Polémica sobre la baja densidad mineral ósea en personas con VIH

Joan Tallada
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La causa sería más el bajo peso que la infección, según un nuevo análisis

La mayor prevalencia de baja densidad mineral ósea (DMO) en personas con VIH podría deberse más a un peso promedio menor que a la propia infección, según un estudio neozelandés que se publicó en la edición de octubre de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

La infección por VIH se ha asociado con una baja DMO en muchos estudios transversales (véase La Noticia del Día 21/12/06), aunque por el contrario los estudios de tipo longitudinal no han mostrado una aceleración de la pérdida ósea. Sin embargo, según Mark J. Bolland y sus colaboradores, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), los estudios transversales se han podido confundir por fallos en el control del papel que desempeña el bajo peso en las personas que viven con VIH.

Por ello, estos profesores han llevado a cabo un metanálisis de investigaciones en este campo para determinar si el bajo peso corporal podría explicar la asociación de la infección por VIH con una baja DMO.

Este metanálisis ha consistido en una búsqueda electrónica (bases de datos Medline y Embase) de estudios publicados en inglés entre 1966 y marzo de 2007 y en la búsqueda manual en libros de resúmenes de conferencias previas a 2007. Se seleccionaron todos los estudios que abordaban la DMO y el peso o el índice de masa corporal (IMC) en personas adultas con VIH y en grupos control sin VIH con una distribución de grupos por edad y por sexo comparable.

El análisis de los 9 estudios y un resumen identificados dio como resultado que las personas con VIH eran 5,1kg (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: -6,8 – 3,4; p<0,001) más delgadas que los controles. En todos los puntos esqueléticos la DMO era inferior en un 4,4-7% en los grupos de personas con VIH respecto al grupo control (p<0,01).

Después de ajustar por peso corporal, las diferencias residuales de la DMO entre grupos intermedios fue pequeña (2,2-4,7%); esto fue así para la espina lumbar, la cadera, el cuello femoral y el cuerpo en su conjunto.

En resumen, los autores afirman que encontraron en los estudios con datos sobre DMO que las personas con VIH eran más delgadas que los controles. La mayoría de los estudios habla de una DMO más baja en personas con VIH que en los controles, pero después de ajustar por peso corporal las diferencias entre grupos, sólo aparecían pequeñas diferencias residuales en la DMO, probablemente sin importancia clínica.

Las razones por las que las personas con VIH tienen un peso inferior al de la media de la población general son seguramente multifactoriales, según el equipo de Bolland, lo que podría deberse, en parte, a la pérdida de peso corporal que se produce en la enfermedad crónica y en la infección por VIH avanzada, en parte por la mayor prevalencia del hábito de fumar, y en parte, señalan, por la predominancia de hombres homosexuales entre los grupos de personas infectadas por VIH analizados. Esto tiene que ver con otras investigaciones publicadas en las que se ha relacionado a los hombres homosexuales con el hecho detener un menor peso corporal, estar más preocupados por su figura corporal y por presentar mayores índices de tabaquismo que los heterosexuales.

Los investigadores llegan a la conclusión de que el bajo peso corporal en personas con VIH puede dar cuenta, en buena medida, de la alta ocurrencia de baja DMO en personas con VIH de la que se ha informado, y de que en ausencia de bajo peso corporal, la infección por VIH no es un factor de riesgo para la baja DMO. Afirman, asimismo, que el examen rutinario del estado esquelético no está justificado en las personas infectadas por VIH y tratadas con terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), y que las decisiones sobre la necesidad de investigar y tratar una baja masa corporal en estos pacientes tendrían que guiarse según las recomendaciones disponibles para la población general.

Fuentes: NATAP / Elaboración propia.
Referencia: Mark J. Bolland, et al. Low body weight mediates the relationship between HIV infection and low bone mineral density: a meta-analysis. Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Epub Oct 9, 2007 doi:10.1210/jc.2007-1660.

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