IAS 2011: Los anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de que las mujeres adquieran o transmitan el VIH

Miguel Vázquez
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Aunque ya se habían realizado estudios al respecto, es la primera vez que se analiza el riesgo de transmisión de mujer a hombre

Un ensayo que se prolongó a lo largo de dos años en siete países africanos ha concluido que las mujeres que emplean anticonceptivos hormonales (especialmente en sus formas inyectables) corren un mayor riesgo tanto de adquirir el VIH como de transmitírselo a su pareja sexual masculina. Los datos se presentaron en el transcurso de la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS 2011), celebrada en Roma (Italia).

Los resultados de este estudio deben valorarse junto con los hallazgos procedentes de otros ensayos que también evidenciaron la existencia de una relación entre el uso de anticonceptivos hormonales y la infección por VIH en mujeres.

No obstante, conviene señalar que este vínculo no se detectó en todas las investigaciones. Así, un estudio de cinco años de duración llevado a cabo en Zimbabue, Uganda y Tailandia, y que contó con la participación de 6.109 mujeres, no encontró ninguna asociación entre la infección por VIH y el empleo de la píldora oral anticonceptiva combinada o de las inyecciones hormonales.

Los hallazgos del estudio hecho público en la Conferencia IAS 2011 también resultan notables porque investigan el efecto de la utilización de anticonceptivos en el caso de la transmisión del VIH a hombres, un aspecto que no se había abordado con anterioridad.

El análisis se realizó a partir de los datos procedentes de 3.790 parejas serodiscordantes (que suman un total de 7.580 personas) en Sudáfrica, Botsuana, Zambia, Tanzania, Uganda, Kenia y Ruanda. Aproximadamente en el 66% de las parejas era la mujer la que tenía VIH, mientras que en el tercio restante, lo era el hombre.

Las parejas procedían de las cohortes de dos estudios (Partners in Prevention y el Estudio Observacional de Parejas [un ensayo que analiza las correlaciones inmunitarias de protección frente al VIH]). Cada tres meses, se registraron datos sobre el uso de anticonceptivos y del comportamiento sexual. Por su parte, las parejas sin VIH fueron sometidas a pruebas diagnósticas con la misma frecuencia. Para el análisis solo se tuvieron en cuenta los casos de infección por VIH a través del otro miembro de la pareja del estudio (dato que se comprobó mediante secuenciación genética).

La mayoría de las parejas estaban casadas y habían tenido, en promedio, al menos un hijo en común. En el momento de la inscripción, la cuarta parte de las parejas declararon haber mantenido relaciones sexuales sin protección en el último mes. Asimismo, la cuarta parte de las parejas tuvieron un embarazo en el transcurso de los dos años del estudio.

En conjunto, el 21% de las mujeres sin VIH emplearon anticonceptivos hormonales al menos una vez durante el período del ensayo. El 16% utilizaron anticonceptivos inyectables como mínimo en una ocasión, mientras que el 7% usaron los orales en alguna ocasión.

De las 1.314 mujeres que no tenían VIH al inicio del estudio, unas 73 adquirieron el virus. La incidencia entre la población femenina que empleaba anticonceptivos fue de 6,61 por cada 100 persona-años, frente a 3,78 por cada 100 persona-años en el caso de las que no los utilizaron.

Al efectuar una análisis multivariable considerando los posibles factores de confusión, se observó que las mujeres que usaban algún método hormonal tuvieron el doble de riesgo de adquirir el VIH, en comparación con las otras mujeres (cociente de riesgo [CR]: 1,98; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,06 – 3,68).

Al analizar de forma separada a las mujeres que utilizaron métodos anticonceptivos hormonales inyectables, se apreciaron unos resultados similares. Sin embargo, los hallazgos no fueron estadísticamente significativos en el caso de las que emplearon anticonceptivos orales. Una posible explicación a esta discrepancia es que hubo un menor número de mujeres que usaron estos últimos métodos en el estudio, por lo que se carecía de capacidad estadística.

Por su parte, la tercera parte de las parejas de los hombres sin VIH emplearon anticonceptivos hormonales al menos una vez durante el período del estudio. El 27% utilizó anticonceptivos inyectables y el 9%, orales.

En el transcurso del ensayo, 59 de los 2.476 hombres adquirieron el virus a través de su pareja principal. La incidencia de VIH entre los varones cuyas parejas usaban anticonceptivos hormonales fue de 2,61 por cada 100 persona-años, frente a 1,51 por cada 100 persona-años en el caso de los hombres cuyas parejas no utilizaron anticonceptivos.

Tras realizar un ajuste, se comprobó que los hombres cuyas parejas empleaban algún tipo de anticonceptivo hormonal tuvieron el doble de riesgo de contraer el VIH que el resto (CR: 1,97; IC95%: 1,12 – 3,45). Al igual que en el caso anterior, al tener en cuenta los resultados referentes a los anticonceptivos inyectables se observaron resultados similares, mientras que en el caso de los orales, no tuvieron relevancia estadística.

Para explicar el aumento de la transmisión del VIH de mujer a hombre se propuso la explicación de que las usuarias de los anticonceptivos hormonales presentaban unos niveles más elevados de carga viral en el tracto genital.

Al examinar las muestras genitales de 1.691 mujeres (considerando también los niveles de viremia en sangre y los recuentos de CD4), se comprobó que las que utilizaban anticonceptivos hormonales eran más propensas a tener una carga viral detectable en la zona genital, así como una viremia más elevada en esa zona. En el caso de las mujeres que tomaban hormonas inyectables, tuvieron una probabilidad un 67% mayor de tener una carga viral detectable en el tracto genital, en comparación con aquellas que no recibían anticonceptivos.

A pesar de estos resultados, la investigadora principal del estudio, Renee Heffron, afirmó: No debe olvidarse que los beneficios que ofrece la anticoncepción hormonal eficaz son inequívocos, por lo que el riesgo de infección por VIH tiene que sopesarse frente a ellos.

Así, la doctora recomienda que tanto las mujeres como las parejas reciban counselling acerca de los riesgos de infección por VIH y la importancia de la anticoncepción dual (combinación de preservativos con anticonceptivos hormonales).

También se apuntó que, a pesar de que la opinión general es que una aplicación de dosis bajas de los métodos hormonales probablemente resulta más segura, en realidad no se ha probado empíricamente. Por este motivo, es preciso llevar a cabo estudios de distribución aleatoria para poder determinar la seguridad de los métodos hormonales, algo que es especialmente importante teniendo en cuenta el posible desarrollo de tecnologías de la salud de usos múltiples, tales como los anillos vaginales, que podrían actuar al mismo tiempo como microbicidas frente al VIH (u otras infecciones de transmisión sexual) y como anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia.
Referencia: Heffron R, et al. Hormonal contraceptive use and risk of HIV-1 transmission: a prospective cohort analysis. Sixth International AIDS Conference, Rome, abstract WEAX020620, 2011. 

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