EASL 2019: Altas tasas de curación de la hepatitis C con los antivirales de acción directa en entornos reales

Francesc Martínez
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Las tasas de abandono del tratamiento serían muy bajas, hecho que indica su buena tolerabilidad y maximiza la efectividad de la terapia

Dos amplios estudios realizados en entornos reales, presentados en el Congreso Internacional del Hígado (EASL 2019) celebrado recientemente en Viena (Austria) han concluido que el tratamiento de la infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) con antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) lograría la curación de la práctica totalidad de quienes completaran el ciclo de tratamiento.

Estos hallazgos muestran que los tratamientos con DAA proporcionados a gran escala tienen la capacidad potencial de promover la erradicación de la infección. Para ello, sería importante que los tratamientos tuvieran unos precios asumibles -cosa que no sucede en la actualidad- y que se realizaran esfuerzos importantes para realizar pruebas de cribado que hicieran aflorar todas aquellas infecciones no detectadas (que son muy numerosas dada la lenta y asintomática evolución de la infección en ausencia de tratamiento).

El primero de los dos estudios evaluó el uso de la combinación sofosbuvir/velpatasvir (Epclusa®), una combinación de DAA pangenotípica -efectiva frente a todos los genotipos del VHC- administrada durante doce semanas. Un total de 5.340 personas pertenecientes a 12 cohortes de Europa y Norteamérica fueron incluidas en el estudio. Todas ellas iniciaron el tratamiento con sofosbuvir/velpatasvir antes de noviembre de 2018. Se excluyó del estudio a todas aquellas personas con cirrosis hepática descompensada, aquellas con tratamientos superiores a 12 semanas y a quienes habían experimentado fracasos previos a tratamientos basados en sofosbuvir o daclatasvir.

Los participantes tenían una edad promedio de 54 años, el 52% eran hombres, el 3,7% estaban coinfectados por el VIH, el 13,2% tenían historial de uso de drogas intravenosas y el 20,7% tenían cirrosis hepática compensada. El 30% tenían infección por el VHC de genotipo 1 y el 33% la tenían por el VHC de genotipo 3.

Según un análisis por intención de tratar, el 92,7% de los participantes obtuvieron respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12, sinónimo de curación) . Dos tercios de quienes no obtuvieron RVS12 se perdieron en el seguimiento y el 26% interrumpieron el tratamiento de forma precoz por razones no especificadas . Solo el 1,4% de quienes iniciaron el tratamiento experimentaron fracaso virológico . Así, al contemplar solo aquellos casos en los que los participantes finalizaron el tratamiento de 12 semanas, las tasas de curación aumentaron hasta el 98,5% . No se observaron diferencias en las tasas de respuesta en función de genotipo, grado de fibrosis o características de los pacientes.

El segundo de los estudios incluyó a 1.698 participantes alemanes que formaban parte de la cohorte establecida por el Registro Alemán de casos de Hepatitis C (DHC-R, en sus siglas en alemán). Todos ellos tomaron glecaprevir/pibrentasvir (Maviret®) una combinación que -como en el caso anterior- presenta una actividad pangenotípica.

El 69% de los participantes eran hombres y la mediana de la edad era de 43 años. El 53% tenía infección por VHC de genotipo 1 y el 35% la tenía por VHC de genotipo 3. El 84% de los participantes no tenía experiencia en tratamientos previos y no tenían cirrosis hepática, por lo que fueron tratados durante solo 8 semanas.

Una cuarta parte de la cohorte se encontraba en tratamiento con terapia de sustitución con opioides, el 3% eran usuarios activos de drogas intravenosas y el 15% presentaba una enfermedad psiquiátrica. Se trataba, por estas causas, de una población a quienes se había vetado el acceso a los tratamientos contra el VHC en el pasado, por lo que unos buenos resultados en el estudio deberían ser interpretados como un fuerte apoyo al tratamiento de todas las personas con el VHC de forma independiente a sus características individuales.

Y, de hecho, los resultados fueron difícilmente mejorables: según un análisis por intención de tratar el 97% de los participantes obtuvieron la curación . No se observaron diferencias de efectividad en función de ninguno de los parámetros analizados. La combinación fue muy bien tolerada, con solo 3 casos de abandono del tratamiento por efectos adversos . Seis personas experimentaron reinfección tras el tratamiento y cinco personas experimentaron fracaso virológico.

Los resultados presentados en EASL muestran la elevada efectividad de los antivirales de acción directa frente al VHC de forma independiente a características particulares de los pacientes o del genotipo del virus, por lo que ya no tiene sentido que dichos parámetros sean tenidos en cuenta de cara a contemplar o no el acceso al tratamiento. Además, dicha altísima efectividad puede jugar un papel esencial -junto al cribado y a la reducción de los precios de estos tratamientos- en una futura erradicación de la hepatitis C.

Fuente: Infohep / Elaboración propia ( gTt).

Referencias: Cornberg M et al. Real-world safety, effectiveness, and patient-reported outcomes in patients with chronic hepatitis C virus infection treated with glecaprevir/pibrentasvir: Data from the German Hepatitis C-Registry. The International Liver Congress, Vienna, abstract GS-07, 2019.

Mangia A et al. Global real-world evidence of sofosbuvir/velpatasvir as a simple-effective regimen for the treatment of chronic hepatitis C: integrated analysis of 12 clinical practice cohorts. The International Liver Congress, Vienna, abstract GS-01, 2019.

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