Anabolizantes y VIH

El equipo de gTt

El uso de anabolizantes en personas con VIH es un tema bastante controvertido. Por una parte, la infección por VIH se ha mostrado capaz de reducir la masa muscular corporal y de rebajar los niveles de testosterona. No obstante, el empleo de sustancias anabolizantes -que están basadas en la testosterona y ayudarían a compensar el déficit de masa muscular y los bajos niveles de aquélla- puede ser perjudicial si no se realiza bajo un estricto control médico.

La reducción de la masa muscular y los niveles de testosterona puede subyacer en cierta acción -todavía no definida- del virus sobre el cerebro o la glándula pituitaria (que son los encargados de ordenar la producción de testosterona), ya que niveles bajos de otras sustancias segregadas por esa glándula también han sido observados en personas con VIH. La testosterona es un anabolizante natural, es decir, incrementa la masa muscular. Así pues, el déficit de la hormona provoca la pérdida de músculo.

La utilización de anabolizantes debe estar prescrita y controlada por médicos. Son muchos los efectos secundarios que puede conllevar el uso de estas sustancias sin control, entre los que destacan determinados tipos de cáncer y disfunciones sexuales.

Cabe tener en cuenta que, al “imitar” a la testosterona, los anabolizantes -como las hormonas- actúan sobre múltiples receptores corporales, dado que la testosterona y sus derivados son los responsables de los caracteres secundarios masculinos y, por tanto, su acción es múltiple. Además, debido a su metabolismo hepático, puede sumar su potencial daño hepático y sus efectos secundarios a los que produzcan los fármacos antirretrovirales. De hecho, datos de un estudio mostraron aumentos de las transaminasas (marcadores de daño hepático) y de lipoproteínas LDL (el llamado “colesterol malo”).

Sin embargo, si el VIH ha reducido tu producción de testosterona -verificado mediante un análisis de sangre que muestre niveles inferiores a  300 ng/dL-, el uso de determinados esteroides anabolizantes o geles de testosterona puede ser una buena opción terapéutica para ti. Es probable que tu médico también quiera medir tu masa muscular para verificar la necesidad de un aumento de ésta.

Una manera de evitar pérdidas de masa muscular y, por tanto, tener que recurrir a los anabolizantes es llevar una dieta rica en proteínas y, aconsejado por un especialista, complementarla con determinados complejos vitamínicos o complementos alimenticios que favorezcan el incremento de la masa muscular. De hecho, se considera que las necesidades proteínicas de las personas con VIH son superiores a las de la población general.

Fuente: thebody.com / Elaboración propia.

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