El cambio de tenofovir DF por tenofovir alafenamida produciría importantes aumentos en los niveles de colesterol

Francesc Martínez
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Entre quienes ya tomaban estatinas para tratar la hipercolesterolemia antes del cambio no se detectaron cambios significativos en los niveles de colesterol

Un estudio llevado a cabo en Dublín (Irlanda), publicado en AIDS, ha concluido que en personas que cambian sus regímenes antirretrovirales basados en tenofovir disoproxilo fumarato (TDF, equivalente farmacéutico genérico [EFG], Viread®, en Truvada®, Atripla®, Eviplera® y Stribild®) por aquellos basados en tenofovir alafenamida fumarato (TAF, Vemlidy®, en Descovy®, Biktarvy®, Odefsey®, Symtuza® y Genvoya®), la probabilidad de tener unos niveles de colesterol total elevados aumentó tres veces. En el caso del colesterol LDL, el aumento de la probabilidad de tener niveles elevados fue del 50%. De forma interesante, entre quienes tomaban estatinas para controlar los niveles de colesterol antes del cambio, no se observaron elevaciones en los niveles de colesterol tras pasar de TDF a TAF.

El desarrollo de TAF permitió minimizar la toxicidad renal (véase La Noticia del Día 17/07/2019) y ósea típicamente asociadas al uso de TDF, aunque en diversos estudios ya comenzó a observarse la aparición de problemas en los niveles de lípidos tras el cambio (véase La Noticia del Día 13/11/2019).

Los diversos datos que iban apareciendo pusieron de manifiesto la necesidad de diseñar un estudio consistente dirigido a establecer si el cambio de TDF a TAF tenía efectos significativos sobre los niveles de colesterol, lo que llevó a un equipo de investigadores al diseño del presente estudio.

De un total de 238 personas atendidas en dos clínicas especializadas en VIH de Dublín –que habían pasado a tomar TAF entre enero de 2016 y julio de 2017– se disponía de mediciones de niveles de lípidos antes y después del cambio en 194 de ellas. Un total de 164 de estas personas habían cambiado de TDF a TAF y fueron el grupo finalmente seleccionado para el estudio.

La mayoría de los participantes cambiaron otros fármacos además de TDF de forma simultánea –lo que podría producir sesgos en el análisis– pero hasta en un 44% de los casos (72 participantes) el único cambio fue TDF por TAF (el grupo más interesante de cara a los objetivos del estudio).

La edad promedio de los participantes era de 46 años y el 71% eran hombres. El 69% de los participantes eran blancos y el 26% de etnia negra. El 37% habían adquirido el VIH por relaciones heterosexuales, el 21% por compartir material para uso de drogas inyectables y el 33,5% por relaciones sexuales entre hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH). El tiempo promedio tras el diagnóstico de la infección fue de 10 años y el promedio de tiempo en tratamiento antirretroviral, de 7,4 años.

En el momento del cambio, el 90% de los participantes tenían una carga viral inferior a 40 copias/mL y el promedio del recuento de CD4 era de 621 células/mm3.

Tras el cambio, los tratamientos antirretrovirales pasaron mayoritariamente a basarse en inhibidores de la integrasa (que pasaron de ser tomados por el 44% de los pacientes a serlo por parte del 80%).

El 19% del total de participantes ya tomaban fármacos para el control de los niveles de lípidos antes del cambio de tratamiento. A pesar de los aumentos en los niveles de colesterol producidos tras el cambio, solo el 2,1% de los participantes iniciaron el tratamiento de forma posterior al cambio de tratamiento.

Antes del cambio, los niveles promedio de colesterol total eran de 4,6mM y los de colesterol LDL eran de 2,8mM. Se consideran niveles anómalos aquellos superiores a 6,2mM de colesterol total y los superiores a 3,3mM de colesterol LDL.

El porcentaje de participantes con niveles anómalos de colesterol total pasó del 5,2% al 15,5% tras el cambio de TDF a TAF. En el caso de niveles anómalos de colesterol LDL, el porcentaje pasó del 24% al 37% tras el cambio de tratamiento. Los cambios en los niveles de colesterol HDL y triglicéridos no fueron estadísticamente significativos.

En el subanálisis que incluyó solo a aquellos participantes en los que el único cambio había sido TDF por TAF (manteniendo el resto de antirretrovirales del tratamiento inalterados), el promedio de la concentración sérica de colesterol total aumentó en 0,35mM (de forma similar a lo observado en el grupo que incluyó a todos los participantes) y el de la de colesterol LDL aumentó en un promedio de 0,4mM (de forma ligeramente superior a lo observado en el grupo completo).

El 13% de los participantes experimentaron aumentos en la clasificación de riesgo cardiovascular con relación a los niveles de colesterol total y el 24% experimentaron dicho tipo de cambios con relación a los niveles de colesterol LDL.

En un análisis de regresión lineal múltiple, el único factor que predijo un empeoramiento de los niveles de colesterol total o colesterol LDL de forma significativa fue tener unos niveles de dichos parámetros ya elevados antes del cambio.

Si los participantes ya tomaban estatinas para el manejo de los niveles de colesterol, el cambio de TDF a TAF no produjo cambios significativos ni en los niveles de colesterol LDL ni en los de colesterol total.

El presente estudio muestra que el cambio de TDF a TAF en entornos reales se asocia a aumentos significativos en los niveles de colesterol total y colesterol LDL. A pesar de que –por tratarse de un estudio observacional– pueden existir factores de confusión (tales como otras comorbilidades, dieta, factores genéticos, otros fármacos concomitantes, etc.), la relación hallada es de suficiente entidad como para ser tenida en cuenta (especialmente en aquellas personas con el VIH con otros factores de riesgo cardiovascular y que no toman estatinas). Entre las posibles explicaciones se ha apuntado que TDF tiene cierta capacidad para reducir los niveles de colesterol que se perdería al pasar a TAF (pues, aunque TAF contiene tenofovir, la cantidad de tenofovir en las dosis de formulaciones con TAF es muy inferior a la contenida en las dosis de formulaciones con TDF).

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Lacey A et al. Investigating the effect of antiretroviral switch to tenofovir alafenamide on lipid profiles in people living with HIV within the UCD ID Cohort. AIDS, published ahead of print. DoI: http://www.doi.org/10.1097/QAD.0000000000002541. Abstract here. 16 April 2020.

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