Un nuevo estudio relaciona el uso de efavirenz con un mayor riesgo de conductas suicidas

Francesc Martínez
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Tener un diagnóstico psiquiátrico previo, un consumo elevado de alcohol o ser más joven fueron factores que también incrementaron dicho riesgo

Un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases ha concluido que el uso de regímenes de antirretrovirales basados en efavirenz (especialidad farmacéutica genérica [EFG]; Sustiva®; también en Atripla®) se relacionarían con un riesgo de ideación suicida que triplicaría el observado en personas con el VIH sin experiencia en tratamientos.

Los resultados se basan en un análisis de datos del estudio START (véase La Noticia del Día 02/06/2015) y van en la línea de lo observado en un reciente metaanálisis de 4 ensayos clínicos del Grupo de Ensayos Clínicos del Sida (ACTG, en sus siglas en inglés). Sin embargo, dichos resultados entran en contradicción con lo hallado en dos estudios observacionales llevados a cabo recientemente y no hallaron dicha relación.

El estudio SMART incluyó a 4.685 personas, de las que el 75% iba a iniciar un tratamiento antirretroviral basado en efavirenz. El 40% de quienes tenían un diagnóstico de enfermedad psiquiátrica recibieron efavirenz, mientras que el porcentaje en quienes no tenían este tipo de diagnóstico era del 77%. Ello se tradujo en que el 3,1% de quienes recibieron efavirenz y el 13,9% de quienes recibieron terapias basadas en otro fármaco tenían un diagnóstico de enfermedad psiquiátrica previo. El 5,2% y el 16,8% de las personas con o sin efavirenz, respectivamente, tomaban fármacos psicotrópicos.

El estudio START se diseñó para evaluar cuál era el momento óptimo para iniciar el tratamiento antirretroviral. Los participantes (con recuentos de CD4 superiores a 500 células/mm3) fueron distribuidos de forma aleatoria para iniciar el tratamiento inmediatamente (grupo de inicio inmediato) o para esperar a que sus niveles de CD4 llegaran a 350 células/mm3, que en aquel momento era el umbral fijado para el inicio del tratamiento (grupo de inicio diferido).

En el estudio, los eventos definidos como conductas suicidas fueron: pensamientos suicidas, intentos de suicidio, suicidios cumplidos, pensamientos sobre autolesiones e intentos de autolesión.

En un total de 28 miembros del grupo de inicio inmediato y 25 del grupo de inicio diferido fueron registradas conductas suicidas durante una mediana de seguimiento de 3,2 años. Ello se tradujo en, respectivamente, tasas de 0,39 y 0,34 casos por cada 100 persona-años de seguimiento. Esta ligera diferencia no fue estadísticamente significativa.

En un segundo análisis, los investigadores compararon la presencia de conductas suicidas del grupo de inicio inmediato (durante todo el seguimiento) y las compararon con las del grupo de inicio diferido (solo durante el período en el cual no tomaban antirretrovirales).

Entre quienes fueron asignados a tomar efavirenz se refirieron conductas suicidas en 18 personas del grupo de inicio inmediato (0,36 casos por cada 100 persona-años de seguimiento) y en 4 de aquellas de inicio diferido (durante la fase sin tratamiento), que supuso una tasa de 0,10 casos por cada 100 persona-años de seguimiento.

Ello llevó al cálculo de que efavirenz incrementó más de 3 veces el riesgo de desarrollar conductas suicidas (cociente de riesgos instantáneos [HR]: 3,31; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,1-9,9; p= 0,03).

Entre quienes no recibieron regímenes basados en efavirenz, las diferencias entre las tasas de conductas suicidas del grupo de inicio inmediato (0,56 casos por cada 100 persona-años de seguimiento) y el grupo de inicio diferido (0,66 casos por cada 100 persona-años de seguimiento) no fueron significativas. El hecho de que dichas tasas fueran más elevadas se debió, probablemente, a que entre quienes no recibían efavirenz las patologías psiquiátricas eran mucho más frecuentes (probablemente por un sesgo de selección de sus médicos para evitar a pacientes con enfermedades psiquiátricas con efectos secundarios cerebrales que ya eran conocidos en aquellos momentos).

Entre los 109 participantes que tenían un diagnóstico previo de enfermedad psiquiátrica y fueron asignados a tratamientos con efavirenz, ninguno de los incluidos en el grupo de inicio diferido tuvo conductas suicidas durante la fase previa al inicio del tratamiento, mientras que 6 de los participantes con inicio inmediato sí las tuvieron (2,7 casos por cada 100 persona-años de seguimiento).

Tras un análisis multivariable, el factor más vinculado a conductas suicidas entre las personas con inicio inmediato asignadas a efavirenz fue tener un diagnóstico psiquiátrico previo (HR: 12,5; IC95%: 4,7-33,6; p <0,001). Dicho factor también tuvo un impacto importante en aquellas personas no asignadas a efavirenz (HR: 9,3; IC95%: 2,4-36,4; p= 0,001)

Entre las personas asignadas a efavirenz, otros factores que incrementaron el riesgo de conductas suicidas fueron el consumo elevado de alcohol (HR: 4,6; IC95%: 1,46-14,61; p= 0,009) y la edad, cuyo aumento redujo el riesgo de conductas suicidas, ya que por cada 10 años de edad se redujo el riesgo en un 49% (HR: 0,51; IC95%: 0,29-0,89; p= 0,018).

Los resultados del presente estudio deberían llevar a los médicos a seleccionar bien a qué personas prescriben efavirenz. Aunque hoy en día ya no es un tratamiento de primera línea en España sí que lo es en muchos países de América Latina, por lo que parece importante que esta información sea tenida en cuenta por aquellos médicos para los que efavirenz aún es una de sus principales herramientas para el tratamiento de la infección por el VIH.

Fuente: Healio / POZ / Elaboración propia (gTt-VIH).
References: Arenas-Pinto A, Grund B, Sharma S, et al. Risk of Suicidal Behavior With Use of Efavirenz: Results from the Strategic Timing of Antiretroviral Treatment Trial. Clin Infect Dis. 2018 Mar 12. doi: 10.1093/cid/ciy051. [Epub ahead of print]

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