BHIVA 2015: Estrategias para promover el diagnóstico precoz del VIH en el ámbito sanitario

Juanse Hernández
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Ofrecer de manera rutinaria la prueba a personas con enfermedades indicadoras de infección por VIH permitiría detectar casos ocultos

Un estudio europeo que contó con la participación de 20 países ha hallado que ofrecer la prueba de detección del VIH a personas que acuden a los dispositivos sanitarios con síntomas de mononucleosis, linfadenopatía, leucocitopenia, trombocitopenia o neumonía permitió detectar el VIH a un 2,5% de las personas que se sometieron a la prueba y que desconocían que estaban infectadas. Esta tasa sobrepasa de forma significativa el umbral de prevalencia del 0,1% de VIH no diagnosticado a partir del cual la realización rutinaria de la prueba de detección se considera coste-efectiva.

Los resultados de este estudio, que fueron presentados en la conferencia de la Asociación Británica del VIH (BHIVA), celebrada recientemente en Brighton (Reino Unido), ponen de manifiesto la importancia de concienciar a médicos no especialistas en VIH a considerar la prueba de detección en pacientes que pudieran presentar un amplio rango de enfermedades que podrían ser indicadoras de infección por VIH.

Desde el año 2007, médicos especialistas en VIH en Europa están tratando de alentar a otros médicos no especialistas en VIH a ofrecer la prueba de detección a pacientes que presentan determinadas enfermedades indicadoras de infección por VIH. Una enfermedad indicadora de infección por VIH es aquella que se sabe o se cree que está relacionada con una mayor probabilidad de tener VIH (por ejemplo, las que implican un debilitamiento del sistema inmunitario o las infecciones víricas que comparten las mismas vías de transmisión).

En el seno de la iniciativa europea ‘VIH en Europa’ se puso en marcha el proyecto HIDES (Estudio de las Enfermedades Indicadoras de VIH en Europa) con el objetivo de mejorar la tasa de diagnóstico rutinario del VIH. El grupo HIDES considera que el diagnóstico de la infección por VIH en personas con sintomatología de enfermedades indicadoras se enmarcaría, dentro de la buena praxis médica, en un número importante de situaciones clínicas y en un amplio rango de especialidades.  En 2013, este grupo de expertos publicó la guía Enfermedades indicadoras de infección por VIH: Guía para la realización de la prueba del VIH a adultos en entornos sanitarios y que puede consultarse en inglés en el siguiente enlace.

En este nuevo estudio los investigadores quisieron evaluar si la prevalencia de VIH no diagnosticado era superior al 0,1% para cada una de las enfermedades indicadoras lo que demostraría que ofrecer la prueba sobre la base de la condición indicadora que presente el paciente es una estrategia coste-efectiva para la realización de la prueba del VIH. El estudio contó con la participación de 42 dispositivos sanitarios de 20 países de las cuatro regiones europeas. A los médicos se les pidió que ofrecieran de manera rutinaria la prueba de detección del VIH a todos los pacientes (de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años) que presentaran alguna de 14 enfermedades indicadoras de infección por VIH.

Se realizó la prueba del VIH a un total de 9.471 personas (85,1% en centros hospitalarios). La mayoría de ellas nunca se había realizado una prueba de detección del VIH (85,6%). Un total de 235 personas dieron positivo a la prueba lo que supuso una prevalencia muy elevada de VIH no diagnosticado, de un 2,5% (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 2,2-2,8).
Además, un 71,9% de los resultados positivos a la prueba fueron diagnósticos tardíos de VIH (es decir, con un recuento de CD4 por debajo de 350 células/mm3).

Se considera que la prueba rutinaria del VIH es coste-efectiva en cualquier población en la que la prevalencia de VIH no diagnosticado es superior a 0,1%. En este estudio la prevalencia general en personas que presentaban una enfermedad indicativa fue 25 veces mayor que el umbral establecido del >0,1%. Además, la prevalencia se situó por encima del 0,1% en 11 de las 14 enfermedades indicadoras evaluadas:

•    Coinfección por hepatitis B y C: 9,6%
•    Mononucleosis (fiebre glandular): 5,3%
•    Linfadenopatía (hinchazón de los ganglios linfáticos de causa desconocida): 4,4%
•    Leucocitopenia (recuentos bajos de linfocitos totales de causa desconocida) o trombocitopenia (recuentos bajos de plaquetas): 4,0%
•    Hospitalización por neumonía: 3,2%
•    Hepatitis C: 2,3%
•    Dermatitis seborreica (erupción en forma de escamas en la cara, el cuero cabelludo y el pecho): 2,0%
•    Hepatitis B: 1,2%
•    Displasia cervical (lesiones precancerosas en las células cervicales) o cáncer de cuello de útero: 1,0%
•    Linfoma (cáncer de los ganglios linfáticos): 0,7

De forma sorprendente, no se halló ningún caso de VIH no diagnosticado en personas con cáncer anal o cáncer de pulmón. Este dato podría reflejar también la falta de implicación y concienciación sobre la importancia de la prueba del VIH en médicos de estas especialidades: solo se sometieron a dicha prueba 53 y 144 personas, respectivamente, que tenían dichas afecciones. De hecho, un estudio anterior del mismo grupo HIDES, que evaluó la práctica clínica respecto a la prueba del VIH en relación con 6 enfermedades indicadoras (tuberculosis, linfoma no Hodgkin, cáncer anal, cáncer cervical, hepatitis víricas y candidiasis oral), mostró que solo un 31% de las personas con cáncer se sometieron a la prueba del VIH en comparación con un 97% de los pacientes con hepatitis víricas.

De acuerdo con los resultados de los estudios del grupo HIDES, todo parece indicar que las grandes variaciones observadas en el número de personas que se realizan la prueba del VIH dependiendo de la enfermedad indicadora y de la región europea sugieren que la aplicación de la "oferta rutinaria" de la prueba puede haber sido algo irregular.

En España, con el fin de promover el diagnóstico precoz del VIH y disminuir el número de personas con infección no diagnosticada, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, público una guía de recomendaciones dirigida a facilitar al personal sanitario la información y el apoyo necesarios para la realización de la prueba del VIH tanto en el ámbito de la Atención Primaria como en el de la Atención Especializada. Se puede acceder a la guía en el siguiente enlace.

Fuente: Hivandhepatitis / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Rayment M, Kutsyna G, Mocroft A, et al. The effectiveness of indicator condition based HIV testing across Europe: results from HIDES-2, a prospective multi-centre study. 21st Annual Conference of the British HIV Association (BHIVA). Brighton, April 21-24, 2015. Abstract O1.

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