Entecavir y tenofovir muestran una eficacia superior que los otros tratamientos contra la hepatitis B

Francesc Martínez
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A pesar de la baja toxicidad de ambos, se recomienda un control adecuado de la función renal durante la terapia

Según una serie de estudios presentados en la Semana sobre Enfermedades Digestivas (DDW, en sus siglas en inglés), celebrada el mes pasado en Orlando (EE UU), los fármacos contra la infección crónica por el virus de la hepatitis B [VHB] tenofovir (también usado contra el VIH, Viread®) y entecavir (Baraclude®) serían más eficaces que fármacos más antiguos, pero para conseguir la supresión virológica a largo plazo serían necesarios buenos niveles de adherencia.

El primero de los estudios dados a conocer evaluó la efectividad de tenofovir y entecavir en su uso rutinario, que se comparó con los resultados de los ensayos clínicos que llevaron a la aprobación de los fármacos.

Un total de 845 personas con VHB sin experiencia en tratamientos tratadas en tres clínicas estadounidenses entre enero de 2001 y enero de 2011 participaron en el estudio. Dos tercios eran hombres, la práctica totalidad de etnia asiática, la mediana de su edad era de 47 años y el 63% tenían resultados negativos del antígeno “e” del VHB (HBeAg, en sus siglas en inglés). No presentar antígeno “e” es marcador de buen pronóstico.

Noventa y tres de los participantes recibieron lamivudina (3TC, Epivir®), 198 adefovir (Hepsera®), 447 entecavir y 107 tenofovir.

A los doce meses de tratamiento, las tasas de supresión virológica completa eran del 75% con entecavir, del 81% con tenofovir, del 39% con lamivudina y del 54% con adefovir.

Los casos de rebrote virológico fueron más frecuentes con tenofovir (8,6%) que con entecavir (2,5%). Todos estos casos se asociaron a problemas de adherencia.

Así, los resultados del estudio fueron claramente superiores en los fármacos más recientes (entecavir y tenofovir) que los de aquellos de generaciones anteriores (lamivudina y adefovir).

El segundo estudio, llevado a cabo por investigadores tailandeses, evaluó los resultados a largo plazo de entecavir en 535 personas con VHB sin experiencia previa en tratamientos contra dicha infección hepática. El 60% eran hombres, la edad media era de 52 años, el 65% no tenían HBeAg detectable y el 37% tenían cirrosis hepática.

A lo largo de un promedio de 40 meses de seguimiento, más del 90% de los participantes tenían carga viral indetectable del VHB al quinto año de tratamiento. No se observaron efectos adversos graves y los niveles de creatinina se mantuvieron estables dentro de la normalidad (hecho que descartaría una hipotética toxicidad renal del fármaco).

De los 337 participantes sin cirrosis, el 6% desarrollaron dicha complicación durante el seguimiento, pero ninguno de ellos experimentó descompensación hepática. De los 198 con cirrosis
al inicio de estudio, el 3% presentaron descompensación hepática.

El 2% de los participantes desarrollaron cáncer de hígado durante el seguimiento.

Los investigadores concluyeron que entecavir es un fármaco seguro y eficaz en el tratamiento a largo plazo de la infección por VHB.

El tercer estudio comparó la eficacia de entecavir con la de tenofovir en personas con infección crónica por VHB y carga viral alta, un grupo de personas en el cual el riesgo de progresión es elevado.

En el ensayo se incluyó a 62 personas sin experiencia en tratamientos atendidas en tres centros médicos de EE UU que iniciaron terapia con tenofovir con una carga viral superior a 1.000.000 UI/mL. Los resultados se compararon con los de 199 personas con características similares (tales como una carga viral elevada o la no experiencia en tratamientos previos) que recibieron entecavir.

El 60% de los participantes eran hombres, su promedio de edad era de 42 años, un tercio eran HBeAg negativos y el 8% tenían cirrosis hepática.

