AASLD 2017: La curación de la hepatitis C mejora la calidad de vida de los pacientes

Marta Villar
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Las personas con comorbilidades serían las que experimentarían mayores mejoras

Las personas que logran curarse de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) tras una terapia con antivirales de acción directa experimentarían mejoras en la calidad de vida relacionadas con los aspectos físicos y psicológicos de la salud. Estos son los resultados de un estudio presentado durante el Encuentro del Hígado 2017, organizado por la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés) y que está teniendo lugar estos días en la ciudad de Washington (EE UU).

La llegada de los antivirales de acción directa (DAA) en regímenes sin interferón ha revolucionado el tratamiento de la hepatitis C, haciendo que éste sea más corto, mejor tolerado y mucho más efectivo (Véase La Noticia del Día 30-06-2016). Dichos tratamientos tienen tasas de curación superiores al 90% en los diferentes genotipos del virus de la hepatitis C en ciclos de, generalmente, entre 8 y 12 semanas.

Hasta el momento, la mayoría de los ensayos clínicos se han centrado en evaluar la seguridad y eficacia de las nuevas terapias. Debido a que la respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12) en la práctica clínica se considera sinónimo de curación de la infección por el VHC, los estudios que se han podido realizar hasta la fecha aún son demasiado cortos como para evaluar las mejoras a largo plazo en la salud y calidad de vida de estos pacientes.

En el presente estudio el objetivo de los investigadores del Hospital Inova Fairfax de Virginia (EEUU) fue evaluar la calidad de vida relacionada con la salud de un grupo de personas que habían logrado RVS12 usando regímenes de DAA basados en sofosbuvir. Estas personas se habían inscrito en un programa de seguimiento de 5 años de duración.

La calidad de vida de los participantes fue evaluada al inicio del estudio (antes de recibir tratamiento) y cada 24 semanas tras el inicio de la terapia durante un total de 144 semanas usando la versión reducida de un cuestionario de evaluación de la salud (denominado SF-36). El SF-36 es una herramienta que explora ocho áreas de la salud, entre ellas: el funcionamiento físico, el rol físico, el dolor corporal, la salud general, la vitalidad, el funcionamiento social, el rol emocional y la salud mental. Las puntuaciones finales se muestran en dos categorías que engloban puntuaciones sobre la salud física y la salud psicológica.

En el presente estudio se incluyeron 3.486 participantes. Alrededor del 60% eran hombres y la media de edad fueron 53 años. Con relación al tipo de genotipo del VHC, el 65% presentaba el 1, el 10% el 2, el 18% el 3 y el 4% el 4. El 16% de los inscritos tenían cirrosis hepática y el 12% estaban coinfectados por el VIH. Al inicio del estudio aproximadamente una cuarta parte reportó depresión y el 16% ansiedad.

Los resultados de las puntuaciones de la calidad de vida relacionada con la salud mostraron mejoras significativas en todos los dominios sobre la calidad de vida. Los dominios que experimentaron mayores aumentos en sus puntuaciones fueron vitalidad y salud general.

Las puntuaciones sobre la salud física y psicológica comenzaron a aumentar al final del tratamiento y continuaron aumentando después de alcanzar la RVS hasta llegar a los niveles normales que muestra la población general de la misma edad. Las mejoras en la calidad de vida se han mantenido a lo largo de los 3 años que -hasta el momento- ha durado el seguimiento.

En un análisis multivariable, tener cirrosis, depresión, ansiedad o fatiga fueron factores de predicción independientes de tener menores puntuaciones en la calidad de vida relacionada con la salud. Sin embargo, tras ajustar los niveles basales, las personas con cirrosis, depresión, fatiga, insomnio o diabetes mellitus de tipo 2 fueron las que obtuvieron las mayores mejoras en calidad de vida, lo que sugiere, según los investigadores, que las personas con comorbilidades serían las que experimentarían mayores mejoras en la calidad de vida tras alcanzar la RVS.

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto los beneficios de la cura de la hepatitis C tanto a nivel clínico como en lo relativo a la calidad de vida.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia (gTt-VIH)

Referencia: Younossi Z et al. Significant and Sustained Improvement of Health-Related Quality of Life (HRQL) Scores in Patients with Hepatitis C (HCV) and Sustained Virologic Response (SVR). The Liver Meeting, abstract 64, 2017.

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