El VIH debería ser considerado un factor de riesgo importante de padecer enfermedades cardiovasculares

Francesc Martínez
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El impacto del VIH sobre dichas patologías se ha triplicado en los últimos 20 años, debido fundamentalmente a la cronificación de la infección y el consecuente envejecimiento de la población con el VIH

Un metaanálisis publicado en Circulation ha concluido que las personas con el VIH presentarían una probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares que duplicaría la de aquellas personas no infectadas. El VIH estaría detrás del 1% de los casos de enfermedad cardiovascular y su impacto sobre dicha dolencia se habría triplicado en los últimos 20 años. La mayoría de casos de enfermedades cardiovasculares asociadas al VIH se estarían produciendo en el África subsahariana y en el área geográfica Asia Pacífico.

Gracias al tratamiento antirretroviral, muchas personas con el VIH tienen una excelente esperanza de vida. Hoy en día, las principales causantes de complicaciones en personas con el VIH son las enfermedades no relacionadas directamente con el virus, entre las cuales las enfermedades cardiovasculares tienen un papel preponderante. Investigaciones recientes han vinculado el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en el contexto del VIH con diversos posibles mecanismos tales como una mayor obstrucción de las arterias (véase La Noticia del Día 12/05/2015), la inflamación asociada a la infección o el daño directo a las células musculares cardíacas causado por el VIH (véase La Noticia del Día 05/09/2018).

Para ahondar en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en personas con el VIH, los investigadores realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de todos los estudios de tipo longitudinal publicados hasta 2015 que examinaran el riesgo cardiovascular en personas con el VIH y si este se podía atribuir directamente al virus, entre otras condiciones tales como su enfoque global, regional y nacional.

Un total de 80 estudios realizados entre 1990 y 2015 cumplieron los criterios de inclusión. Juntos, proporcionaron datos de unas 800.000 personas con el VIH, que acumularon 3,5 millones de persona-años de seguimiento.

La incidencia de enfermedades cardiovasculares entre personas con el VIH fue de 61,8 casos por cada 100.000 persona-años de seguimiento. La mortalidad por enfermedades cardiovasculares en personas con el VIH fue de 14,1 casos por cada 10.000 persona-años de seguimiento.

Las personas con el VIH presentaron un riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que duplicó el de aquellas no infectadas (cociente de riesgo [CR]: 2,16; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,68-2,77).

La proporción de casos de enfermedades cardiovasculares atribuibles al VIH se incrementó desde el 0,36% en 1990 hasta el 0,92% en 2015. Este hecho se debió principalmente a un incremento significativo de los casos de enfermedades cardiovasculares en personas con el VIH, causado, principalmente, por la cronificación de la infección gracias al desarrollo de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) y, en consecuencia, al envejecimiento de la población VIH positiva.

Se identificaron variaciones geográficas en el número y proporción de casos de enfermedades cardiovasculares atribuibles al VIH. En 2015, más de dos tercios de los casos de enfermedades cardiovasculares atribuibles al VIH a nivel global se localizaron en el África subsahariana y en el área Asia-Pacífico. Los mayores incrementos observados durante los 26 años analizados se detectaron en el este y en el sur de África. Así, el VIH fue el responsable de, al menos, el 15% de los casos de enfermedades cardiovasculares en Suazilandia, Botsuana, Lesoto y Sudáfrica.

En un editorial que acompañaba al artículo, se apunta hacia el amplio alcance geográfico del estudio, que debería ser tenido en cuenta por los artífices de políticas sanitarias globales de cara al adecuado cribado y control de enfermedades cardiovasculares en personas con el VIH. La infección debería ser tenida en cuenta como un factor de riesgo importante de padecer enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, también parece importante determinar la causa de dicho riesgo y el diseño de aproximaciones terapéuticas que limiten su impacto.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: Shah AVP et al. Global burden of atherosclerotic cardiovascular disease in people living with HIV: a systematic review and meta-analysis. Circulation, 138: 1100-12, 2018 (open access).
Hsue PY et al. Time to recognize HIV as a major cardiovascular risk factor. Circulation, 138: 1113-15, 2018 (open access).

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