IAS 2021: Dos anticuerpos logran el control virológico del virus de la inmunodeficiencia símica en macacos

Francesc Martínez
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De forma destacable, no se trata de anticuerpos frente al virus sino frente a proteínas del organismo que favorecen la replicación crónica del virus

Una terapia combinada de 2 anticuerpos frente a proteínas endógenas que favorecerían la cronificación del VIH ha logrado reducir la carga viral del virus de la inmunodeficiencia símica (VIS) en monos. El estudio, realizado por investigadores estadounidenses, ha sido presentado en la XI Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre la Ciencia del VIH (IAS 2021), celebrada la semana pasada de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19.

En la infección por el VIH, el propio virus genera un estado de inflamación crónica que desequilibra el sistema inmunitario y favorece que células infectadas crónicamente por el VIH pasen desapercibidas para el sistema inmunitario y puedan mantener la infección a largo plazo actuando como reservorios del virus.

La interleuquina 10 (IL-10) es una proteína con importante actividad antiinflamatoria y se ha usado frente a patologías autoinmunitarias asociadas a la inflamación crónica tales como el lupus o la artritis reumatoide. El receptor PD-1 (muerte celular programada 1, en sus siglas en inglés) es un receptor que regula la autodestrucción de las células al final de su vida y que ha sido investigado en diversas estrategias encaminadas a la cura del VIH.

Un estudio realizado años atrás destacó el papel que jugarían estas dos proteínas en la progresión de la infección por el VIH (véase La Noticia del Día 17/03/2010), por lo que controlar su expresión podría ser de ayuda en el manejo de la infección por el VIH.

Para arrojar más luz sobre este asunto, los autores del presente estudio analizaron el uso de anticuerpos anti IL-10 y anti PD-1 en 28 macacos Rhesus (especie Macaca mulatta), que fueron infectados al inicio del estudio con una variante del VIS particularmente patogénica conocida como SIVmac239.

Los macacos fueron mantenidos en tratamiento antirretroviral desde la sexta semana posterior a la infección hasta cumplirse 18 meses. El tratamiento con anticuerpos se inició a los 14 meses de la infección.

En el grupo control, 8 macacos recibieron tratamiento antirretroviral hasta la semana 77, sin recibir ningún anticuerpo.

En un segundo grupo, 10 macacos recibieron, además del tratamiento antirretroviral como los controles, anticuerpos anti IL-10 a partir de la semana 65 del ensayo en forma de infusión venosa cada 3 semanas. El tratamiento antirretroviral se interrumpió a la semana 77 y la terapia con anticuerpos finalizó a la semana 85.

En un tercer grupo, otros 10 macacos recibieron, además del tratamiento antirretroviral como los controles, anticuerpos anti IL-10 a partir de la semana 65 del ensayo en forma de infusión venosa cada 3 semanas y anticuerpos anti PD-1 a partir de la semana 73. El tratamiento antirretroviral se interrumpió a la semana 77 y la terapia con anticuerpos finalizó a la semana 91.

La infección por VIS produjo inicialmente cargas virales muy altas –era una variante muy patogénica– de entre 6 y 75 millones de copias/mL. Al tratamiento antirretroviral le llevó una mediana de 16 semanas que los macacos alcanzaran carga viral indetectable. En un caso fueron necesarias 45 semanas.

Los niveles de fármacos evidenciaron que la medicación anti PD-1 alcanzó niveles estables a partir de la segunda infusión. Los niveles de anti IL-10 fueron más irregulares, puesto que su semivida plasmática es inferior, aunque se mantuvieron niveles siempre dentro del umbral terapéutico.

Los niveles de IL-10 en sangre fueron aumentando entre los macacos que recibieron los anticuerpos anti IL-10, pues dichos anticuerpos impedían su entrada en las células. La práctica totalidad de los receptores PD-1 (el 99,5%) se encontraban bloqueados en los macacos que recibieron el anticuerpo anti PD-1 durante el periodo de tratamiento. Ninguno de los macacos experimentó rebote virológico mientras estaban en tratamiento antirretroviral.

Una vez se interrumpió el tratamiento antirretroviral, la carga viral rebotó en el mismo periodo en todos los grupos (unas dos semanas). De forma interesante, en los grupos en terapia con anticuerpos el rebote de carga viral fue a niveles inferiores a los observados en el grupo control. Así, el pico tras el rebote fue de 800.000 copias/mL en el grupo control y de alrededor de 100.000 copias/mL en los dos grupos con terapia con anticuerpos.

El pico de carga viral tras el rebote –respecto al pico tras la infección primaria– fue 50 veces inferior en el grupo control y 500 veces inferior en los dos grupos en terapia con anticuerpos.

La carga viral en los grupos con anticuerpos fue similar en el momento del rebote, pero catorce semanas después de la interrupción del tratamiento antirretroviral la carga viral era indetectable en el grupo en terapia con dos anticuerpos y se mantuvo en 100.000 copias/mL en el grupo en terapia con un anticuerpo.

En el grupo control solo un macaco (12,5%) mantuvo espontáneamente carga viral indetectable, mientras que el porcentaje en el grupo en terapia con un anticuerpo era del 44% y en el grupo en terapia con 2 anticuerpos era del 90%.

En cuanto a porcentaje de resultados indetectables tras la interrupción del tratamiento antirretroviral, el porcentaje fue del 8% en el grupo control, del 26% en el grupo en tratamiento con un anticuerpo y del 51% en el grupo en tratamiento con dos anticuerpos.

Al finalizar los tratamientos con anticuerpos, la carga viral en el grupo control era 40 veces inferior al pico previo al inicio del tratamiento antirretroviral, la observada en el grupo con un anticuerpo era 50 veces inferior a dicho pico y la observada en el grupo en tratamiento con dos anticuerpos era 10.000 veces inferior a la del pico previo al inicio del tratamiento antirretroviral.

En el grupo en tratamiento con dos anticuerpos, tres de los 10 macacos mantuvieron carga viral indetectable de forma prácticamente constante en las 10 semanas posteriores a la terapia con anticuerpos. Cuatro presentaron valores irregulares –cargas virales indetectables con repuntes virales intermitentes– y dos mantuvieron niveles bajos, pero detectables. Solo uno de ellos no mostró ningún tipo de control virológico significativo.

Las terapias con anticuerpos no presentaron efectos sistémicos evidentes, aunque sí se observó cierta inflamación local en las mucosas.

Los resultados del presente estudio resultan prometedores y pueden ser de ayuda para continuar el diseño de terapias para lograr la cura funcional de la infección por el VIH, aunque para ello primero deberán demostrar que lo observado en los macacos es extrapolable a humanos a través del diseño de los correspondientes ensayos clínicos.

Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt).

Referencia:Strongin Z et al. Dual IL-10 and PD-1 blockade in SIVmac239 infected macaques promotes sustained virologic control in absence of ART. 11th IAS Conference on HIV Science, abstract no OALA01LB02, 2021.

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