CROI 2010: Actualización sobre el ensayo tailandés RV144 de vacunas contra el sida

Miguel Vázquez
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Las candidatas a vacuna probadas tuvieron un efecto pasajero y ofrecieron mayor protección a los participantes en situación de menor riesgo

En la XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas [CROI], celebrada recientemente en San Francisco (EE UU), se presentaron datos adicionales del ensayo tailandés RV144 (en el que se probó una combinación de vacunas en un régimen tipo inducción-refuerzo), los cuales revelaron que no sólo las candidatas ofrecieron más protección a las personas en situación de menor riesgo de infección por VIH, sino que dicha protección duró, aproximadamente, un año antes de desvanecerse.

El pasado mes de septiembre, se anunciaron los resultados del estudio (véase La Noticia del Día 26/10/2009), que marcaron un hito en el mundo del VIH al tratarse de la primera vez que una candidata a vacuna mostraba ser eficaz en la prevención del virus en un ensayo con humanos. No obstante, esta buena noticia abrió, asimismo, numerosos interrogantes, por lo que, para intentar despejarlos, siguen estudiándose los resultados y planeándose nuevas pruebas.

El ensayo RV144 contó con 16.402 pacientes sin VIH [de entre 10 y 30 años] que, a lo largo de un período de 6 meses, recibieron un régimen de vacunación tipo inducción-refuerzo con dos vacunas (ALVAC y AIDSVAX), y que luego fueron sometidos a un seguimiento a lo largo de 3 años. La mayoría de los participantes eran heterosexuales, aunque también hubo voluntarios en situación de especial riesgo, como hombres que practican sexo con hombres, personas trabajadoras sexuales y personas usuarias de drogas inyectables (UDI).

Un hallazgo desconcertante del estudio fue que, al parecer, la vacuna no tuvo efectos sobre la carga viral o el recuento de CD4 en aquellos pacientes que se infectaron por el VIH a pesar de estar vacunados. Es decir, que aunque las candidatas a vacuna consiguieron impedir la infección en algunos pacientes, no tuvieron ningún efecto sobre el curso de la misma entre los que adquirieron el virus.

A pesar de que la eficacia protectora fue (considerando el total de los participantes en conjunto) de un 31%, también se observaron variaciones en función del comportamiento de riesgo que los voluntarios declararon al inicio del estudio. Así, el régimen de vacunación tuvo una eficacia del 40,4% entre el grupo de pacientes considerados en situación de riesgo bajo de infección por el VIH, de un 47,6% entre los de riesgo medio y de apenas el 3,7% entre los voluntarios calificados como en situación de alto riesgo.

El doctor Nelson Michael -del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed- destacó al respecto que los cálculos iniciales de eficacia fueron mucho más elevados –en torno al 50 ó 60%–, pero posteriormente disminuyeron con el tiempo.

Si bien la observación de que la vacuna es más efectiva en los grupos de bajo riesgo es interesante, una posible explicación de este hallazgo podría estar relacionada, precisamente, con el carácter pasajero de la eficacia de la vacuna, dijo. Así, la hipótesis es que aunque las personas en situación de menor riesgo tuvieron más propensión a relajar sus precauciones frente al VIH, lo hicieron dentro del período de tiempo en el que la vacuna ofreció protección, según el doctor Michael.

Los investigadores están ahora trabajando para responder a las preguntas planteadas por el ensayo de la vacuna de Tailandia, en concreto, qué características de la misma confieren protección, si su efecto protector puede ser reforzado y si existen correlaciones de protección (véase Cuestiones Básicas del VAX de noviembre de 2009: “Entender la búsqueda de correlaciones de protección en el RV144”). Los siguientes pasos a tomar incluyen la realización de un ensayo clínico en que los destinatarios de RV144 recibirán un refuerzo a la vacuna, así como un estudio sobre capacidad inmunogénica en el que se tomarán muestras “en los momentos, cantidades y lugares adecuados”, afirmó Nelson Michael.

La vacuna también podría probarse en ensayos clínicos con dos brazos de estudio: uno formado por grupos de población con una incidencia relativamente baja de VIH, y otro integrado por poblaciones con alta incidencia del virus. Se esperan novedades al respecto antes de un año.

Los resultados del ensayo RV144 han suscitado un intenso debate y han puesto de relieve la importancia de realizar estudios de vacunas“, señaló el doctor Alan Bernstein, director ejecutivo de Global HIV Vaccine Enterprise, en una entrevista con Medscape HIV/AIDS.

“Ha supuesto un revulsivo para el campo de las vacunas, pero si se van a hacer más ensayos, tendremos que basarnos en la ciencia que se ha revelado en los últimos 2-5 años”. El doctor Bernstein indicó que los efectos biológicos e inmunitarios de las vacunas contra el VIH se entienden mucho mejor ahora, y que este conocimiento debería aprovecharse en el diseño de nuevos estudios. “Tenemos que aprovechar la mejor ciencia de la que disponemos y usarla en estos ensayos de vacunas contra el VIH, de modo que los próximos que se realicen sean mejores”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia / Medscape.
Referencia: Michael N. RV144 Update: Vaccination with ALVAC and AIDSVAX to prevent HIV-1 Infection in Thai Adults. 17th Conference on Retroviruses & Opportunistic Infections (CROI 2010). San Francisco. February 16-19, 2010. Abstract 74.

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