Buenos resultados de una clínica británica especializada en personas que envejecen con el VIH

Francesc Martínez
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Un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios optimiza el manejo conjunto del VIH y las comorbilidades asociadas al envejecimiento con un enfoque basado en la mejora de la calidad de vida

Un artículo publicado en Geriatrics ha evaluado los resultados de Silver Clinic, un centro médico del Reino Unido diseñado para cubrir las necesidades de las personas que envejecen con el VIH que combina la atención del VIH con la atención geriátrica. A la luz de lo publicado, la experiencia ha sido un éxito y sería extrapolable a otros países –como España- donde la edad promedio de la población VIH positiva aumenta año tras año.

En el Reino Unido hay actualmente 39.000 personas con el VIH mayores de 50 años, que suponen el 39% del total de personas VIH positivas del país. Se ha publicado que en el año 2030 el 73% de las personas con el VIH de Holanda serán mayores de 50 años. Estos porcentajes serían extrapolables a la mayor parte de Europa occidental.

A medida que las personas con el VIH envejecen experimentan –como también sucede en la población general- comorbilidades relacionadas con el envejecimiento. Sin embargo, el impacto de dichas comorbilidades es mayor en la población con el VIH que en la población general. A mayor número de comorbilidades, mayor necesidad de tomar medicamentos (fenómeno conocido como polifarmacia, con los riesgos de toxicidad e interacciones que ello supone). Además, el envejecimiento también se asocia a deterioro cognitivo, fragilidad y caídas. Todas estas circunstancias se agrupan bajo el concepto “síndromes geriátricos”, que precisan de un manejo altamente especializado.

El centro médico Silver Clinic, situado en Brighton (Inglaterra, Reino Unido), se puso en marcha para manejar las complejas necesidades de las personas que envejecen con el VIH. El equipo clínico consta de un médico especialista en geriatría, un médico especialista en VIH, una enfermera especializada en el VIH y un farmacéutico especializado en el VIH.

Los datos publicados en el presente artículo pertenecen a un total de 52 personas con el VIH atendidas en la clínica entre enero de 2015 y octubre de 2019. Sus edades estaban comprendidas entre los 53 y los 87 años. La mayoría eran hombres (el 90% del total). El 87% de ellos eran hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH). El número de comorbilidades distintas al VIH se movió entre 2 y 29 y el número de comedicaciones distintas al tratamiento antirretroviral osciló entre 1 y 15. Todos los participantes tenían carga viral indetectable.

Los pacientes eran referidos a la clínica sobre la base de factores tales como la edad (siempre por encima de los 50 años), la complejidad de las comorbilidades padecidas y la polifarmacia u otros síndromes geriátricos.

Cada nuevo paciente atendido en la clínica completaba algunos cuestionarios que evaluaban su calidad de vida y su salud física y mental. Dichos datos eran evaluados por un equipo multidisciplinar antes de la primera visita.

Las principales razones para referir pacientes a la clínica fueron la coordinación del manejo clínico de sus comorbilidades (35 pacientes), polifarmacia problemática (7 pacientes) y sospecha de síndrome geriátrico (10 pacientes que habían sufrido caídas, fragilidad, problemas de movilidad o deterioro cognitivo). En realidad, aunque solo 10 pacientes habían sido referidos por síndromes geriátricos, la totalidad de los referidos a la clínica los sufría en mayor o menor medida.

Los autores del artículo describieron detallada y anónimamente el caso de un paciente atendido en la clínica a título de ejemplo. Se trata de un hombre de 69 años diagnosticado de infección por el VIH en 1999. Presentaba diversas comorbilidades que conllevaban polifarmacia. Vivía solo y se encontraba socialmente aislado. Tenía problemas de movilidad pero no quería utilizar bastón. Se había caído tres veces en los 3 meses previos. Sus beneficios sociales se habían visto reducidos en los últimos meses. Su salud respecto al VIH era buena. Estaba en tratamiento con darunavir (Prezista®), ritonavir (especialidad farmacéutica genérica [EFG], Norvir®) y lamivudina (EFG, Epivir®). Tenía un recuento de CD4 de 750 células/mm 3 y carga viral indetectable.

De forma contraria, su salud no relativa al VIH no era buena. Tenía varias comorbilidades que incluían diabetes, depresión, osteopenia y dolor de espalda crónico. Tomaba nueve fármacos además del tratamiento antirretroviral.

El equipo multidisciplinar de profesionales que lo atendieron pudo mejorar su calidad de vida a través de una serie de medidas tales como acceso a terapia ocupacional y fisioterapia para prevenir futuras caídas; tratamiento de la osteoporosis para prevenir roturas óseas y ajustar las dosis de medicamentos que le producían efectos secundarios tales como la incontinencia. Su terapia antirretroviral fue simplificada a darunavir/cobicistat (Rezolsta®), lo cual permitió racionalizar el uso de algunos otros medicamentos no antirretrovirales que tomaba. También se le derivó a servicios de atención comunitaria para apoyarle en sus necesidades sociales y a terapia cognitivo-conductual para mejorar su salud mental. Todo ello permitió que, aunque algunos de los problemas persistieron, su calidad de vida mejoró notablemente .

Intervenciones como las descritas en el presente artículo son muy necesarias para lograr el “cuarto noventa”, es decir, que el 90% de las personas con el VIH, en tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable tengan una buena calidad de vida . El término “cuarto noventa” ha sido reivindicado por la comunidad del VIH para que sea añadido al objetivo 90-90-90 de ONUSIDA, que establece que, para 2020 al menos el 90% de las personas con el VIH estén diagnosticadas; que, al menos, el 90% de las personas diagnosticadas tomen tratamiento antirretroviral; y que, al menos, el 90% de las personas tratadas tengan una carga viral indetectable. Lograr el cuarto noventa será cada vez más difícil dado el envejecimiento progresivo de la población VIH positiva, lo que hace aún más necesario el diseño de centros especializados en la atención de las personas con el VIH que envejecen como el descrito en el presente artículo.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia ( gTt).

Referencia: Levett T et al. Evaluation of a Combined HIV and Geriatrics Clinic for Older People Living with HIV: The Silver Clinic in Brighton, UK. Geriatrics 5: 81, 2020 (acceso libre). https://doi.org/10.3390/geriatrics5040081

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