CROI 2009: La infección por VIH constituye un factor de riesgo cardiovascular

Francesc Martínez
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Su influencia es comparable a la de factores clásicos como el tabaquismo

En el campo de la infección por VIH, el aumento del riesgo cardiovascular se ha asociado, mayoritariamente, al uso de antirretrovirales que, como los inhibidores de la proteasa, pueden producir cambios en los lípidos sanguíneos. Sin embargo, pocos han sido los estudios que han tratado de esclarecer la relación entre la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, en sí misma, y el aumento del riesgo cardiovascular.

Imagen: CROI 2009. Carl Grunfeld (fotografía gTt-VIH)Precisamente éste fue el objetivo de un ensayo llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU), y cuyos resultados fueron presentados por Carl Grunfeld [en la foto] durante la XVI Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada la semana pasada en Montreal (Canadá).

El ensayo, de tipo transversal, incluyó a 433 personas con el virus de la inmunodeficiencia humana del estudio sobre Cambio Metabólico y Redistribución de Grasas en la infección por VIH (FRAM, en sus siglas en inglés) y 5.749 no infectadas por el virus de otros estudios, que actuaron como controles. Las personas de ambos grupos no habían padecido problemas cardiovasculares al inicio del ensayo. El rango de edad se situó entre los 37 y los 78 años.

Al principio, los participantes del estudio FRAM eran más jóvenes que los controles (mediana de edad de 49 y 60 años, respectivamente). También había más hombres entre las personas con VIH (70 y 47%, de manera respectiva). Además, entre éstas había más personas fumadoras o ex fumadoras, y sus niveles de colesterol total y triglicéridos eran más altos. La mayor parte de ellas (90%) tomaba tratamiento antirretroviral.

El método utilizado para calcular el riesgo cardiovascular fue la evaluación mediante ultrasonidos del grosor de la arteria carótida (en concreto, el grosor de la capa íntima-media [IMT, en sus siglas en inglés]) en dos puntos: un segmento conocido como la carótida común –que en estudios anteriores no había mostrado diferencias significativas- y la carótida interna, que, por su mayor proximidad al cerebro, constituye un mejor marcador de la inflamación causada por el VIH debido al flujo sanguíneo turbulento presente en esta zona. En diversos ensayos, se ha asociado el engrosamiento de la arteria carótida con un mayor riesgo de padecer acontecimientos cardiovasculares tales como el infarto de miocardio.

En la carótida interna, la mediana del IMT máximo fue de 1,17 ± 0,50mm en el grupo con VIH y de 1,06 ± 0,55mm en el grupo control (p <0,0001). Tras un ajuste multivariable según características demográficas (edad, género y etnia) y factores de riesgo cardiovascular tradicionales (tabaquismo, diabetes, colesterol total, colesterol HDL y presión arterial diastólica y sistólica), la diferencia se vio sólo ligeramente atenuada (+0,148mm; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,072-0,224; p= 0,0001).

Imagen: Sección de una arteria con ateroesclerosisEn el caso de la carótida común, la infección por VIH también se asoció de forma independiente con un mayor IMT (+0,033mm; IC95%: 0,010-0,056; p= 0,005). El hecho de que la diferencia sea mucho más pequeña podría explicar que, en otros estudios, ésta no alcanzara valores significativos.

La influencia del VIH sobre el IMT fue similar a la de otros factores frecuentemente relacionados con el riesgo cardiovascular, como el tabaquismo, asociado a un mayor grosor de la capa íntima-media (mediana del IMT máximo en carótida interna: +0,173mm y mediana del IMT máximo en carótida común: +0,020mm). La asociación entre el VIH y el IMT se evidenció de modo más intenso en mujeres que en hombres.

Según estos hallazgos, el equipo de investigadores concluyó: “Tras un ajuste por factores de riesgo de enfermedad cardiovascular tradicionales y a partir de las mediciones del IMT de la carótida, la infección por VIH se relaciona con ateroesclerosis más extensiva”.

Como afirmó Grunfeld en rueda de prensa: “Hasta que no sepamos más sobre esta relación, aconsejaría [a las personas con VIH] que modifiquen los factores clásicos de riesgo cardiovascular”.

Fuente: Aidsmeds.com / Elaboración propia
Referencia: Grunfeld C, et al. HIV infection is an independent risk factor for atherosclerosis similar in magnitude to traditional cardiovascular disease risk factors. 16th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. February 8-11, 2009. Montreal (Canada). Abstract 146.

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