Se reduce a una sexta parte el número de profilaxis postexposición al VIH en Reino Unido durante el confinamiento

Jordi Piqué
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Ofrecer la prueba del VIH al colectivo de hombres gais, bisexuales y otros HSH que pudieran haber adquirido el virus antes del confinamiento por la COVID-19, les permitiría tomar el tratamiento antirretroviral y ser indetectables tras la cuarentena

Las prescripciones de profilaxis postexposición (PEP) frente al VIH en la mayor clínica de salud sexual y del VIH de Europa, el 56 Dean Street en Londres (Reino Unido), disminuyeron de un promedio de 40 recetas por semana en el mes de enero a 7 por semana en el mes abril de 2020, después de que se declarara el confinamiento por la COVID-19 (acrónimo en inglés de enfermedad por coronavirus 2019) el 23 de marzo. Esta es la principal conclusión de un estudio británico cuyos resultados se han publicado en The Lancet HIV.

Esta reducción supone una disminución del 82,5% en el número de prescripciones de PEP frente al VIH, un desplome a una sexta parte en el número de recetas prescritas.

La PEP consiste en la administración de un régimen de tratamiento antirretroviral de corta duración (28 días) inmediatamente después de una posible exposición al VIH con el fin de reducir el riesgo de que se produzca la transmisión del virus y se establezca la infección (preferiblemente en las primeras 24 tras la exposición y siempre dentro de las primeras 72 horas). Este tratamiento suele consistir en una terapia triple, similar a la que reciben las personas con infección crónica y su duración es de cuatro semanas.

La clínica 56 Dean Street registra una cuarta parte de las 12.000 prescripciones de PEP que se dispensan en Inglaterra cada año. Aunque muchos servicios de salud sexual han tenido que ser cancelados o limitados durante la crisis de la COVID-19, y las clínicas locales cerraron, la 56 Dean Street ha seguido ofreciendo PEP como un servicio sin cita previa durante el confinamiento.

Las prescripciones de PEP en Reino Unido ya estaban empezando a caer incluso antes del confinamiento por la COVID-19 y luego cayeron de forma precipitada. Desde un máximo en lo que va de año de 54 prescripciones en la semana que comienza el 17 de febrero, y un promedio de 41 durante un período de cuatro semanas que se inicia el 20 de enero, pasaron a 22 en la semana inmediatamente anterior al confinamiento. En las primeras 4 semanas de la cuarentena, se recetó un promedio de cuatro recetas de PEP por semana.

Tanto las personas que acudieron a buscar PEP como sus motivos para adquirirla no han cambiado en general desde el confinamiento, a pesar de las cifras más bajas. La edad media era de 32 años y la gran mayoría eran hombres.

En el estudio presentado se comparó el número de prescripciones de PEP durante dos períodos de tiempo: 4 semanas antes del confinamiento (desde el 20 de enero al 16 de febrero de 2020) –período escogido por ser inmediatamente anterior al inicio del brote de coronavirus SARS-CoV-2 en el Reino Unido, para minimizar la posible variabilidad estacional– y 4 semanas a partir del confinamiento (desde el 23 de marzo hasta el 19 de abril de 2020).

En las 4 primeras semanas de confinamiento hubo más de un 80% menos de prescripciones de PEP frente al VIH (28 frente a 161 en el período anterior al confinamiento), es decir, se registró un fuerte descenso en el número de recetas de este tratamiento.

En ambos períodos, la mayor parte de las prescripciones de PEP se dispensaron a hombres GBHSH y la mayoría se solicitaron debido a haber mantenido sexo anal receptivo sin protección. Por otra parte, cabe indicar un aparente, pero estadísticamente no significativo, aumento de parejas insertivas que fueron a adquirir la PEP durante el período posterior a la cuarentena (29% posterior al confinamiento frente al 12% anterior). Alrededor de una cuarta parte de las recetas de PEP se dispensaron a hombres GBHSH que habían participado en sesiones de sexo en grupo sin preservativo, antes y después de la cuarentena.

No se registraron diferencias entre el período de confinamiento y el de preconfinamiento en cuanto al número de prescripciones de PEP dispensadas a hombres GBHSH por la práctica de sexo grupal sin preservativo. Sin embargo, se registró un aumento estadísticamente significativo, aunque no en cifras absolutas, en la proporción de solicitudes de PEP procedentes de personas que habían practicado chemsex y slamming (uso de la vía inyectada para la administración de drogas en el contexto del chemsex) sin protección durante el confinamiento. Un total de 28 recetas (17%) de PEP frente al VIH se dispensaron a personas usuarias de chemsex antes del confinamiento frente a 11 (39%) proporcionadas tras el confinamiento.

Los investigadores señalan que el fuerte descenso en las prescripciones de PEP frente al VIH durante la cuarentena por la COVID-19 se podría deber a que las personas tuvieron menos relaciones sexuales que implicaran una exposición al VIH, o a que fueron reticentes a salir de casa durante ese período, lo que significaría que no accedieron a la PEP que requerían. Lo más probable es que sea una combinación de ambos supuestos.

No obstante, si al menos parte de ello se debe a que las personas estaban menos expuestas al VIH, entonces existe la oportunidad de intervenir para reducir las posibilidades de transmisión del VIH en la comunidad GBHSH. Cualquier infección que se hubiera producido más de cuatro semanas antes podría ser detectada por una prueba de detección del VIH de cuarta generación.

En un período de transmisión del VIH probable e históricamente bajo como el de la cuarentena por la COVID-19, si las personas susceptibles de haber adquirido el VIH antes del confinamiento se hacen la prueba de cribado del virus para detectarlo de forma precoz y dan positivo, entonces, podrán tomar el tratamiento antirretroviral y lograrán alcanzar una carga viral indetectable. Al ser indetectables, no podrán transmitir el VIH una vez concluido el confinamiento y se reactive la actividad sexual de las personas.

Es por ello que la clínica 56 Dean Street ha lanzado una campaña en los medios de comunicación social en www.testnowstophiv.com para alentar a las personas a que solicitenel autotest del VIH para hacérselo en casa, aunque en este momento no se sientan en riesgo, para tratar de reducir cualquier posibilidad de un brote de VIH al terminar confinamiento.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Junejo M et al. HIV postexposure prophylaxis during COVID-19. Lancet HIV, online ahead of print, 25 May 2020. https://doi.org/10.1016/S2352-3018(20)30146-6.

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