EACS 2019: Gran brecha en la consecución de los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA entre Europa oriental y occidental

Marta Villar
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Europa deberá mejorar las medidas de prevención, normalizar el uso de las pruebas del VIH y ampliar la cobertura de acceso al tratamiento antirretroviral

Los objetivos 90-90-90 fijados por ONUSIDA para poner fin a la epidemia del VIH en 2030 no se cumplirían en gran parte de Europa Oriental debido al escaso acceso al tratamiento antirretroviral. Esta fue una de las declaraciones de Anastasia Pharris, del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), durante la conferencia inaugural de la XVII Conferencia Europea del Sida (EACS 2019) que tuvo lugar la pasada semana en la ciudad de Basilea (Suiza).

Para poner fin a la epidemia del VIH en 2030, ONUSIDA ha fijado el objetivo 90-90-90, que establece que, para 2020 al menos el 90% de las personas con el VIH estén diagnosticadas; que, al menos, el 90% de las personas diagnosticadas tomen tratamiento antirretroviral; y que, al menos, el 90% de las personas tratadas tengan una carga viral indetectable. Esto equivale a que, como mínimo, el 73% del total de las personas con el VIH (incluyendo a las no diagnosticadas) tenga una carga viral indetectable.

Según el ECDC se estima que cada día se producen aproximadamente 400 nuevas infecciones por el VIH en Europa. Asimismo, alrededor de 438.000 personas continúan sin saber que están infectadas y, aproximadamente, un millón de personas con el VIH no reciben tratamiento en Europa. Uno de los motivos que explican la alta tasa de nuevas infecciones es el diagnóstico tardío. Se calcula que el tiempo promedio desde la infección hasta el diagnóstico es de 2,9 años. Por ello, la normalización de las pruebas de VIH en la práctica general ayudaría a superar la estigmatización del VIH y a reducir el tiempo entre la infección y el diagnóstico.

La tasa de nuevas infecciones por el VIH ha disminuido en un 30% en Europa occidental desde 2007; sin embargo, en el caso de Europa oriental ha aumentado en un 60%. Mientras que la mitad de las nuevas infecciones en Europa occidental se producen entre los hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH), una cuarta parte de las infecciones en Europa oriental se producen en personas usuarias de drogas inyectables (UDI), una cuarta parte en hombres heterosexuales y otra cuarta parte en mujeres heterosexuales. En Europa del Este el mayor crecimiento se ha producido en hombres y mujeres heterosexuales mayores de 30 años, donde la tasa de nuevas infecciones ha aumentado hasta duplicar la del año 2007.

Pese a que el diagnóstico tardío es un desafío en Europa, las tasas generales de diagnóstico de VIH son superiores a las de otras regiones del mundo. En lo que se refiere al primer objetivo (conseguir que el 90% de las personas con el VIH estén diagnosticadas), alrededor del 80% de las personas con el VIH en la región europea conocen su estado serológico y más de la mitad de los países europeos ya han cumplido este objetivo o están a punto de hacerlo.

Respecto al segundo objetivo (90% de las personas diagnosticadas en tratamiento ) se ha abierto una brecha importante entre Europa oriental y occidental: solo el 65% de las personas que han recibido un diagnóstico del VIH reciben tratamiento antirretroviral . Pese a que desde el año 2015 440.000 personas han iniciado el tratamiento, aproximadamente un millón de personas con el VIH no están recibiendo tratamiento y la derivación a los servicios de atención tras el diagnóstico resulta especialmente lenta en el este europeo.

En cuanto al tercer objetivo (que el 90% de las personas en tratamiento tengan una carga viral indetectable), a pesar de que el 86% de las personas en tratamiento -considerando el conjunto de Europa- tienen una carga viral indetectable, debido a la brecha en el tratamiento cerca de 1,2 millones de personas siguen viviendo con una carga viral detectable. En los 36 países de la región europea que pueden ofrecer datos al respecto de forma continua, la supresión viral entre todas las personas que viven con el VIH es del 44%. Como resultado, la incidencia del VIH no está disminuyendo.

Se observan grandes disparidades entre las poblaciones clave. El 87% de los GBHSH son diagnosticados, el 77% está en tratamiento y el 70% tiene una carga viral indetectable en los países que aportan datos respecto a ello. Sin embargo, los resultados son más bajos para las personas usuarias de drogas inyectables. En este caso, a pesar de que el 90% de las UDI con el VIH están diagnosticadas, solo el 50% toma tratamiento y apenas el 39% de esta población tiene una carga viral indetectable.

Según los expertos, Europa no cumplirá los objetivos de ONUSIDA a menos que aborde la brecha en la prevención, incluyendo medidas de reducción de daños para las personas usuarias de drogas inyectables, el aumento de la cobertura de la profilaxis preexposición (PrEP) y la dispensación de preservativos, así como la normalización de la realización de pruebas y la ampliación de la cobertura del tratamiento antirretroviral.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )

Referencia: Pharris A. 90-90-90 goals in Europe: In action. Conference opening. 17th European AIDS Conference, Basel, 6 noviembre de 2019.

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