Persisten las desigualdades en materia de VIH entre los hombres gais y bisexuales en EE UU

Jordi Piqué
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Se necesitan ampliar las estrategias de tratamiento y prevención del VIH para que lleguen a las poblaciones de forma equitativa, permitiendo que los indicadores de los hombres GBHSH negros y latinos se equiparen a los de los blancos

A pesar del progreso general en la reducción del VIH en EE UU, el descenso de su prevalencia en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) negros y latinos es inferior al de los hombres GBHSH blancos. En cuanto a los indicadores de la atención del VIH -que incluyen el diagnóstico, la supresión viral y el uso de profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP)- los hombres GBHSH negros y latinos se hallan rezagados en comparación con los hombres blancos. Estas son las principales conclusiones del último informe Vital Signs, publicado en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report con motivo del Día Mundial del Sida.

Para acabar con la epidemia del VIH se tienen que abordar los factores sistémicos que convierten las diferencias sanitarias en una injusticia para la salud pública, y eso empieza por reconocer que las disparidades del VIH no son inevitables.

Con el objetivo de ofrecer más evidencia sobre esta cuestión, un equipo de investigadores de la División de Prevención del VIH de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés) analizó los datos del Sistema Nacional de Vigilancia del VIH, de Vigilancia Nacional de las Conductas frente al VIH y Proyecto de Monitorización Médica de 2010 a 2019, la década anterior a la implementación de la iniciativa federal Poner fin a la Epidemia del VIH en EE UU. También se analizaron los datos de 2017 sobre el uso de la PrEP recogidos entre hombres GBHSH sin el VIH en 23 ciudades del país.

Los hombres GBHSH representaron dos tercios de los nuevos casos del VIH en 2019, a pesar de que solo representan el 2% de la población de EE UU. El total de nuevos casos se redujo de aproximadamente 25.100 en 2010 a 23.100 en 2019. Durante la última década, el número de nuevos casos de VIH se mantuvo relativamente estable entre los hombres GBHSH negros, pasando de 9.000 en 2010 a 8.900 en 2019. Los casos aumentaron de forma ligera entre los hombres GBHSH latinos (de 6.800 a 7.900). En cambio, los hombres blancos GBHSH experimentaron un descenso sustancial (7.500 a 5.100 casos). Por grupos de edad, los nuevos casos disminuyeron entre los hombres de 13 a 24 años y de 45 a 54 años, pero aumentaron entre los de 25 a 34 años (de 6.700 a 10.000 casos).

Los indicadores de atención del VIH también quedaron rezagados en el caso de los hombres GBHSH negros y latinos, que tuvieron menos probabilidades de recibir un diagnóstico de VIH y lograr la supresión viral.

Entre los 692.900 hombres GBHSH que se calcula que viven con el VIH en 2019, el 85% en general conocía su estado. Pero los hombres negros (83%) y los latinos (80%) tenían menos probabilidades de ser diagnosticados que los hombres blancos (90%). Los hombres jóvenes de 13 a 24 años eran los que tenían menos probabilidades de conocer su estado serológico (55%).

A lo largo de la cascada de atención del VIH, se estima que el 62% de los hombres GBHSH negros y el 67% de los latinos con un diagnóstico del VIH alcanzaron una carga viral indetectable, en comparación con el 74% de los hombres GBHSH blancos. Esto resulta preocupante porque la supresión viral frena la progresión de la enfermedad y evita la transmisión sexual del VIH (un concepto conocido como ‘Indetectable es igual a Intransmisible’, o U=U). Curiosamente, las tasas de adherencia al tratamiento antirretroviral declaradas fueron menores en los tres grupos (48%, 59% y 64%, respectivamente) que sus tasas de supresión viral. Es más, los hombres GBHSH de raza negra también estaban menos predispuestos a utilizar la PrEP frente al VIH. Solo el 27% de los hombres negros y el 31% de los latinos que podrían haberse beneficiado de esta estrategia preventiva la utilizaban en 2017, en comparación con el 42% de los hombres de raza blanca.

Asimismo, los hombres GBHSH negros y latinos eran menos proclives que los blancos a declarar que habían hablado de la PrEP con un médico del VIH (47%, 45% y 59%, respectivamente). Los hombres de entre 18 y 24 años (27%) o de 55 años o más (24%) tenían una menor probabilidad de utilizar la PrEP que los que se hallaban entre ambos extremos de edad (de 25 a 54 años).

