Los hombres gais sin el VIH confían más en la PrEP que en la carga viral indetectable como estrategia preventiva

Francesc Martínez
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Solo el 18% de los encuestados en un sondeo australiano consideraban que indetectable era igual a intransmisible

Dos artículos publicados en Sexually Transmitted Infections and AIDS & Behavior han concluido que los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) sin el VIH confían más en la profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés) que en la carga viral indetectable de una persona con el VIH como estrategia para prevenir la transmisión del VIH. Solo el 18% consideraban que una persona con carga viral indetectable no podía transmitir el virus.

Para conocer las opiniones de hombres gais, bisexuales y otros HSH australianos acerca de la PrEP, los condones y el tratamiento como prevención, un equipo de investigadores del Instituto Burnet realizó un sondeo online que contó con la participación de hombres de Melbourne y otras áreas del estado australiano de Victoria.

Australia tiene un largo historial de promoción del uso del preservativo y de campañas periódicas de cribado del VIH en gais, bisexuales y otros HSH. Más recientemente se ha dado un gran apoyo institucional al tratamiento como prevención y a la PrEP. De hecho, mientras el presente sondeo era realizado –entre agosto y septiembre de 2016– se estaba realizando un proyecto de demostración de la eficacia de la PrEP en Victoria. No obstante, por aquel entonces la campaña “indetectable es igual a intransmisible” (véase La Noticia del Día 16/05/2018) todavía no había comenzado.

La mitad de los participantes en el sondeo tenían edades comprendidas entre los 25 y los 40 años. La mayoría se identificaba como gay y el 20% había nacido fuera de Australia. Un tercio reportaron prácticas sexuales sin preservativo con parejas esporádicas en los 6 meses anteriores a la participación en el sondeo y la mitad de los participantes referían prácticas sexuales sin preservativo con una pareja estable.

Un total de 844 personas participaron en el estudio, aunque algunas de ellas fueron excluidas de posteriores análisis por tener el VIH. Los datos acerca de las percepciones sobre las relaciones sexuales sin preservativo provinieron de 771 hombres sin diagnóstico del VIH, de los que el 12% tomaba PrEP. Los datos relativos a la percepción de la efectividad de la PrEP y del tratamiento como prevención provinieron de un grupo de 462 participantes que habían respondido a todas las preguntas relevantes al respecto y ni tenían el VIH ni tomaban PrEP.

Respecto a este último subgrupo, el 78% manifestó que la PrEP es una herramienta efectiva para prevenir la infección por el VIH y el 65% estaba de acuerdo con que una persona sin el VIH que toma PrEP tiene pocas probabilidades de infectarse por el VIH. El 74% de estas personas consideraba que los usuarios de PrEP eran “personas responsables” y el 84% de ellas opinaba que los usuarios de PrEP se estaban “protegiendo a ellos mismos”.

En cambio, solo el 18% manifestó estar de acuerdo con que “una persona con carga viral indetectable no puede transmitir el VIH” y únicamente el 20% consideraba que “una persona con el VIH en tratamiento tiene pocas probabilidades de transmitir el virus”.

A pesar del escepticismo mostrado por los encuestados, otros hallazgos mostraron que en el fondo opinaban que el tratamiento tiene un papel en la prevención de la transmisión del VIH, ya que el 37% estaban de acuerdo con que “si cada vez más personas con el VIH tienen carga viral indetectable, mi probabilidad de adquirir el VIH será menor” y el 82% con que “las personas con el VIH deberían tomar tratamiento para proteger a sus parejas”.

Profundizando en el último comentario –que apunta a cierta voluntad de “obligar” a las personas con el VIH a tomar el tratamiento- en el sondeo se detecta que iniciar el tratamiento tras el diagnóstico es contemplado como una norma a seguir según los encuestados. Así, el 84% opinaban que “las personas con el VIH deberían iniciar el tratamiento tan pronto como son diagnosticadas”. En cambio, menos del 10% contemplaban que las personas deberían retrasar el inicio del tratamiento hasta sentirse preparadas o hasta que el tratamiento fuera absolutamente necesario.

La tendencia observada en la cohorte apunta a que los participantes rechazan confiar en la indetectabilidad de sus parejas sexuales para protegerse frente al VIH y optan por mantener sus estrategias preventivas sin cambios, ya que solo el 16% consideraba que “si hay más hombres que toman PrEP, no sentiré la necesidad de usar condones para prevenir el VIH” y únicamente el 12% consideraba que “por causa de la PrEP y el tratamiento antirretroviral, siento una menor necesidad de preguntar a mis parejas sexuales sobre su estado serológico”.

Los 668 hombres que no tomaban PrEP se sentían poco cómodos con la idea de realizar prácticas sexuales sin preservativo (solo el 7% se sentiría cómodo haciéndolo con parejas esporádicas, el 5% con parejas esporádicas de estado serológico desconocido y el 3% con parejas esporádicas con el VIH). En el caso de que la pareja esporádica tuviera VIH y carga viral indetectable, solo el 6% de los encuestados se sentirían cómodos teniendo prácticas sexuales sin preservativo con ella.

Los participantes se sentían más cómodos realizando serosorting (selección de parejas sexuales que tienen el mismo estado serológico al VIH para practicar sexo sin preservativo), a pesar de que se trata de una estrategia de riesgo por no tener en cuenta que una persona con infección reciente puede aún no haber sido diagnosticada y transmitir el virus. Así, el 31% manifestó que se sentirían cómodos realizando prácticas sexuales sin preservativo con una pareja esporádica autodefinida como VIH negativa. Si dicha persona manifestara tomar PrEP, dicho porcentaje descendería hasta el 23%.

Entre los 83 participantes que tomaban PrEP, el sexo sin preservativo estaba mejor visto. El 72% de ellos se sentían cómodos realizando prácticas sexuales sin preservativo con otros usuarios de PrEP y el 64% con otros hombres sin diagnóstico de VIH que no tomaban PrEP.

El 29% de los usuarios de PrEP se sentirían cómodos realizando prácticas sexuales sin preservativo con una persona con el VIH, el 34% con una pareja de estado serológico desconocido y el 48% con una pareja con el VIH y carga viral indetectable.

En el estudio no acaba de quedar claro dónde comienza el desconocimiento acerca de la eficacia del tratamiento como prevención y dónde acaba la desconfianza hacia lo que digan otras personas, es decir, que los participantes prefieren llevar las riendas de la prevención y no confiar en que otros lo hagan por ellos.

No obstante, determinados mensajes tratando de condicionar el inicio del tratamiento de otras personas no resultan muy positivos en el contexto actual en muchos entornos de descriminalización de la transmisión del VIH.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencias: Wilkinson AL et al. Measuring and understanding the attitudes of Australian gay and bisexual men towards biomedical HIV prevention using cross-sectional data and factor analyses. Sexually Transmitted Infections 94: 309-314, 2018. (Abstract.)

Holt M et al. Comfort Relying on HIV Pre-exposure Prophylaxis and Treatment as Prevention for Condomless Sex: Results of an Online Survey of Australian Gay and Bisexual Men. AIDS & Behavior, online ahead of print, 2018. (Abstract.)

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