Los casos de coinfección por tuberculosis y VIH continúan en aumento

Marta Villar
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La tuberculosis constituye la causa más común de muerte en personas coinfectadas por el VIH, por lo que urge tomar medidas de prevención y tratamiento dirigidas a los colectivos más vulnerables.

Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, momento en el que suelen hacerse públicos los datos epidemiológicos actualizados al tiempo que se ponen de relieve las necesidades aún no cubiertas con relación a esta infección. La conmemoración del presente año se centró en los desafíos a los que se enfrentan las personas coinfectadas por el VIH, puesto que la tuberculosis constituye la causa más común de muerte en las personas que viven con dicho virus.

Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2011 y 2015 los nuevos casos de tuberculosis, así como las muertes asociadas a esta patología, han disminuido en 53 de los países de la región europea de la OMS en un 4,3% y un 8,5%, de forma respectiva.

Sin embargo, esta tendencia no se ha reflejado en las poblaciones vulnerables frente a la tuberculosis, entre ellas las personas que viven con el VIH. En el periodo comprendido entre 2011 y 2015 la tasa de coinfección por tuberculosis y el VIH aumentó en un 40% en esta región. Además, los diagnósticos del VIH también experimentaron un aumento con más de 153.000 nuevas infecciones en 2015, lo que equivale a un incremento del 7% respecto al año anterior.

El pasado año la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA estableció como meta para el año 2020 la reducción del 75% en el número de muertes relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH. Teniendo en cuenta que el 70% de todas las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH se registran en ocho países (República Democrática del Congo, la India, Indonesia, Mozambique, Sudáfrica, la República Unida de Tanzania y Zambia), resulta especialmente necesario intensificar las acciones de detección y tratamiento en dichos países.

Las actuales debilidades de los sistemas sanitarios siguen traduciéndose en deficiencias en los diagnósticos de tuberculosis de estas personas, pues en 2015, en torno al 57% de los casos de tuberculosis relacionados con el VIH seguían sin tratarse. Otros factores que contribuyen en este resultado negativo son los vínculos inadecuados con la atención médica tras el diagnóstico, un escaso acompañamiento de las personas, la falta de seguimiento y la incapacidad para llegar a las personas con más riesgo de contraer la enfermedad, en particular, las personas usuarias de drogas inyectables, las personas privadas de libertad y los trabajadores inmigrantes; por no olvidar los resultados poco satisfactorios de los tratamientos (Véase La Noticia del Día 30-07-2015).

Otra preocupación importante para el tratamiento efectivo de la tuberculosis es la farmacorresistencia. Se estima que en 2015 se produjeron unos 480.000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente (MDR), 74.000 de los cuales se registraron en la región de Europa. La detección de la tuberculosis resistente a  fármacos solamente puede realizarse a través de la monitorización mediante pruebas de laboratorio. Las nuevas técnicas moleculares reducen de meses a horas el tiempo necesario para el diagnóstico de los casos de tuberculosis y de detección de resistencias a los fármacos, lo que representa un avance importante.

Dentro de la agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible se encuentra el objetivo 3.3 que tiene como finalidad poner fin a la epidemia del sida y de la tuberculosis, entre otras enfermedades. Para poder alcanzar este objetivo se ha establecido un Plan de Acción contra la Tuberculosis en la región europea de la OMS en la que se espera cumplir en el periodo 2016-2020 con las siguientes metas intermedias:

  • Una reducción del 35% de las muertes relacionadas con la tuberculosis
  • Una disminución del 25% en los casos de tuberculosis
  • Una tasa de éxito del tratamiento del 75% en personas con tuberculosis multirresistente

Las estimaciones señalan que la ejecución de este Plan de Acción evitaría la muerte de alrededor 3,1 millones de personas, la curación de 1,4 millones de pacientes y la prevención de 1,7 millones de nuevos casos de tuberculosis.

Sin embargo, ONUSIDA advierte de que los países no lograrán alcanzar la meta de reducir en un 75% para 2020 las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH a menos que se emprendan medidas urgentes. Entre estas medidas se incluyen la implementación de programas de prevención y tratamiento del VIH que incluyan pruebas de detección periódicas de la tuberculosis, así como programas de tratamiento preventivo y tratamiento temprano, que  ya han demostrado ser efectivos en la prevención de las muertes por tuberculosis.

Fuente:  OMS/ONUSIDA/ Elaboración propia (gTt-VIH)

Referencias: Comunicado de prensa de la OMS, 23 de Marzo de 2017, World TB Day: leave no one behind.

Comunicado de prensa de ONUSIDA, 24 de Marzo de 2017. ONUSIDA advierte de que los países no lograrán alcanzar la meta de reducir en un 75% para 2020 las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH a menos que se emprendan medidas urgentes.

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