Casi el 80% de los 7.577 hombres GBHSH sin el VIH de la muestra dijeron que se habían sometido a la prueba del VIH en los últimos 12 meses, pero a la mayoría de los que no se habían sometido a la prueba en el último año no se les ofreció una prueba cuando acudieron a un médico. Las tasas de pruebas recientes y la probabilidad de que se les proporcione una prueba no difieren según la raza o el origen étnico.

Por último, los investigadores de los CDC examinaron el estigma asociado al VIH, o las actitudes y creencias negativas sobre las personas con el VIH que pueden contribuir a las disparidades. En respuesta a 10 cuestiones en que se preguntaba por diferentes aspectos del estigma del VIH -con puntuaciones que iban de 0 (ningún estigma comunicado) a 100 (el nivel más alto de estigma comunicado)- los hombres GBHSH negros y latinos obtuvieron una puntuación media de 33 y 31, respectivamente, en comparación con los 26 de los hombres blancos. Los hombres de entre 18 y 24 años obtuvieron la mayor puntuación en cuanto al estigma (39).

Alcanzar el objetivo de acabar con la epidemia del VIH de reducir los nuevos casos en un 90% para 2030 requerirá que al menos el 95% de las nuevas infecciones sean diagnosticadas, que el 95% de las personas diagnosticadas logren la supresión viral y que el 50% de las personas sin el VIH que cumplen los requisitos utilicen la PrEP. Sin embargo, en 2019, solo el 85% de los hombres GBHSH con el VIH recién adquirido fueron diagnosticados, el 68% de los diagnosticados eran indetectables y un tercio de que reunían los requisitos estaban en PrEP.

Los investigadores recomendaron un enfoque “neutro”, en el que los hombres GBHSH participen en los servicios de prevención o tratamiento del VIH independientemente de su estado serológico. Los antirretrovirales de acción prolongada para el tratamiento y la prevención del VIH, por ejemplo, podrían ayudar a ampliar el acceso y fomentar una buena adherencia. Por otra parte, el autodiagnóstico del VIH tiene el potencial de llegar a más hombres GBHSH y reducir el estigma. Los enfoques apoyados por el Programa Ryan White frente al VIH/Sida -que han demostrado reducir las disparidades- podrían ampliarse a todas las clínicas del VIH.

La aceptabilidad de la PrEP frente al VIH se podría mejorar asegurando la disponibilidad de personal dispensador de esta profilaxis en las comunidades más afectadas por el VIH e integrando los servicios de PrEP en los entornos clínicos existentes. La telemedicina, ampliamente adoptada durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, podría desempeñar un papel para algunas personas.

Ahora mismo, la iniciativa federal Poner fin a la Epidemia del VIH en EE UU y las herramientas eficaces de prevención y tratamiento disponibles brindan una oportunidad en décadas para acabar con la epidemia del VIH en el país norteamericano y borrar las flagrantes disparidades sanitarias que se destacan en este informe. Pero trabajar para lograr la equidad para los hombres GBHSH negros y latinos requiere derribar las barreras a las pruebas, la prevención y el tratamiento del VIH.

Como conclusión, los investigadores señalan que los CDC están trabajando con sus socios para ampliar las estrategias de tratamiento y prevención del VIH con base científica de manera que lleguen a las poblaciones de forma equitativa. Para abordar estas desigualdades, los CDC afirman que el país debe llegar a la raíz (ROOT) del problema: recursos (“Resources”) para las comunidades más necesitadas, ya que actualmente no todas pueden aplicar lo progresos más recientes en materia de prevención y atención del VIH; fuera (“Outside”) de la atención sanitaria tradicional, utilizando innovaciones como el autodiagnóstico y los servicios móviles para llegar a las personas allí donde están”); superar (“Overcoming”) el racismo sistémico, la homofobia, el estigma y otras barreras que contribuyen a las disparidades; y un enfoque integral (“Total”) de la persona que aborda el VIH junto a las epidemias interconectadas e integra la prevención y el tratamiento en los servicios que ya están buscando.

Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt-VIH).

Referencia: Pitasi MA, Beer L, Cha S, et al. Vital Signs: HIV Infection, Diagnosis, Treatment, and Prevention Among Gay, Bisexual, and Other Men Who Have Sex with Men — United States, 2010–2019. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2021; 70:1669–1675. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7048e1external icon

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