Los pares desempeñan un papel clave en la toma de decisiones sobre el tratamiento del VHC en personas usuarias de drogas

Jordi Piqué
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Escuchar información de un igual que ha tomado el tratamiento y lo ha experimentado en persona proporciona un mayor grado de confianza que la misma información proporcionada por un médico

Las redes de pares entre personas que consumen drogas constituyen una importante fuente informativa sobre el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) y pueden desempeñar un papel clave para persuadir a sus iguales que reciban tratamiento y atención del VHC. Esta es la principal conclusión de un estudio australiano cuyos hallazgos se han publicado en la edición online de la revista International Journal of Drug Policy.

Las personas usuarias de drogas inyectables tienen una alta prevalencia de VHC, pero pueden tener una escasa o nula vinculación con la atención especializada y el tratamiento frente a este virus hepático. La mejora del acceso a la atención médica podría ser un primer paso importante para curar la hepatitis C en las personas que se inyectan drogas intravenosas. Las redes de iguales podrían ayudar para recabar información y adoptar decisiones sobre el tratamiento entre los consumidores de drogas.

Para profundizar más en esta cuestión, un equipo de investigadores realizó el estudio Treatment and Prevention en Melbourne (Australia), en el que se analizaron los resultados y el grado de aceptación de un modelo comunitario de tratamiento de la hepatitis C dirigido por enfermeras sobre un grupo de personas usuarias de drogas inyectables.

Se inscribió a personas que se habían inyectado drogas intravenosas en los seis meses anteriores y se las alentó para que reclutaran hasta tres personas usuarias de drogas inyectables más para incluirlas en el estudio.

En el análisis cualitativo de redes de pares integrado en un estudio más amplio se entrevistó a 20 participantes del estudio Treatment and Prevention durante y después del tratamiento con antivirales de acción directa (AAD) frente al VHC entre 2017 y 2019. Se preguntó a los participantes respecto a las motivaciones para seguir el tratamiento frente a la hepatitis C, las percepciones sobre dicho tratamiento, las fuentes de información acerca del mismo y las redes personales.

Se preguntó a los participantes por el tipo de cosas que les habían dicho a sus compañeros iguales para que empezaran, se mantuvieran y completaran el tratamiento frente al VHC.

A pesar de que los entrevistados indicaron haber recibido información sobre el tratamiento por parte de los profesionales sanitarios, subrayaron que sus iguales eran su fuente de información más importante. Les pareció mejor escuchar información de un igual que ha tomado el tratamiento y lo ha experimentado en persona y les brinda un mayor grado de confianza.

Aunque la mayoría de los participantes entrevistados percibían que los médicos les proporcionaban información precisa, todavía tenían algunas lagunas de conocimiento y necesitaban compartirlo y contrastarlo con sus iguales. Los investigadores señalan que los mensajes diseñados para enfatizar la tolerabilidad y la conveniencia del tratamiento frente al VHC que proporcionaban los médicos eran menos persuasivos que los relatos de la experiencia vivida de tomar la medicación y ser curado que provenían de amigos de confianza. Estos mensajes eran especialmente importantes cuando provenían de compañeros cercanos. También era importante observar la finalización satisfactoria del tratamiento en personas que se inyectaban drogas activamente.

Por otra parte, los entrevistados pensaban que sus pares desempeñaban un papel importante y que les ayudaban en la adherencia al tratamiento frente al VHC. Al compartir el mismo tratamiento, los iguales compartían información sobre efectos secundarios, ofreciendo tranquilidad y apoyo.

Asimismo, se consideró que iniciar el tratamiento junto a sus iguales era especialmente importante en las relaciones íntimas. Los investigadores sugieren a los médicos que pregunten por los pares cercanos para que puedan estar listos para iniciar el tratamiento también cuando discutan el comienzo del mismo con los pacientes.

Los participantes también hablaron de su propia experiencia en el tratamiento frente al VHC y de cómo los llevó a convertirse en defensores del mismo ante sus pares. Todos se mostraron muy satisfechos con el tratamiento y tras su propia experiencia pasaron de una defensa cautelosa a una recomendación más firme de la terapia frente al VHC. La mayoría de los participantes expresaron la necesidad de transmitir información sobre la forma en que se habían beneficiado del tratamiento.

Algunos participantes consideraron importante recalcar a sus pares que debían estar preparados para iniciar el tratamiento. La buena disposición de los compañeros para evitar la reinfección se consideró un importante marcador de la preparación para el tratamiento.

Los investigadores concluyen señalando que las personas usuarias de drogas inyectables son agentes proactivos en el apoyo entre iguales y en sumarse a los esfuerzos de eliminación de la hepatitis C. Afirman, por otro lado, que se necesita más investigación sobre las funciones de los consumidores de drogas inyectables como defensores del tratamiento y los tipos de intervenciones que pueden promover la eliminación de la hepatitis C, aprovechando las características de apoyo de las redes de consumidores de drogas.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Goutzamanis S et al. Peer to peer communication about hepatitis C treatment amongst people who inject drugs: A longitudinal qualitative study. International Journal of Drug Policy, 87, 2021 (advance online publication).

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