Los síntomas depresivos y la inflamación se vincularían al dolor en personas que envejecen con el VIH

Dichas relaciones tendrían un impacto en diversos marcadores de la función física tales como la velocidad de desplazamiento, las caídas, la autopercepción de la condición física o la fragilidad

Francesc Martínez
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Un estudio estadounidense presentado en el XII Taller Internacional sobre VIH y Envejecimiento, celebrado la semana pasada de forma virtual por causa de la pandemia por COVID-19, ha concluido que el dolor crónico sería un factor subyacente en diversos problemas relacionados con el envejecimiento de las personas con el VIH tales como los síntomas depresivos o las enfermedades inflamatorias.

El impacto del dolor crónico sobre la salud psiquiátrica ha sido evaluado por múltiples estudios. Los autores del presente estudio habían observado previamente que las personas con el VIH padecen con cierta frecuencia dolor crónico y depresión, lo que los llevó a tratar de explorar esta relación más a fondo en una investigación y en cómo estos dos factores contribuyen a empeorar el estado físico y la inflamación en las personas que envejecen con el VIH.

Los investigadores contaron con la participación de un subgrupo de 158 personas que provenían de un estudio multicéntrico de personas que envejecen con el VIH. En la primera visita se valoraron los síntomas depresivos con el formulario validado conocido como “ROAH 2.0”. En la segunda visita se valoró el dolor del mes previo mediante el formulario validado “MOS-HIV” y se realizaron mediciones de la función física tales como la fuerza de agarre o el tiempo empleado en caminar 4 metros. También se realizaron pruebas analíticas para determinar los niveles de citoquinas (relacionadas con la inflamación) y la proteína C reactiva.

La mediana de la edad de los participantes era de 61 años, el 33% eran mujeres, el 52% de etnia negra, el 30% de etnia blanca y el 1% eran de etnia asiática. El resto de participantes tenían composición étnica variada. Dos tercios de los participantes tenían más de 12 años de educación, el 93% tenían una carga viral inferior a 200 copias/mL y el promedio del tiempo transcurrido tras el diagnóstico de la infección por el VIH era de 23 años.

El índice de masa corporal promedio era de 28,35Kg (clasificado dentro del rango de sobrepeso). El 19% de los participantes tomaba medicación analgésica opioide, el 11% tomaba antidepresivos y dos tercios de ellos presentaban fragilidad o prefragilidad.

El 3% de los participantes manifestaron dolor muy severo en el mes previo, el 9% dolor severo, el 35% dolor moderado, el 20% dolor leve, el 18% dolor muy leve y el 15% no manifestaron haber padecido dolor en el mes previo.

El análisis de regresión evidenció que las personas con más síntomas depresivos presentaban un mayor dolor que aquellas sin dichos síntomas (cociente de riesgo [CR]: 1,31; p <0,001). Los niveles elevados de citoquinas también se asociaron a un mayor dolor (CR: 5,70; p= 0,03), mientras que los de proteína C reactiva no presentaron una relación significativa con el dolor.

El análisis bivariable relacionó un dolor más severo con una peor condición física –menor velocidad para desplazarse, menor fuerza de agarre, mayor número de caídas recientes y menor autopercepción de la función física–.

El análisis conjunto de los hallazgos realizado por los investigadores concluyó que el dolor explicaría en parte la relación entre síntomas depresivos y determinados marcadores de la condición física tales como la velocidad de desplazamiento, caídas recientes, autopercepción de la condición física, fragilidad y prefragilidad.

Así, el presente estudio sugiere que los síntomas depresivos y la inflamación se vincularían al dolor en personas que envejecen con el VIH y que dichas relaciones tendrían un impacto en su condición física. De este modo, el dolor sería un factor subyacente que vincularía síntomas depresivos e inflamación con vulnerabilidades físicas propias de la edad en personas mayores con el VIH.

Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de un abordaje multidisciplinar del estado de salud de las personas con el VIH que envejecen, con un papel cada vez más preponderante de la especialidad de la Geriatría.

Fuente:NATAP / Elaboración propia (gTt).
Referencia:Derry H, Johnston C, Brennan-Ing M, et al. Relationships between depressive symptoms, pain, and physical function in older adults with HIV. International Workshop on HIV and Aging, September 23-24, 2021. Abstract 22.

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