Un metanálisis arroja cierta evidencia sobre el beneficio de los programas de apoyo entre iguales en la atención del VIH

José Fley
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Si bien las intervenciones de apoyo entre pares se muestran beneficiosas para retener en la atención médica, mantener una buena adherencia y alcanzar y mantener la supresión viral, no se ha observado un impacto similar para otros resultados psicosociales y médicos evaluados

Una revisión sistemática ha revelado que los pacientes con el VIH que reciben apoyo entre iguales obtienen mejores resultados en salud en términos de retención en el seguimiento clínico, adherencia al tratamiento antirretroviral y supresión viral que los pacientes que no reciben dicho apoyo. Este es el principal hallazgo de un estudio noruego publicado en PLoS ONE. De acuerdo con los investigadores, los programas de apoyo entre iguales podrían contribuir a la mejora de esos tres ámbitos en la atención de las personas con el VIH. Sin embargo, los investigadores no hallaron indicios sólidos sobre el beneficio de dichos programas para otros resultados psicosociales y médicos evaluados.

La educación y el apoyo entre iguales es el proceso de compartir a nivel individual información, actitudes y comportamientos por personas no expertas en educación, pero cuyo fin es educar. Entre los beneficios de este tipo de programas se incluye la capacidad de los educadores pares de actuar como agentes de influencia social. Las bases sobre las que se sustenta esta influencia están definidas por la teoría de la influencia social. En este sentido, la persona igual o par se convierte en una persona modelo creíble y legítima por su experiencia con el proceso. Esta credibilidad hace que la información que transmita, como, por ejemplo, la relacionada con el tratamiento antirretroviral, pueda ser en ocasiones más influyente que aquella que proporcionan algunos profesionales. Además, la identificación que se produce entre ambas partes puede contribuir a que la persona con el VIH atendida se involucre de forma más activa y participativa en la adherencia y en el cuidado de su salud.

Además, las personas iguales tienen un papel importante en el fomento del empoderamiento y de la percepción de autoeficacia. Como se ha visto en los resultados de diversos estudios, la percepción de autoeficacia es un facilitador relevante de la adherencia al tratamiento antirretroviral. La percepción de autoeficacia es la valoración que hace la persona de la medida en que cree tener la capacidad y los recursos personales necesarios para hacer frente a las diversas situaciones a que se enfrenta en su vida diaria. La observación de la experiencia de la persona par con su proceso de salud y con la adherencia al tratamiento antirretroviral, puede facilitar la percepción de autoeficacia y la sensación de controlabilidad de la persona con el VIH a la que está prestando apoyo. Además de la percepción de autoeficacia, el apoyo social que proporciona la persona par, puede ayudar a reducir el sentimiento de indefensión y aumentar el de competencia, favoreciendo todo ello el empoderamiento de la persona con VIH. Muchas unidades de VIH cuentan con programas de apoyo entre iguales. Sin embargo, la evidencia que sustenta el beneficio de dichos programas es limitada.

Con el objetivo de arrojar más luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores noruegos realizó una revisión sistemática e identificó 20 ensayos de distribución aleatoria con grupo control que habían evaluado la efectividad de intervenciones basadas en el apoyo entre iguales. Para ser incluidos en el análisis, los estudios debían tener, como mínimo, una hora de intervención presencial con un educado par con el VIH. Todos los participantes fueron mayores de 18 años. La mitad de los estudios se realizaron en EE. UU y el resto en Nigeria, Uganda, Sudáfrica, Kenia, Mozambique, Vietnam, China y España.

Los estudios proporcionaron siete resultados principales que incluyeron la retención en la atención, el inicio del tratamiento antirretroviral, la adherencia al tratamiento, el recuento de células CD4, la supresión viral, la calidad de vida y la salud mental. Los resultados adicionales evaluados fueron la adherencia a la atención, las conductas de riesgo y el estigma.

Se incluyó una variedad de poblaciones en los estudios finalmente elegidos. Tres programas estuvieron dirigidos específicamente a hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH); otros tres incluyeron personas trans y otro se dirigió a mujeres cis. Sin embargo, no hubo estudios que incluyesen a trabajadoras sexuales. La población evaluad fue una mezcla de personas que recién comenzaban con el tratamiento antirretroviral y personas que ya lo estaban tomando desde hacia tiempo. Los investigadores tenían como objetivo agrupar los artículos para compararlos con criterios de valoración similares para aumentar la validez de los resultados.

