Una escala diseñada específicamente para personas con el VIH sigue subestimando su riesgo cardiovascular

Francesc Martínez
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Aunque dicha escala podría tener cierta utilidad en personas de alto riesgo, sigue siendo necesario seguir investigando para desarrollar una herramienta más sensible y específica

Un estudio publicado en HIV Medicine ha concluido que la escala D:A:D (siglas en inglés de recopilación de datos sobre efectos adversos de los fármacos antirretrovirales) no estaría bien calibrada para evaluar adecuadamente el riesgo cardiovascular en personas con el VIH a pesar de que fue diseñada específicamente para ello. No obstante, los investigadores consideran que aún tendría cierta utilidad en aquellas personas con el VIH con riesgo cardiovascular más alto.

El riesgo cardiovascular en personas con el VIH ha sido motivo de preocupación a lo largo de los últimos años (véase La Noticia del Día 22/07/2021). Dos estudios europeos (véase La Notica del Día 03/03/21) coincidieron en señalar la dificultad para evaluar el riesgo cardiovascular en personas con el VIH, debido a que las escalas existentes para determinarlo subestiman el riesgo cardiovascular en la población con el VIH. Entre dichas escalas se encontraba la escala D:A:D, que señalaron como poco práctica y difícil de utilizar. Dicha escala vuelve a ser objeto de análisis en el presente trabajo.

El estudio se centró en evaluar la validez externa de la escala D:A:D a través de su uso en un grupo diverso de personas con el VIH en seguimiento médico. Los investigadores utilizaron datos de un registro institucional de EE UU sobre el VIH que recopila información sobre personas con el VIH atendidas en clínicas para personas con ingresos bajos. Un total de 1.029 personas fueron incluidas en el estudio –que recopiló datos desde 2013 hasta 2019-– Aproximadamente la mitad tenían seguro médico con Medicaid (aseguradora pública para personas con ingresos bajos) o Medicare (aseguradora pública para personas mayores de 65 años o personas con alguna discapacidad) y un 38% no tenían seguro médico.

Los participantes no tenían historial previo de eventos cardiovasculares tales como infarto de miocardio o cirugía cardíaca en el momento de la inclusión en el estudio.

En total, se registraron 78 eventos cardiovasculares durante el estudio: 38 infartos de miocardio, 30 ictus, 6 cirugías cardíacas invasivas y cuatro fallecimientos.

El modelo D:A:D predijo un riesgo cardiovascular a 5 años del 3%, mientras que el riesgo efectivamente observado fue del 9%. Por tanto, la escala D:A:D –como mínimo en la población del presente estudio– estaría subestimando el riesgo cardiovascular de las personas con el VIH.

Aunque el 30% de la población del estudio eran mujeres y el 50% eran personas de etnia negra, el 33% de quienes padecieron un evento cardiovascular eran mujeres y el 56% de quienes lo padecieron eran personas de etnia negra. El efecto contrario se observó entre las personas de etnia blanca, que representaban el 33% de la población del estudio y solo el 30% de los eventos cardiovasculares detectados.

De forma destacable, los niveles de colesterol total o los de colesterol HDL (el “colesterol bueno”) eran similares entre los grupos con o sin eventos cardiovasculares. El historial de tabaquismo tampoco condicionó en el estudio el riesgo cardiovascular.

En cambio, tener diabetes multiplicó por 3 el riesgo de padecer eventos cardiovasculares y tener historial familiar de enfermedad cardiovascular también aumentó significativamente el riesgo de padecerlos.

Aunque los niveles de CD4 no presentaron grandes diferencias, estos fueron inferiores entre quienes padecieron un evento cardiovascular (mediana de 429 células/mm3) que entre quienes no lo padecieron (mediana de 482 células/mm3).

Los investigadores apuntaron que la escala D:A:D muestra preocupantes signos de mala sensibilidad para predecir el riesgo cardiovascular en personas con el VIH, aunque podría ser útil para la toma de decisiones en personas con el VIH y riesgo cardiovascular elevado.

Asimismo, los autores del estudio señalaron que tener o no tener seguro médico podría ser un factor de predicción importante de sufrir eventos cardiovasculares, lo que apuntaría a la necesidad de incluir ítems de tipo social en la valoración del riesgo cardiovascular en personas con el VIH para aumentar la sensibilidad de dichas herramientas. Como se ha apuntado ya en diversas ocasiones, el VIH es una infección con un alto impacto social con repercusiones a muchos niveles, entre ellos el riesgo cardiovascular.

Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt).

Referencia: Anikpo I, Agovi AM, Cvitanovich MJ, et al. The data-collection on adverse effects of anti-HIV drugs (D:A:D) model for predicting cardiovascular events: External validation in a diverse cohort of people living with HIV. HIV Med. 2021 Aug 19. doi: 10.1111/hiv.13147. Epub ahead of print. PMID: 34414654.

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