La inflamación asociada al VIH se observaría ya en fases tempranas de la infección

Francesc Martínez
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Algunos de los biomarcadores se normalizarían tras iniciar el tratamiento antirretroviral, pero no todos

Un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases ha concluido que la inflamación asociada a la infección por VIH tendría lugar desde fases muy tempranas de la infección, incluso antes de que las pruebas de detección del VIH de cuarta generación sean capaces de detectar la infección.

Muchos de los biomarcadores de activación inmunitaria e inflamación no se normalizan tras el inicio de la terapia antirretroviral incluso en el caso de que se inicie dentro de la fase de infección primaria ( véase La Noticia del Día 16/03/2015 ). No obstante, el inicio de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) suele tener un papel importante en la normalización en los niveles de biomarcadores, aunque no en los de todos ellos ( véase La Noticia del Día 10/02/2015 ). Los niveles alterados de biomarcadores de inflamación se han relacionado con la aparición de enfermedades no definitorias de sida ( véase La Noticia del Día 18/05/2016 ), por lo que la investigación a este nivel es importante para mejorar la calidad y la esperanza de vida de las personas con el VIH.

Para arrojar un poco más de luz a este asunto, los autores del presente estudio midieron diversos biomarcadores de inflamación de forma prospectiva en participantes de un estudio que evaluaba el inicio del tratamiento antirretroviral durante la primoinfección en Bangkok (Tailandia). Todos los participantes habían adquirido el VIH recientemente y fueron clasificados en tres grupos en función del tiempo tras la exposición de riesgo al VIH: grupo 1 (con una mediana de 12 días tras la exposición), grupo 2 (con una mediana de 17 días) y grupo 3 (con una mediana de 18 días).

Todos los participantes iniciaron la TARGA tras el diagnóstico, hecho que permitió a los investigadores observar cómo variaban los biomarcadores a lo largo del tiempo. Además de dicho análisis, los investigadores también compararon los niveles de los biomarcadores con los de controles sin VIH de características similares a los participantes infectados.

Los biomarcadores medidos fueron proteína C reactiva (CRP, en sus siglas en inglés), ácido hialurónico (biomarcador de fibrosis) receptor soluble de la interleuquina L6 [sIL-6R, en sus siglas en inglés], factor de necrosis tumoral [TNF, en sus siglas en inglés], dímero D, péptido de unión a ácidos grasos intestinales [I-FABP, en sus siglas en inglés], la forma soluble del clúster de diferenciación 14 (sCD14, en sus siglas en inglés, un marcador de translocación bacteriana y de activación de monocitos) y sGP130 (sialoglicoproteína 130).

Dichas mediciones se realizaron al inicio del estudio y periódicamente hasta las 96 semanas.

Durante la infección aguda se observaron niveles elevados de CRP, TNF, sIL-6R, I-FABP, sCD14, ácido hialurónico y dímero D .

El inicio precoz de la TARGA conllevó la normalización de las concentraciones de TNF, sIL-6R y dímero D . Sin embargo, dicho inicio precoz se asoció a una elevación de los niveles de I-FABP.

Los niveles de CRP, sCD14 y ácido hialurónico fueron disminuyendo progresivamente después de iniciar la TARGA, aunque manteniéndose -en todo caso- por encima de los valores observados en personas no infectadas por el VIH .

Niveles elevados de sCD14, CRP y dímero D se relacionaron con mayores niveles de ADN del VIH integrado en células mononucleares de sangre periférica o del intestino. Los descensos en los niveles de sCD14 y CRP se asociaron a incrementos en los niveles de CD4 .

Los resultados del presente estudio muestran cómo el tratamiento antirretroviral es capaz de controlar los niveles de determinados biomarcadores de inflamación que se elevan por causa de la infección por el VIH. Sin embargo, dicha intervención terapéutica no puede controlar los niveles de otros biomarcadores de inflamación, lo que podría explicar por qué determinadas patologías en las que la inflamación supone un factor de riesgo (por ejemplo las de tipo cardiovascular) son mucho más frecuentes entre personas con VIH (a pesar de tener bajo control antirretroviral su infección) que en la población general.

A raíz de estos resultados y de los de muchos otros estudios que han apuntado en la misma dirección, se hace necesario el desarrollo de nuevos agentes terapéuticos capaces de regular los niveles de inflamación del organismo, que podrían mejorar la calidad y la esperanza de vida tanto de las personas con VIH como de la de aquellas con patologías en las cuales la inflamación juega un papel pernicioso.

Fuente: BETA Blog / Elaboración propia ( gTt ).

Referencias: Hunt, P. Very Early ART and Persistent Inflammation in Treated HIV. Clin Infect Dis. January, 2017.

Sereti, I. and colleagues. Persistent, Albeit Reduced, Chronic Inflammation in Persons Starting Antiretroviral Therapy in Acute HIV Infection. Clin Infect Dis. January, 2017.

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