Tener enfermedad renal crónica aumentaría el riesgo de complicaciones graves y de fallecer en personas con el VIH

Francesc Martínez
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Algunos factores de riesgo modificables, como el tabaquismo o un mal control del VIH o de la diabetes, estarían asociados a dicho riesgo

Un amplio estudio internacional publicado en AIDS ha concluido que un porcentaje destacable de las personas con el VIH y enfermedad renal crónica desarrollarán una enfermedad grave o fallecerán en pocos años. Los participantes con estas características fueron seguidos en el estudio una mediana de tres meses tras el diagnóstico de enfermedad renal crónica y una cuarta parte de ellos experimentaron un evento clínico grave durante dicho periodo. Los investigadores identificaron algunos factores de riesgo modificables asociados a estos resultados clínicos negativos: tabaquismo, bajos niveles de CD4, carga viral detectable y diabetes.

La enfermedad renal crónica es una complicación bien conocida en el contexto de la infección por el VIH. Su incidencia es de especial relieve entre aquellas personas con el VIH de mayor edad (véase La Noticia del Día 27/07/2019). Entre los posibles causantes de este mayor riesgo de padecerla entre personas con el VIH se encontrarían los efectos adversos de algunos medicamentos (especialmente tenofovir disoproxil fumarato [TDF]), tener bajos niveles de CD4, carga viral detectable, coinfecciones y factores de riesgo ya conocidos en población general tales como la diabetes y la hipertensión.

Sin embargo, a pesar de que se han investigado bien las posibles causas de le enfermedad renal crónica en personas con el VIH, no se han investigado tanto sus consecuencias sobre su salud a largo plazo ni la interacción entre los factores de riesgo modificables sobre la probabilidad de padecerla.

Para ahondar en el conocimiento de estos dos importantes aspectos, un equipo internacional de investigadores llevó a cabo un estudio prospectivo que contó con la participación de 2.467 personas con el VIH que habían recibido el diagnóstico de enfermedad renal crónica. El seguimiento de los participantes tuvo lugar hasta inicios de 2016 o –si una de las siguientes circunstancias hubiera tenido lugar antes de esa fecha– hasta el desarrollo de enfermedad renal terminal, otras patologías graves o el fallecimiento. Los participantes eran integrantes de la cohorte del estudio D:A:D (siglas en inglés de Recopilación de datos sobre efectos adversos de los fármacos antirretrovirales).

En el estudio se definió enfermedad renal crónica como tener una tasa de filtración glomerular (TFG) de 60 mL/min·1,733 o inferior o haber experimentado una disminución del 25% en la TFG.

La mayoría de los participantes eran blancos (el 51%), hombres (el 77%) y la mediana de la edad era de 60 años. Entre los participantes se observó una elevada prevalencia de factores de riesgo potencialmente modificables. Un tercio del total eran fumadores, el 16% tenían diabetes, el 20% padecía hipertensión arterial, el 59% presentaba niveles elevados de lípidos y el 30% tenía unos niveles de CD4 inferiores a 350 células/mm3 y/o una carga viral superior a 10.000 copias/mL. El 6% de los participantes tenían enfermedad renal crónica grave (definida como una TFG <30 mL/min·1,733).

La mediana de la duración del seguimiento fue de 2,7 años, tiempo durante el cual el 24% de los participantes experimentó un evento adverso grave o falleció. La muerte fue el más frecuente de los eventos graves registrados (32 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento), seguida por cáncer no definitorio de sida (15 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento), enfermedad cardiovascular (15 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento) y enfermedad definitoria de sida (13 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento).

En el primer año posterior al diagnóstico de la enfermedad renal crónica el 8% de los participantes experimentó un evento adverso grave. Dicho porcentaje llegó al 29% a los 5 años de seguimiento. Las tasas de mortalidad a un año y a 5 años fueron, respectivamente, del 4% y el 15%.

Las causas de fallecimiento más frecuentes fueron cánceres no definitorios de sida (el 23%) y enfermedad cardiovascular (el 20%). Menos del 5% fallecieron por causas renales.

Respecto a los factores de riesgo identificados, el tabaquismo se asoció a todos los eventos adversos graves y al fallecimiento. Se observó una fuerte asociación entre tener diabetes y enfermedad cardiovascular y entre tener cánceres no definitorios de sida y fallecer. Tener bajos niveles de CD4 y/o carga viral superior a 10.000 copias/mL se asoció a un mayor riesgo de desarrollar sida o fallecer. Tener un bajo índice de masa corporal se asoció a un mayor riesgo de desarrollar sida o fallecer.

Al buscar porcentajes de eventos atribuibles a factores de riesgo modificables, los investigadores calcularon que entre el 6% y el 11% de los eventos graves podrían haberse prevenido si las personas no hubiesen sido fumadoras. Tener diabetes se asoció a entre el 6% y el 12% de los casos de enfermedad cardiovascular y/o muerte. Un tercio de los diagnósticos de sida y el 14% de las muertes por sida se hubieran podido evitar con un buen control del VIH (carga viral indetectable y niveles de CD4 de, al menos, 350 células/mm3). Entre el 10% y el 20% de los casos de enfermedad cardiovascular y/o muerte por dicha causa se habrían prevenido manteniendo bajo control los niveles de lípidos.

Al comparar los resultados de los participantes con los de otras personas con el VIH, pero sin enfermedad renal crónica, se observó que quienes tenían dicha patología renal presentaron un riesgo de padecer eventos de salud graves o fallecer que triplicaba el de quienes no tenían enfermedad renal crónica. De hecho, el riesgo de fallecer entre quienes tenían enfermedad renal crónica quintuplicó al de aquellos sin dicha enfermedad.

Los resultados del presente estudio muestran la necesidad de una monitorización de la función renal de todas las personas con el VIH, con el objeto de anticiparse a los perniciosos efectos de la enfermedad renal crónica y promover el abordaje de todos aquellos factores de riesgo modificables identificados en el presente estudio entre quienes comiencen a experimentar una disminución de la función renal.

Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia:Ryom L et al. Serious clinical events in HIV-positive persons with chronic kidney disease. AIDS, online ahead of print, 2019. DOI: 10.1097/QAD.0000000000002331.

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