IAS 2011: VIH, terapia antirretroviral y fracturas óseas

Francesc Martínez
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El uso acumulativo tanto de tenofovir como de lopinavir/ritonavir podría incrementar el riesgo de padecerlas

Según un estudio llevado a cabo por investigadores de EE UU y presentado en la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés), celebrada el pasado mes de julio en Roma (Italia), el empleo acumulativo de tenofovir (Viread®, también en Truvada® o Atripla®) o lopinavir/ritonavir (Kaletra®) aumenta el riesgo de sufrir fracturas asociadas con pérdidas de masa ósea.

Los investigadores analizaron los resultados de más de 56.000 personas incluidas en el registro de casos clínicos del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE UU y que habían sido atendidas entre 1988 y 2009.

Diversos estudios habían ya observado una mayor tendencia de las personas con VIH a experimentar pérdidas de masa ósea (véase La Noticia del Día 05/11/2010), pero el elevado tamaño de la muestra examinada en el presente análisis hacía que sus resultados tuvieran un especial interés.

Las causas que generan la reducción de densidad mineral ósea en personas con VIH no se conocen de forma precisa, pero algunos estudios han concluido que puede ser el resultado de una combinación de factores, entre los que destacan tener una edad avanzada, la propia infección por VIH y algunos antirretrovirales.

Dado que en algunos estudios se había relacionado la pérdida de hueso con las llamadas fracturas por fragilidad, causadas por caídas y que afectan, normalmente, a muñecas, cadera o vértebras, los autores del presente ensayo se centraron en la incidencia de este tipo de fracturas y su relación con diversos factores.

La incidencia de fracturas por fragilidad fue de 1,61 por cada 100 persona-años de seguimiento durante la era anterior a la introducción de la terapia anti-VIH combinada y de 4,06 a partir de que esta fue introducida. Los investigadores consideraron que este aumento podría ser debido a la eficacia del tratamiento antirretroviral, ya que permitía que las personas con VIH envejecieran y, por tanto, que fueran más susceptibles de experimentar fracturas.

Al analizar en conjunto todos los registros del estudio, los factores que se asociaron de manera significativa con un mayor riesgo de fracturas por fragilidad fueron: ser de etnia blanca (p <0,0001), tener una edad avanzada (p <0,0001), ser fumador (p= 0,003) presentar coinfección por el virus de la hepatitis C (VHC) [p <0,0001] y presentar un bajo índice de masa corporal (p <0,007).

Al restringir los resultados al período posterior a la introducción de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), es decir, a partir de 1996, se apreciaron asociaciones entre el uso de antirretrovirales y el riesgo de fracturas por fragilidad.

Así, tras ajustar los resultados en función de diversos factores, el análisis reveló que cada año de tratamiento con tenofovir incrementaba el riesgo de fracturas causadas por fragilidad en un 12% (cociente de riesgo [CR]: 1,12; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,03-1,21; p= 0,011).

Mientras que en este modelo el impacto de lopinavir/ritonavir sobre las fracturas no fue significativo, un segundo modelo -que incluía un menor número de factores de ajuste, puesto que no contemplaba la exposición simultánea a otros antirretrovirales- halló que cada año de tratamiento con lopinavir/ritonavir incrementaba el riesgo de fracturas por fragilidad en un 8% (CR: 1,08; IC95: 1,01-1,15; p= 0,026).

Los autores del estudio destacaron que, aunque significativa, la asociación entre el empleo de lopinavir/ritonavir o tenofovir y el aumento del riesgo de fracturas por fragilidad no era tan importante como la observada con otros factores tales como la etnia, el tabaquismo o la edad.

A pesar de la solidez que el gran tamaño de la muestra confiere a los resultados del estudio, hay que tener en cuenta que se trata de un ensayo retrospectivo con un alto número de posibles sesgos y limitaciones. Por este motivo, y para su correcta interpretación, estos resultados deberían ser respaldados por los de otros ensayos que trataran de establecer los mecanismos subyacentes a la vinculación entre el empleo de determinados antirretrovirales y el riesgo de padecer fracturas por fragilidad.

Fuente: HIVandHepatitis.

Referencia: Bedimo R, et al. Osteoporotic fracture risk associated with cumulative exposure to tenofovir and other antiretroviral agents. 6th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. Rome. July 17-20, 2011. Abstract MOAB0101.

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