática en personas con hepatitis C de EE UU

Marta Villar
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La tendencia podría haberse estabilizado en los últimos años con la disponibilidad de nuevas opciones terapéuticas más efectivas y tolerables

Según los resultados de un estudio presentado durante el 67 Encuentro Anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés), celebrado el pasado mes de noviembre en la ciudad de Boston (EEUU), las tasas de cirrosis y descompensación hepática entre las personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) han aumentado durante la última década. Sin embargo, en los últimos años este aumento ha disminuido, especialmente entre los grupos poblacionales que se encuentran en una situación de mayor riesgo como los pacientes de etnia negra o las personas de más de 60 años.

La infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) implica a lo largo de los años o décadas un riesgo importante de progresar a formas graves de patología hepática, como cirrosis, hepatocarcinoma celular, descompensación hepática o, incluso, fallecimiento. El tratamiento eficaz de la infección puede retrasar o detener la progresión de la enfermedad hepática y puede incluso permitir un cierto grado de reversión de la fibrosis (Véase La Noticia del Día 09-01-2015). Sin embargo, las personas que reciben tratamiento después de haber desarrollado cirrosis siguen estando en riesgo de sufrir cáncer hepático y enfermedad hepática terminal.

La aparición de regímenes de antivirales de acción directa frente al VHC (DAA, por sus siglas en inglés) con altos niveles de efectividad y buena tolerancia ha llevado a algunos expertos a recomendar el tratamiento universal de la infección por el VHC independientemente del estadio de fibrosis. Pero el alto coste de la medicación ha provocado que el tratamiento se priorice en las personas con enfermedades hepáticas avanzadas, y muchos sistemas de salud y seguros privados están limitando el acceso a estos medicamentos a los casos más graves. En el caso de España, debido a la magnitud de la infección en nuestro país, el tratamiento debe priorizarse a los enfermos con una fibrosis hepática significativa y/o manifestaciones extrahepáticas clínicamente relevantes.

Para arrojar más luz sobre la situación actual, un equipo de investigadores pertenecientes al sistema de salud Henry Ford de EE UU estudiaron las tendencias de los casos de cirrosis, de descompensación hepática y mortalidad de los integrantes del estudio observacional y longitudinal de la cohorte de hepatitis crónica (CHeCS, por sus siglas en inglés) que incluye personas con hepatitis procedentes de cuatro sistemas de salud estadounidense.

En un estudio anterior que contó con más de 47.000 veteranos del ejército con el VHC se observó que la prevalencia de cirrosis y de cirrosis descompensada se duplicó entre 2006 y 2016. Cabe señalar que los participantes de este estudio eran principalmente hombres. En otro estudio realizado a 725 personas a través de la Encuesta Nacional sobre Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés) se halló que los casos de cirrosis entre las personas con el VHC se habían triplicado siendo de un 6,6% durante el periodo de 1988-1994 y del 17% entre 2007-2012.

El presente análisis incluyó a 11.169 adultos infectados por el VHC que recibieron atención clínica entre el periodo de 2006 a 2014 en cuatro centros médicos estadounidenses. El 60% de los participantes eran hombres; la mayoría eran de etnia blanca a excepción de un 24% de etnia negra; y un 7% procedía de la región de Asia-Pacífico. A lo largo de los años que duró el estudio, la proporción de pacientes de 60 años o más aumentó del 15% al 49%. La mayoría de ellos recibieron atención antes de la llegada de los antivirales de acción directa frente al VHC y solamente 28 participantes obtuvieron una RVS al tratamiento.

Durante el estudio se determinó la presencia de cirrosis teniendo en cuenta los códigos diagnósticos, los resultados de biopsias hepáticas y los biomarcadores de fibrosis. En cuanto a la cirrosis descompensada. se determinó teniendo en cuenta los códigos diagnósticos de las afecciones asociadas, como por ejemplo la ascitis (acumulación de fluido en el abdomen), varices esofágicas, hepatocarcinoma celular y trasplante de hígado.

Los resultados muestran que la prevalencia de cirrosis se incrementó del 20,5% en 2006 al 24,8% en 2010 y al 28,8% en 2014. El equipo de investigadores identificó un punto de inflexión en 2007 a partir del cual las tasas de cirrosis fueron incrementando más lentamente con un aumento del 3,5% desde el 2007 al 2014. Estos resultados se muestran consistentes con los obtenidos en el estudio de veteranos donde se observó una prevalencia del 18,5% en 2006, una tasa, no obstante, más elevada que la observada en la encuesta NHANES, de un 17% durante el periodo 2007-2012.

Los hombres y las personas de entre 50 y 60 y de más de 60 años tuvieron una prevalencia de cirrosis significativamente mayor que las mujeres y las personas jóvenes. Asimismo, las personas de etnia negra mostraron las mayores tasas de prevalencia en comparación con las personas asiáticas y las de etnia blanca que mostraron las tasas más bajas de todas. No obstante, a lo largo del tiempo las tendencias se fueron igualando entre los diferentes grupos.

En cuanto a los índices de prevalencia de la cirrosis descompensada se observó un aumento menos pronunciado siendo del 8,8% en 2006, de 9% en 2010 y de 9,8% en 2014. De nuevo, estos resultados se mostraron consistentes con el 11% observado en 2006 en el estudio de veteranos.

Del mismo modo que con la cirrosis, los hombres mostraron tasas significativamente mayores de cirrosis descompensada que las mujeres, aunque en ambos grupos aumentó a niveles similares a lo largo del tiempo. Las personas de 60 años o mayor edad tuvieron las mayores tasas de prevalencia y fue el único grupo en el que incrementó a través del tiempo, mientras que para las personas más jóvenes disminuyó o se mantuvo estable. No se hallaron diferencias significativas en la prevalencia de descompensación hepática en relación con el origen étnico.

Las tasas de mortalidad por cualquier causa aumentaron del 1,7% en 2006 al 3,2% en 2013. Los participantes de etnia negra, las personas de más de 60 años y los hombres obtuvieron los valores más elevados. Hasta el 2010 se produjo un aumento abrupto en los niveles de mortalidad, sin embargo, a partir de este año las tasas se estabilizaron. Según los investigadores, una posible explicación podría ser la introducción del interferón pegilado en el tratamiento de la hepatitis C. La disminución de los casos de mortalidad se produjo entre las personas de etnia negra y las personas mayores, lo que significa que los grupos con más prevalencia experimentaron mejores resultados.

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto el aumento significativo de casos de cirrosis y sus complicaciones  en la pasada década en EE UU, especialmente entre las personas de más de 60 años. Sin embargo, estas tasas podrían haberse estabilizado en los últimos años posiblemente debido a la incorporación de los antivirales de acción directa en el tratamiento de la hepatitis C. Futuros análisis de los datos de la cohorte CHeCS ayudarán a determinar el impacto del nuevo tratamiento en las tasas de infección.

Fuente: HIVandHepatitis /  Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Lu M., Gordon SC. ,  Li J.; et al. Hepatitis C Complications: Prevalence and Disparities in a Large US Cohort 2006-2014. AASLD Liver Meeting. Boston, November 11-15, 2016. Abstract 180.

AASLD. Large Study Identifies Increase of Cirrhosis in Hepatitis C Patients. Press release. November 11, 2016

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