No se apreciaron diferencias en términos de eficacia entre aquellos participantes HBeAg negativos. Sin embargo, entre aquellas personas con dicho antígeno, las tasas de supresión virológica con tenofovir fueron del 16% a los seis meses, del 50% al cabo de un año y del 71% a los 18 meses; mientras que en el grupo de entecavir los porcentajes fueron del 11% a los seis meses, del 31% a los doce y del 39% a los dieciocho meses.

Los resultados del estudio llevaron a los investigadores a concluir que el tratamiento con tenofovir sería más eficaz que el basado en entecavir para personas con cargas virales elevadas y presencia del antígeno HBeAg.

El último de los estudios evaluó los cambios en la función renal de personas con VHB sin experiencia en tratamientos que empezaron terapia con tenofovir o entecavir y que tenían dicha función dentro de la normalidad (tasa de filtración glomerular [TFG] ≥80 mL/min) o con disminución leve de la función renal (TFG: 50-80 ml/min).

Un total de 72 participantes recibieron 300mg una vez al día de tenofovir, mientras que a otros 72 se les administró 1mg de entecavir también en una toma diaria (seleccionados con características demográficas y de función renal semejantes a quienes recibieron tenofovir).

Dos tercios de los participantes eran hombres, el promedio de la edad era de 45 años y el 86% tenían la función renal dentro de los límites de la normalidad.

En su análisis, los investigadores no hallaron diferencias significativas entre las alteraciones de la función renal que experimentaron cada uno de los dos grupos de tratamiento. La tasa de empeoramiento de dicha función fue de 12,9 casos y de 12,5 casos por cada 100 persona-años de seguimiento en los grupos con tenofovir y entecavir, respectivamente (diferencia no significativa).

Los investigadores destacaron la necesidad de controlar la función de los riñones de las personas con VHB tratadas con entecavir o tenofovir, especialmente entre personas de edad avanzada o aquellas que presentan una función renal disminuida antes de iniciar el tratamiento.

Respecto a este último punto, hay que destacar que tenofovir alafenamida fumarato, la nueva versión de tenofovir en investigación, podría suponer una mejora importante en la terapia a largo plazo de la infección por VHB crónica, ya que su perfil de toxicidad es mucho más favorable (sobre todo a nivel renal, el punto débil de la actual formulación de tenofovir). Cabrá esperar que, finalmente, dicha formulación llegue al mercado y que, como algunos activistas piden (véase La Noticia del Día 18/06/2013), no lo haga únicamente como parte de una píldora combinada de tratamiento antirretroviral, sino que exista como fármaco independiente que pueda ser utilizado por las personas con hepatitis B tengan o no VIH.

Fuente: HIVandHepatitis.
Referencias: Gao L, Trinh HN, Li J, et al. Tenofovir Is More Effective Than Entecavir for Achieving Rapid Viral Suppression in HBeAg-Positive Chronic Hepatitis B Patients With High HBV DNA Levels. Digestive Disease Week (DDW 2013). Orlando, May 18-21, 2013. Abstract Sa1009.

Chotiyaputta W, Charatcharoenwitthaya P, Chainuvati SP, et al. Entecavir Is Safe and Highly Effective for Long-Term Treatment of Chronic Hepatitis B Patients: a Single Center Experience. Digestive Disease Week (DDW 2013). Orlando, May 18-21, 2013. Abstract Sa1011.

Nguyen MH, Trinh HN, Chaung KT, et al. Effectiveness of Oral Antiviral Therapy for Treatment-Naive Chronic Hepatitis B (CHB) in Routine Clinical Practice. Digestive Disease Week (DDW 2013). Orlando, May 18-21, 2013. Abstract Sa
1006.

Ha NB, Ku KC, Ha NB, et al. Renal Function in Chronic Hepatitis B (CHB) Patients Treated With Tenofovir Dipivoxil Fumarate (TDF) Monotherapy — a Matched Case Cohort Study. Digestive Disease Week (DDW 2013). Orlando, May 18-21, 2013. Abstract Sa1010.

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