GeSIDA 2018: Se registran tasas elevadas de síntomas menopáusicos entre las mujeres con el VIH

Marta Villar
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Un estudio español revela que la mayoría de los factores asociados a los síntomas menopáusicos se deben a hábitos modificables por lo que resulta crucial su abordaje en la práctica clínica

Las mujeres con el VIH presentan tasas elevadas de síntomas menopáusicos tanto aquellas que se encuentran en la menopausia como las que están en la fase de la premenopausia. En su mayoría estos síntomas están asociados a hábitos modificables, por lo que su detección y abordaje clínico resulta fundamental para la mejora de la calidad de vida de estas pacientes. Estos son los principales resultados de un estudio realizado por investigadores de la cohorte de la Red de Investigación en Sida (CoRIS) y presentado durante el X Congreso Nacional de GeSIDA, que tuvo lugar a principios de noviembre en Madrid (España).

Desde la llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), la esperanza de vida de las personas con el VIH ha aumentado de manera espectacular y, en el caso de las mujeres, se ha incrementado de manera importante el número de las pacientes que llegan a la menopausia.

La menopausia se asocia en algunas mujeres con diversos síntomas de intensidad variable que, en ocasiones, alteran de una forma importante la calidad de vida de las pacientes que los experimentan. Sin embargo, hasta el momento pocos son los estudios que han puesto su foco de atención en estudiar los síntomas menopáusicos de las mujeres con el VIH.

Con el fin de arrojar un poco más de luz a estas cuestiones, un equipo de investigadores de la cohorte prospectiva, multicéntrica y abierta de pacientes adultos con el VIH de España (CoRIS) llevaron a cabo un estudio. Para ello contaron con las mujeres de entre 45 y 60 años incluidas en la cohorte que se encontraban en seguimiento a finales de 2015.

En el estudio, la menopausia fue definida como el cese de la menstruación durante doce meses consecutivos. A la hora de realizar el análisis se excluyeron a aquellas mujeres que tenían menopausia secundaria como consecuencia de alguna operación quirúrgica, quimioterapia o radioterapia u otra situación que pueda provocar la alteración o cese de la menstruación.

En total, se incluyeron 232 mujeres con una edad mediana de 51 años. El 74% de las participantes eran de España, el 53% trabajaba en el momento del estudio, el 91% tenía estudios secundarios o universitarios y la edad mediana en el momento del diagnóstico fue 42 años. Respecto a los hábitos de consumo de sustancias, el 45% eran fumadoras, el 19% consumía frecuentemente alcohol, el 5% tenía un consumo activo de otras sustancias y el 30% lo había sido en el pasado. Solamente un 21% tenía conocimiento de la terapia hormonal sustitutiva (THS) y solo 6 mujeres la estaban tomando o la habían recibido en el pasado.

Del total de las participantes, el 43% (n=108) estaban en fase premenopáusica y el 57% restante (n=124) en la menopausia. Estas últimas tuvieron una mediana de edad de 48 años al inicio de la menopausia.  A todas las participantes se las entrevistó telefónicamente entre octubre de 2017 y mayo de 2018 donde se les administró la escala menopause rating scale.

El 62% (n=144) tenía algún síntoma menopáusico con porcentajes similares en los tres dominios, siendo del 57% en la esfera psicológica, del 56% en el dominio somático y del 55% en el urogenital. Los síntomas más frecuentes fueron las molestias musculares (69%), cansancio (63%), trastornos del sueño (60%), depresión (52%) y sofocos (46%).

Los síntomas fueron más frecuentes en mujeres menopáusicas que en aquellas en fase premenopáusica (dominio psicológico 64% frente 50%, p=0,035; somático 61% frente 50%, p=0,084 y urogenital 61% frente 48%, p=0,045).

Por otro lado, como factores asociados a los síntomas psicológicos se identificaron estar desempleada (cociente de probabilidades [CP]: 2,80; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,40-5,59), tener delgadez (CP: 4,41; IC95%: 1,07-18,19), tener sobrepeso (CP: 1,36; IC95%: 0,72-2,56), tener depresión (CP: 3,12; IC95%:1,81-5,40), haber tenido un consumo de sustancias en el pasado o en la actualidad (CP: 1,53; IC95%:0.98-2,39) y tener la menopausia (CP: 1,82; IC95%:1,13-2,92).

Como factores asociados a tener síntomas somáticos se identificaron tres factores: tener depresión (CP: 4,48; IC95%:2,71-7,44), tener osteoporosis (CP: 2,94; IC95%: 1,75-4,96) y ser fumadora ([CP]: 2,05; IC95%:1,08-3,88).

Por último, se identificaron otros tres factores asociados a los síntomas urogenitales: tener depresión (CP: 1,93; IC95%:1,14-3,26), tener pareja en la actualidad (CP: 2,67; IC95%:1,50-4,76) y tener la menopausia (CP: 2,19; IC95%:1,45-3,32).

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto que las mujeres con el VIH presentan altos porcentajes de síntomas menopáusicos. Estos síntomas son más frecuentes en las mujeres que tienen la menopausia, pero también son elevados en aquellas que se encuentran en la premenopausia.

Dado que los diferentes síntomas están asociados, en su mayoría, a hábitos modificables, el diseño de estrategias dirigidas a su cambio podría tener un impacto positivo sobre la salud en general –y la calidad de vida en particular– de las mujeres con el VIH.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Hernando V.; Alejos B.; Sanz N.; et al. Menopausia y síntomas menopáusicos en mujeres con infección por VIH de la cohorte CoRIS. Congreso Nacional de GeSIDA Madrid (España), 6-9 de noviembre de 2018. Abstract P-106

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