El tratamiento antirretroviral aumenta la esperanza de vida en 10 años en los países occidentales

Llorenç Solé
Ver otras noticias

Aun así, la esperanza de vida de las personas con el VIH sigue siendo menor que la de la población general

Gracias al tratamiento antirretroviral (TAR), la esperanza de vida de los jóvenes europeos y norteamericanos con el VIH ha aumentado en 10 años. Este aumento se debe en gran medida a las mejoras en los fármacos antirretrovirales, los programas de prevención y diagnóstico precoz, las mejoras en el manejo del VIH resistente, la reducción de las interacciones medicamentosas y el mejor manejo de las infecciones oportunistas y las comorbilidades. Todo ello ha conseguido una reducción progresiva de la mortalidad, en especial de aquellos que empezaron el TAR entre 2008 y 2010, según pudieron observar los autores de este estudio publicado en The Lancet HIV la semana pasada.

Los investigadores del estudio de Colaboración de Cohortes sobre Terapia Antirretroviral (ART-CC, por sus siglas en inglés) llegaron a esta conclusión después de examinar las tasas de supervivencia a los 3 años y de analizar la esperanza de vida en personas con el VIH que empezaron el TAR con, al menos, tres fármacos entre 1996 y 2013. Los datos provienen de 18 cohortes europeas y norteamericanas.

En el estudio se incluyeron los datos de 88.504 personas con el VIH, de las cuales 2.106 (2%) murieron en el primer año de tratamiento y 2.302 (3%) murieron en el segundo o tercer año de tratamiento. Después de ajustar el modelo estadístico por edad, género, grupo de riesgo, recuento de CD4, sida, y carga viral, los investigadores pudieron concluir que aquellas personas que habían empezado el tratamiento entre 2008 y 2010 tenían un menor riesgo de muerte en el primer año de tratamiento que aquellas personas que lo habían empezado entre 2000 y 2003.

La mortalidad en el segundo y tercer año después de iniciar el tratamiento también fue menor en esas personas. Según los autores, esto se debería a que con los nuevos fármacos se consigue una menor carga viral y un mayor recuento de CD4 más rápidamente durante el primer año de tratamiento.

Durante ese primer año, el sistema inmunitario se reestablece y el recuento de CD4 aumenta. Entre 1996 y 1999, este recuento llegaba a unas 370 células/mm3, mientras que entre 2008 y 2010 llegó a 430 células/mm3. Por otra parte, la proporción de personas que llegaba a tener una carga viral indetectable pasó del 71% al 93%, respectivamente.

Entre 1996 y 2010 la esperanza de vida en personas con el VIH de 20 años aumentó en 9 años en el caso de las mujeres y en 10 años en el caso de los hombres. Los autores calcularon que la edad de muerte esperada de un paciente de 20 años, teniendo un recuento superior a 350 células/mm3 en el primer año de tratamiento, era de 78 años, un resultado menor al de otros estudios previos.

Las muertes debidas a causas distintas al sida al cabo de 3 años de tratamiento se redujeron en los pacientes que empezaron la terapia entre 2008 y 2010 comparado con la cohorte que empezó en 2000-2003. Las muertes por problemas cardiovasculares se redujeron en el grupo 2008-2010, debido a una mayor prevención y evaluación de los factores de riesgo, un aumento del uso de medicamentos que reducen las grasas y la reducción del uso de abacavir en pacientes que tienen la carga viral elevada, son positivos al gen HLA-B*5701 (que se asocia con una reacción alérgica potencialmente fatal al fármaco) o tienen un riesgo elevado de infarto de miocardio. También observaron que la mortalidad debida a enfermedades del hígado a los 2 y 3 años de tratamiento era la que más se había reducido.

A pesar de todo ello, no todas las personas tienen los mismos beneficios de la terapia antirretroviral en la esperanza de vida, por ejemplo, aquellas personas que se inyectan drogas no ven reducida sus tasas de mortalidad. Asimismo, aunque las tasas de supervivencia han aumentado mucho, las personas con el VIH siguen teniendo una esperanza de vida menor a la de la población general.

Los investigadores consideran que es poco probable que en el futuro aparezcan fármacos con mayor efectividad y menor toxicidad que los que hay ahora y que, por tanto, la esperanza de vida si tiene que aumentar será debido a los cambios en el estilo de vida. Consideran que hay que trabajar en prevenir los estilos de vida que pueden afectar a la adherencia al tratamiento y a la mortalidad no debida al sida y, también, mejorar el diagnóstico y tratamiento de las comorbilidades en personas con VIH.

En la misma línea apunta también otro estudio realizado en la Universidad de Harvard, que indica que sigue habiendo una diferencia en la esperanza de vida de las personas con el VIH respecto a las personas sin el VIH y que, no todos los pacientes ven reducida su mortalidad. Apuntan que aquellas personas que no son de etnia caucásica, que tienen un historial de inyección de drogas o que empiezan el TAR con un recuento de CD4 bajo, no tienen una mejora en su esperanza de vida gracias al tratamiento.

Sin embargo, consideran que los resultados obtenidos por el estudio internacional no son aplicables a países en desarrollo donde el acceso al TAR es más limitado y donde las personas con VIH padecen un mayor rechazo. En estos países hay más barreras para la detección, el tratamiento precoz y el manejo clínico a largo plazo de la infección, lo que dificulta la aplicación de un enfoque basado en diagnosticar y tratar.

Los autores creen que es importante hacer llegar el mensaje sobre los beneficios del tratamiento a los países en desarrollo, ya que, el estigma, la mayor dificultad para acceder al TAR y el miedo a los efectos secundarios de los fármacos antiguos hacen que las tasas de inicio del tratamiento sean menores. Consideran que la esperanza de vida sólo aumentará si se consigue reducir el número de diagnósticos tardíos.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Trickey, A et al. Survival of HIV-positive patients starting antiretroviral therapy between 1996 and 2013: a collaborative analysis of cohort studies. The Lancet, online edition. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/S2352-3018(17)30066-8 (2017).

Katz, I & Maughan-Brown, B. Improved life expectancy of people living with HIV: who is left behind? The Lancet, online edition. doi: http://dx.doi.org/10.1016/S2352-3018(17)30086-3 (2017).

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD