¿Cuál es la estrategia del centro comunitario BCN Checkpoint para mejorar la detección de la infección aguda por el VIH?

Francesc Martínez
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El acceso a pruebas PCR en personas con resultado negativo a las pruebas estándar que aglutinan diversos factores de riesgo favorecería la detección de la primoinfección

Un estudio llevado a cabo con la participación de usuarios del centro comunitario BCN Checkpoint, presentado en la Conferencia sobre Investigación en la Prevención del VIH (HIVR4P2018), que tuvo lugar la semana pasada en Madrid (España), ha concluido que con unos criterios de selección adecuados, los centros que realizan pruebas de cribado de la infección por el VIH podrían detectar con mayor eficiencia casos de infección aguda.

En la actualidad, por el papel del tratamiento como prevención, una buena parte de los nuevos casos de infección por el VIH se deben a la transmisión durante la infección aguda o primaria. En ese momento la carga viral suele ser muy elevada, pues el organismo aún no ha comenzado a producir anticuerpos específicos frente al VIH y el virus se encuentra totalmente descontrolado. Se estima que, en ausencia de tratamiento antirretroviral, el riesgo de transmisión del VIH es entre 8 y 10 veces superior durante la infección primaria al observado durante la fase crónica.

Detectar casos durante esta fase no siempre es fácil. Por un lado, muchas personas no acuden a realizar la prueba del VIH hasta mucho tiempo después de la práctica de riesgo. Por otro lado, las pruebas de detección rutinarias tienen un periodo ventana de 3 meses (si son pruebas de anticuerpo estándar) o de 6 semanas (si se trata de pruebas de cuarta generación con análisis de laboratorio). Saber a quiénes de los que obtienen un resultado negativo a estas pruebas estándar conviene ofrecerles el acceso a pruebas no rutinarias –tales como el PCR cualitativo, con un periodo ventana mucho más corto– no es fácil, ya que por ser no rutinarias suelen ser caras y su coste-efectividad verse comprometido si no se establecen unos criterios de selección adecuados.

Para tratar de establecer dichos criterios de selección se diseñó el presente estudio, en el que se ofreció la prueba PCR cualitativa a personas que habían obtenido resultados negativos a una prueba rápida si cumplían alguno de los criterios que se establecieron en cada una de las dos fases del estudio.
Los participantes fueron usuarios del BCN Checkpoint. Inaugurado en el año 2006, BCN Checkpoint fue uno de los primeros proyectos comunitarios europeos centrados en la realización de pruebas del VIH en hombres gais, bisexuales, otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) y mujeres trans. Localizado en el distrito gay de Barcelona y con un equipo comunitario formado tanto por personal contratado como por voluntarios, el centro efectúa pruebas rápidas del VIH, sífilis, clamidia, gonorrea y el virus de la hepatitis C (VHC). Además, ofrece a sus usuarios la vacunación frente el virus de la hepatitis B (VHB) y el de la hepatitis A (VHA).

En la primera fase de este estudio (realizada entre abril de 2015 y abril de 2016) se ofreció la prueba PCR tras un resultado negativo a la prueba rápida a quienes cumplían uno de los siguientes criterios:

  • Habían realizado sexo anal sin protección durante los últimos entre 1 y 3 meses
  • Habían tenido una pareja con diagnóstico por el VIH reciente
  • Presentar síntomas de infección aguda

En la segunda fase (realizada entre mayo de 2016 y mayo de 2017), los criterios se ajustaron y se ofreció la prueba PCR tras un negativo a la prueba rápida a quienes cumplían uno de los siguientes criterios:

  • Habían realizado sexo anal sin protección con 2 parejas o más en el último mes
  • Habían tenido una pareja con diagnóstico por el VIH reciente
  • Presentaban síntomas de infección aguda
  • Haber practicado Chemsex durante el último mes
  • Tener diagnóstico de una infección de transmisión sexual rectal

En el caso de obtener un resultado positivo en el PCR, se realizó durante el mismo día una segunda prueba PCR –como confirmación–. Todas las personas con prueba de confirmación positiva fueron derivadas a su hospital correspondiente dentro de las siguientes 24 horas.

Durante la primera fase se realizaron 8.018 pruebas rápidas, de las que el 2,66% arrojaron resultados positivos. Un total de 1.186 personas con resultados negativos realizaron –si cumplían uno de los correspondientes criterios– una prueba PCR, de las que 7 (el 0,70%) obtuvieron un resultado positivo –que fue confirmado– y fueron derivados al hospital.

Durante la segunda fase se realizaron 8.521 pruebas rápidas, de las que el 2,65% arrojaron resultados positivos. Un total de 702 personas con resultados negativos realizaron –si cumplían uno de los correspondientes criterios– una prueba PCR, de las que 10 (el 1,77%) obtuvieron un resultado positivo –que fue confirmado- y fueron derivados al hospital.

Tras un análisis multivariable, durante la primera fase, solo el hecho de tener síntomas de infección aguda por el VIH se asoció significativamente a un mayor riesgo de obtener un resultado positivo al PCR (cociente de probabilidades [CP]: 9,11; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,49-55,63; P= 0,017). Durante la segunda fase, tener una pareja con diagnóstico reciente (CP: 21,08; IC95%: 4,48-99,32; p <0,001) y haber practicado chemsex usando GHB y/o GBL (CP: 10,27; IC95%: 2,01-52,46; p= 0,005) fueron los factores significativamente asociados a un mayor riesgo de obtener un resultado positivo al PCR.

Las personas diagnosticadas tenían cargas virales muy altas (casi la mitad por encima de 7log copias/mL), en la línea de lo ya detectado en estudios anteriores.

Los resultados del presente estudio proporcionan una serie de criterios para tener en cuenta de cara a ofrecer pruebas de PCR a personas que han obtenido un resultado negativo a una prueba rápida del VIH. Partiendo de la base que gran parte de las transmisiones del VIH se producen tras prácticas de riesgo realizadas durante la primoinfección, establecer protocolos para hacer aflorar estos casos usando criterios como los del presente estudio puede ser una acción importante para reducir la incidencia del VIH en nuestro entorno, favoreciendo el cumplimiento del objetivo 90 90 90 de ONUSIDA para el año 2020 (véase La Noticia del Día 28/06/2017).

En el marco de la misma conferencia, Michael Meulbroek, autor principal del presente estudio, ha anunciado que en el centro comunitario BCN Checkpoint se ha reducido la incidencia de la infección por el VIH desde el 4,1% en 2009 hasta el 1,6% en 2017. Como causas de dicha reducción señaló la implementación de mecanismos de derivación rápida e inicio del tratamiento antirretroviral tras el diagnóstico, la promoción de la prueba rutinaria del VIH entre sus usuarios y la incorporación de la prueba PCR cualitativa entre sus servicios.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Meulbroek M, Dalmau-Bueno A, Pujol F. Adjusted Criteria for Point-of-Care HIV-RNA Testing Leads to Improved Detection of Acute HIV Infection. HIVR4P 2018, HIV Research for Prevention 2018, Madrid, Spain,21 – 25 October 2018. Abstract P.06.03.

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