Un estudio sugiere que las herramientas de prevención biomédica pueden contribuir a frenar la propagación del VIH

Miguel Vázquez
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Conseguir el apoyo comunitario en la elaboración de estrategias para lograr su máxima eficacia resulta crucial

Las herramientas de prevención biomédica (en concreto, el tratamiento antirretroviral como prevención [TaSP] y la profilaxis preexposición al VIH [PrEP]) están demostrando tener una enorme efectividad en la prevención de nuevos casos de infección por el VIH. Sin embargo, al mismo tiempo se está detectando un aumento de las tasas de transmisión de otras ITS entre la población de personas con el VIH o en situación de riesgo. Esta evidencia debe tenerse en cuenta en la elaboración de políticas de investigación y salud pública, en las que debería implicarse a agentes comunitarios, según las conclusiones de un estudio publicado en PLOS Medicine.

Hace tiempo que se ha llegado al consenso científico de que una persona con el VIH que tenga la carga viral indetectable gracias a la terapia antirretroviral no transmite el VIH durante las relaciones sexuales (véase La Noticia del Día 10/10/2017). Por otro lado, los datos procedentes de diversos estudios y la experiencia clínica revelan que el uso de Truvada® (tenofovir TDF/emtricitabina) como profilaxis preexposición del VIH tiene una elevada eficacia preventiva y, de hecho, solo se han registrado cuatro infecciones por el VIH en personas que estaban tomando correctamente la profilaxis (véase el Cuarto Boletín Especial de la CROI 2018). La eficacia que demuestran estas intervenciones suscita la esperanza de que ayuden a controlar a largo plazo la propagación del VIH, incluso cuando se utilizan en entornos con tasas bajas de uso del preservativo .

Sin embargo, la adopción gradual de estas intervenciones ha traído consigo un cambio en las conductas sexuales. A medida que los antirretrovirales mejoraban la calidad de vida –y, consecuentemente, la salud sexual– se registró también un aumento en las tasas de infecciones de transmisión sexual entre las personas con el VIH, especialmente (aunque no de forma exclusiva) entre hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH). Por su parte, a medida que la aceptación de la PrEP ha ido ganando fuerza, también se ha registrado una incidencia creciente de ITS, especialmente entre la población masculina.

Así, el número de casos de clamidia, gonorrea y sífilis ha aumentado drásticamente entre los hombres en EE UU y otros países industrializados. Por su parte, la tasa de sífilis es desproporcionadamente elevada entre la población de hombres gais, bisexuales y otros HSH. Además, el número de casos de gonorrea rectal y faríngea está aumentando desproporcionadamente en comparación con los casos de gonorrea uretral (en parte debido a un mayor cribado de esta infección en zonas no genitales del cuerpo).

Este aumento de las tasas de ITS da lugar a numerosos interrogantes, como por ejemplo si realmente esto es una consecuencia inevitable del uso de las herramientas de prevención biomédica del VIH; si es preciso cambiar el modo en que se manejan las ITS en las poblaciones en riesgo de adquirir el VIH; si la elevada incidencia de ITS puede socavar el éxito de la terapia como prevención o la PrEP a largo plazo o en determinadas poblaciones; si deberían promoverse nuevos enfoques de espectro más amplio con sustancias capaces de inhibir no solo el VIH, sino también otros virus; o cuáles serían las principales implicaciones para la investigación clínica de las ITS, entre otros.

Por tanto, existe una necesidad urgente de optimizar los nuevos avances en el tratamiento y la prevención del VIH basados en los fármacos antirretrovirales para reducir el aumento de las incidencias de ITS.

Entre los pasos a realizar estaría la realización de estudios que permitan mejorar el conocimiento del comportamiento del VIH en los compartimentos anogenitales. Por otro lado, a medida que vayan surgiendo otros fármacos candidatos a PrEP, estos tendrán que evaluarse no solo por su capacidad preventiva frente al VIH, sino también por cualquier efecto que pueda tener en la adquisición y transmisión de otras ITS.

En tercer lugar, los autores del artículo sugieren prestar gran importancia a cómo se realiza la implantación de los programas de prevención biomédica. Así, sugieren que las estrategias innovadoras para ofrecer el diagnóstico y el tratamiento de las ITS a las poblaciones clave en situación de alto riesgo de adquirir el VIH (especialmente aquellas que toman PrEP), junto con el uso de datos de vigilancia de ITS podrían facilitar una asignación óptima de recursos. Además, las intervenciones en redes sociales y aplicaciones de móviles dirigidas a la mejora de la salud sexual a través de la difusión del conocimiento y la interacción con los usuarios puede aumentar la vinculación de las poblaciones en situación de riesgo con los servicios apropiados.

Por último, los autores proponen que en el diseño de los ensayos clínicos preventivos se tenga en cuenta también los resultados relacionados con las ITS como variables principales de evaluación.
En sus conclusiones, los autores afirman que aunque la incidencia de las ITS está aumentando al mismo tiempo que otros aspectos positivos de la prevención biomédica, esto también puede reconocerse como una oportunidad para promover la salud sexual, abrazar la diversidad de la expresión sexual y desarrollar enfoques creativos, eficientes e integrales para el estudio de las ITS en el futuro.

Para los autores del artículo, estos resultados deberían servir para abrir un debate sobre el mejor modo de compaginar la financiación de la investigación en el campo del VIH y las políticas de protección de la salud pública, dando énfasis en la participación comunitaria mediante programas de promoción de la salud sexual y el desarrollo de enfoques integrales para los futuros estudios sobre las ITS. Es preciso entablar un diálogo con las comunidades para garantizar que entiendan cuáles son las vías de propagación y manejo del VIH y otras ITS, y establecer estrategias para asegurar que las tasas de esas infecciones disminuyan.

Fuente: UAB News / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Marrazzo JM, Dombrowski JC, Mayer KH. Sexually transmitted infections in the era of antiretroviral-based HIV prevention: Priorities for discovery research, implementation science, and community involvement. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1002485 January 10, 2018

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