Al examinar cinco estudios que analizaron la retención en la atención clínica en pacientes con el VIH que habían participado en intervenciones de apoyo entre iguales en comparación con los que no lo habían hecho, se hallaron indicios estadísticamente significativos de que estas intervenciones a los 12 meses lograron una ligera mejoría en la retención en la atención. Sin embargo, los resultados a los seis meses fueron muy diferentes entre los diferentes estudios y los propios investigadores concluyen que “el resultado debe interpretarse con cautela”.

Se compararon ocho de los estudios de una multitud de países para determinar la adherencia al tratamiento antirretroviral durante un período de seguimiento de 3 a 12 meses. En general, la adherencia se definió como haber tomado al menos un 90% de tratamiento antirretroviral en la semana anterior y se halló que el apoyo entre iguales fomentaba la adherencia al tratamiento. Sin embargo, de manera similar a los estudios que analizaron la retención, hubo muchas diferencias entre los estudios por lo que estos resultados también deben “interpretarse con precaución”.

Ninguno de los dos estudios que examinaron el inicio del tratamiento antirretroviral halló datos estadísticamente significativos para respaldar el uso de intervenciones de apoyo entre pares para alentar a las personas con el VIH a comenzar el tratamiento antirretroviral. De manera similar, los cinco estudios que examinaron el recuento de células CD4 fueron demasiado diferentes para compararlos y no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo que participó en una intervención de apoyo entre pares y el que no.

En general, se consideró supresión viral a una determinación de la carga viral por debajo de 100 copias /ml y hubo ocho estudios diferentes que analizaron este resultado clínico. Los resultados variaron mucho entre los estudios y muchos fueron demasiado diferentes para compararlos entre sí. En algunos los programas de apoyo entre pares se mostraron beneficiosos. Cuando los investigadores combinaron los datos de dos estudios para comparar las cargas virales después de 24 meses, se observó que los pacientes que habían recibido intervenciones de apoyo entre iguales tenían casi el doble de probabilidades de tener una carga viral indetectable que los que no habían recibido dicho apoyo. La mayoría de estos datos provienen de un gran estudio de Uganda, mientras que el estudio más pequeño de Vietnam no mostró pruebas convincentes similares de que el apoyo entre iguales fomentara la supresión viral.

Solo hubo tres estudios que analizaron la calidad de vida y estos no encontraron evidencia sólida de que el apoyo de los pares mejorara la calidad de vida de las personas con el VIH. Los dos estudios que analizaron la efectividad de los grupos de apoyo entre pares para la salud mental no proporcionaron evidencia sólida para respaldar su uso. No obstante, en general, se registraron resultados de salud mental más favorables para quienes participaron en los grupos de apoyo entre pares.

Los otros resultados adicionales examinados también mostraron que no había evidencia de que el apoyo entre pares redujera el estigma, aumentara la adherencia a la atención o disminuyera las conductas de alto riesgo para la transmisión del VIH, como, por ejemplo, el sexo anal sin preservativo.

La combinación de los datos en esta revisión fue a menudo difícil, lo que dificulta la interpretación de los resultados del metanálisis. La naturaleza de las intervenciones de apoyo entre pares y su uso en diferentes contextos hace que sea difícil establecer una comparación directa entre los estudios.

Si bien existe alguna evidencia de que el apoyo entre pares puede mejorar la retención en la atención, la adherencia al tratamiento antirretroviral y la supresión viral, muchos de los estudios mostraron una variedad de resultados que deben interpretarse con precaución. Los investigadores concluyeron que “las mejoras modestas pero importantes en los resultados sugieren que los programas de apoyo entre pares se considere un enfoque terapéutico que respalde a los servicios de atención del VIH existentes”.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)

Referencias: Berg RC et al. The effectiveness of peer-support for people living with HIV: A systematic review and meta-analysis. PLoS ONE, 16: e0252623, 2021.

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