Los problemas respiratorios se relacionarían con una peor calidad de vida y con problemas de salud mental
Un estudio británico ha hallado que las personas que envejecen con el VIH tendrían peor salud respiratoria que aquellas sin el VIH de edades similares. Además, los problemas respiratorios se asociarían a peores salud mental y calidad de vida. Los resultados fueron presentados en la conferencia anual de la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés), celebrada este año virtualmente por causa de la pandemia por COVID-19 (acrónimo en inglés de enfermedad por coronavirus 2019).
Estudios recientes han evidenciado que los problemas respiratorios serían altamente prevalentes en personas con el VIH, aunque las razones subyacentes no han sido convenientemente detalladas (véase La Noticia del Día 29/06/2020). El tabaquismo serían uno de los principales factores asociados, pero no podría explicar por sí solo la prevalencia observada de enfermedades respiratorias entre personas con el VIH.
Con el objeto de arrojar más luz sobre este asunto, investigadores británicos analizaron los datos de los participantes de la cohorte POPPY, un estudio tipo observacional y transversal que cuenta con tres grupos de participantes: personas con el VIH mayores de 50 años, personas con el VIH menores de 50 años y personas sin el VIH mayores de 50 años.
El grupo de personas sin el VIH fue incluido en el estudio a través de clínicas de salud sexual y centros comunitarios para intentar que los perfiles fueran similares a los de los participantes con el VIH con la única diferencia del estado serológico al VIH. Para la comparación, se emparejó a los participantes por criterios demográficos y de estilo de vida.
Los síntomas respiratorios fueron referidos por los propios participantes (no por evaluación clínica) a través de un cuestionario validado (el cuestionario St Geoges sobre síntomas respiratorios de enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC]) que evalúa síntomas tales como tos o disnea y su impacto sobre la calidad de vida. En aquellos casos en los que la tos iba asociada a flemas la mayor parte del tiempo, los participantes eran clasificados como personas con bronquitis crónica.
Finalmente, el estudio analizó datos de 315 personas mayores de 50 años con el VIH, 152 personas jóvenes con el VIH y 152 personas mayores de 50 años sin el VIH. El 80% de los participantes eran hombres, el 87% de etnia blanca y los niveles educativos eran altos. La mediana del índice de masa corporal era de 25,7 Kg/m2.
Aunque el consumo de tabaco era más habitual en el grupo de personas jóvenes con el VIH, entre el 55% y el 61% de cada grupo eran fumadores activos o exfumadores. El uso de drogas recreativas era más frecuente entre las personas jóvenes con el VIH y menos frecuente en personas mayores de 50 años sin el VIH.
La puntuación del cuestionario de síntomas era de 17,7 puntos en personas mayores con el VIH, de 17,5 puntos en personas jóvenes con el VIH y de 9,0 puntos en personas mayores de 50 años sin el VIH (a mayor puntuación, más síntomas de problemas respiratorios). Para poner en contexto estos resultados, los hombres sanos tienen, en promedio, puntuaciones de 7,6 puntos; aquellos con EPOC 22,5 puntos y aquellos con asma 32,8 puntos. Las mujeres tienden a tener menores puntuaciones.
En el estudio POPPY los síntomas fueron más frecuentes en hombres, de etnia blanca, fumadores activos, exfumadores, usuarios de drogas recreativas y aquellas personas con menores niveles educativos. Los investigadores no pudieron identificar el impacto de factores tales como los niveles de CD4 actual, de CD4 nadir, de CD8, la carga viral o el historial de diagnóstico de sida.
Tras ajustar los resultados en función de los parámetros sociodemográficos que sí fueron incluidos en el estudio, las personas con el VIH mayores de 50 años presentaron puntuaciones superiores en un 119% a las observadas en las personas sin el VIH mayores de 50 años (p= 0,0001).
El 14% de las personas con el VIH mayores de 50 años, el 9,2% de las personas jóvenes con el VIH y el 3,3% de las personas mayores de 50 años sin el VIH presentaban síntomas de bronquitis crónica. Tras realizar diversos ajustes, tanto las personas jóvenes como las mayores de 50 años con el VIH presentaron una probabilidad cuatro veces mayor de presentar bronquitis crónica que la de las personas mayores de 50 años sin el VIH.
La ausencia de relación entre los síntomas respiratorios y los parámetros clínicos específicos del VIH sorprendió a los investigadores. En ese sentido, concluyeron que ello reflejaría un posible impacto de factores de estilo de vida, demográficos o clínicos no medidos en el estudio.
Los investigadores sí hallaron una asociación fuerte entre los síntomas respiratorios, la salud mental y la calidad de vida. Así, aquellos con síntomas respiratorios presentaron más síntomas depresivos y sentían tener menos energía, problemas para realizar actividad física y una vida social más restringida.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencias: Sabin CA et al. Respiratory symptoms and chronic bronchitis in people with HIV and demographically similar HIV-negative controls: prevalence and risk factors. British HIV Association conference, abstract O14, November 2020.
Sabin CA et al. Respiratory symptoms and chronic bronchitis in people with and without HIV infection. HIV Medicine, online ahead of print, 6 September 2020 (open access). https://doi.org/10.1111/hiv.12955
