Tras el cambio de Atripla® (efavirenz/tenofovir/emtricitabina) a Eviplera® (rilpivirina/tenofovir/emtricitabina), aquellas personas con VIH que sufrían de problemas de toxicidad sobre el sistema nervioso central y afectación del sueño experimentaron una mejora notable. Con una única excepción, los 40 participantes de un estudio realizado en Londres mantuvieron su nivel de carga viral durante las 24 semanas de seguimiento posteriores al cambio de medicamento. El estudio fue presentado en la 54 Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia (ICAAC, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente en Washington DC (EE UU).
El uso de Atripla®, administrado como un único comprimido al día, sigue siendo una opción recomendable y eficaz de terapia antirretroviral. No obstante, la existencia de efectos secundarios a nivel neurológico asociados a efavirenz es un fenómeno bien conocido. El tratamiento con Eviplera® (Complera™ en EE UU) consiste en un único comprimido tomado una vez al día, y combina tenofovir disoproxil fumarato (TDF) y emtricitabina junto con un no análogo de nucleósido, rilpivirina. Un equipo de investigación británico realizó un estudio prospectivo de grupo único para efectuar un seguimiento de la toxicidad sobre el sistema nervioso central y las alteraciones en el patrón del sueño en personas que, sufriendo estos problemas, habían cambiado de Atripla® a Eviplera®.
Para medir la evolución de los efectos secundarios, el equipo de investigación utilizó el cuestionario de toxicidad sobre el sistema nervioso central del Grupo de Ensayos Clínicos del Sida de EE UU, que evalúa 10 elementos entre los que se incluyen mareos, depresión, ansiedad y somnolencia. Para realizar el seguimiento sobre la afectación sobre el sueño, se utilizó un cuestionario que incluía 19 elementos.
El grupo sobre el que se realizó el análisis constaba de 36 hombres y 4 mujeres que sufrían de toxicidad sobre el sistema nervioso central asociada a Atripla®. La edad media fue de 47 años (rango: 24 – 73), y las personas participantes habían tomado efavirenz un tiempo mediano de 42 meses (rango: 24 – 100). El recuento mediano de CD4 en el momento del cambio fue de 610 células/mm3 (rango intercuartil [RIC]: 436 – 884).
En un caso se detectó una carga viral de 60 copias/mm3 a las doce semanas de realizar el cambio a Eviplera®, abandonando esta persona el estudio. El resto de participantes mantuvieron una carga viral inferior a 50 copias/mm3 durante el periodo a estudio. Los recuentos de CD4 no presentaron variaciones substanciales durante las 24 semanas de seguimiento.
La puntuación mediana en el cuestionario de toxicidad sobre el sistema nervioso central descendió desde 40 en el momento del cambio a 12 tras cuatro semanas, 20 tras doce semanas y 13 tras veinticuatro semanas (p<0,001 para todas las comparaciones). La proporción de personas que refirieron eventos adversos de grado 2 a 4 mejoraron de forma significativa desde los valores al comienzo del estudio en los casos de sueños extraños, ansiedad, confusión, depresión, mareos, insomnio, falta de concentración y somnolencia.
La puntuación mediana total en el cuestionario del sueño mejoró desde 30 en el momento del cambio hasta 14 en la semana 24 (p<0,001). Veinticuatro semanas tras el cambio a Eviplera®, los participantes del estudio habían mejorado de forma significativa sus niveles de colesterol total (-0,9 mmol/L), colesterol LDL (-0,57 mmol/L) y triglicéridos (-0,35 mmol/L) (p<0,001 en todos los cambios desde el valor de referencia), lo que coincide con el resultado de otros estudios, que sugieren que el tratamiento con rilpivirina se asocia a un mejor perfil lipídico que el tratamiento con efavirenz (vease La Noticia del día 04/06/2014). Se produjo un único efecto adverso de seriedad: un caso de trombocitopenia.
El equipo de investigación subrayó la importancia de identificar a aquellas personas con mayor sensibilidad a los efectos secundarios del efavirenz, dado que el uso de regímenes terapéuticos alternativos produciría una mejora en la tolerabilidad y una disminución de la toxicidad.
Fuente: NATAP / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Rowlands J, Higgs C, De Esteban N, et al. Multicenter open-label study of switching from Atripla® to Eviplera® for CNS toxicity. ICAAC 2014. September 5-9, 2014. Washington, DC. Abstract H-1005.
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