EASL 2013: Elevada incidencia de efectos adversos graves con la terapia triple en personas con VHC y cirrosis

Francesc Martínez
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La mayor parte de dichos acontecimientos secundarios fueron de tipo infeccioso

Dos estudios presentados en el 48 Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL 2013), celebrado recientemente en Ámsterdam (Países Bajos), han evaluado el uso de la terapia triple contra el virus de la hepatitis C (VHC) -formada por interferón pegilado, ribavirina y boceprevir (Victrelis®) o telaprevir (Incivo®)- en personas con cirrosis. Ambos concluyeron que el tratamiento proporcionaría tasas moderadas de curación y podría conllevar efectos adversos graves.

Debido al elevado riesgo de descompensación y subsiguiente necesidad de trasplante hepático, las personas con VHC y cirrosis se considera que son las que tienen mayor necesidad de recibir tratamiento. Así, en Francia, fueron estas personas (en los casos en que la terapia convencional basada en interferón pegilado y ribavirina había fracasado) las que fueron incluidas de forma prioritaria en los programas de uso compasivo de los inhibidores de la proteasa del VHC boceprevir y telaprevir antes de su aprobación. Este hecho fue el desencadenante del estudio de cohorte CUPIC (uso compasivo de inhibidores de la proteasa en cirróticos, en sus siglas en inglés).

El análisis hecho público en el encuentro incluyó a 221 personas que habían sido seguidas durante las 60 semanas posteriores al inicio del tratamiento. Todas ellas tenían cirrosis compensada, VHC de genotipo 1 y recibieron terapia triple basada en interferón pegilado, ribavirina y telaprevir o boceprevir.

El régimen basado en telaprevir consistió en 12 semanas con terapia triple seguidas por 36 con terapia doble (únicamente interferón pegilado y ribavirina).

En aquellas personas tratadas con boceprevir, el régimen consistió en cuatro semanas con terapia doble seguidas por 44 con terapia triple.

Todos los participantes no habían respondido a una terapia doble previa. El 40% habían obtenido respuesta parcial a dicho tratamiento y el 45% habían experimentado recidiva tras haber finalizado el tratamiento con carga viral indetectable. El 5% de quienes tomaron boceprevir en el presente ciclo de tratamiento y el 10% de aquellos que recibieron telaprevir habían sido respondedores nulos a la terapia doble.

En el estudio, el 41% de las personas con boceprevir y el 40% de aquellas con telaprevir alcanzaron respuesta virológica sostenida  a la semana 12 (RVS12, carga viral indetectable a las 12 semanas tras finalizar el tratamiento).

Las tasas de RVS12 fueron máximas entre quienes habían sufrido recidiva tras el tratamiento previo (del 51% con boceprevir y del 53% con telaprevir). Dichas tasas fueron del 40% con boceprevir y del 32% con telaprevir en respondedores parciales, y del 11 y 29%, respectivamente, en respondedores nulos a la terapia doble.

Las tasas de respuesta virológica sostenida fueron significativamente superiores en personas con genotipo 1b (51% con boceprevir y 46% con telaprevir) que en aquellas con genotipo 1a (31 y 34%, de forma respectiva).

El 54% de las personas con telaprevir y el 51% de aquellas con boceprevir experimentaron acontecimientos adversos graves. Las tasas de interrupción del tratamiento por efectos adversos fueron del 11% con boceprevir y del 21% con telaprevir.

El 5% de las personas que tomaron telaprevir sufrieron reacción adversa cutánea grave (
SCAR, en sus siglas en inglés), un efecto secundario potencialmente mortal. El 1% de quienes tomaron telaprevir experimentaron exantema grave.

Las tasas de mortalidad fueron del 2,4% en el grupo con telaprevir y del 1,6% en el grupo con boceprevir. Las causas de muerte fueron principalmente relacionadas con infecciones. Así, en el grupo que recibió boceprevir un fallecimiento fue por neumonía, uno por sepsis (infección sanguínea) y un tercero por aneurisma. En el grupo que tomó telaprevir, tres personas murieron por sepsis, una por neumonía y tres por causas no infecciosas.

La incidencia de descompensación hepática fue del 5,1% en el grupo con telaprevir y del 4,7% en el grupo con boceprevir.

La mayoría de participantes recibieron eritropoyetina para compensar la anemia (56,9% de las personas con telaprevir y 62,6% de aquellas con boceprevir). El 18% de las personas que tomaron telaprevir y el 13% de las que recibieron boceprevir necesitaron transfusiones de sangre.

El segundo de los estudios, realizado por investigadores de la Universidad de Viena (Austria), evaluó el uso de boceprevir y telaprevir en una cohorte de 191 pacientes austríacos, de los que 37 tenían fibrosis hepática avanzada (estadio F3 según la escala Metavir) y 94, cirrosis (estadio F4).

Sesenta y seis personas con hepatopatía en estadios F3-F4 recibieron boceprevir y 65, telaprevir.

El 28% de las participantes con cirrosis alcanzaron RVS, mientras que el porcentaje fue del 47% en aquellas personas con enfermedad hepática en estadio F3 y del 65% en aquellas con estadios F1 o F2.

El 27% de los participantes experimentaron efectos adversos graves, entre ellos 18 casos de infecciones que requirieron hospitalización, siete de los cuales fueron por sepsis (todos ellos en pacientes con cirrosis).

Tener un recuento plaquetario inferior a 90.000 g/L se asoció de forma significativa con una mayor incidencia de infecciones graves, del mismo modo que niveles de albúmina sérica inferiores a 35 g/dL. La hipertensión pulmonar también se relacionó significativamente con un mayor riesgo de sufrir infecciones graves.

El 21% de las personas con enfermedad hepática en estadios F3-F4 interrumpieron el tratamiento por causa de los efectos adversos.

Los resultados del presente estudio muestran que, en la práctica clínica, los resultados de la terapia triple no serían tan buenos como en los ensayos clínicos de fase III. Así, en personas con cirrosis o fibrosis avanzada, las tasas de acontecimientos adversos observadas en los dos estudios fueron más elevadas que en los ensayos de fase III, lo que podría justificaría tratar a los pacientes antes de desarrollar fibrosis avanzada o cirrosis. Cabe destacar la elevada incidencia de infecciones graves registrada, por lo que podría resultar positivo algún tipo de recomendaciones o tratamientos profilácticos para evitar infecciones en personas con fibrosis avanzada o cirrosis que vayan a recibir terapia triple contra el VHC.

Fuente: Aidsmap.
Referencias: Fontaine H, et al. SVR12 rates and safety of triple therapy including telaprevir or boceprevir in 221 cirrhotic non responders treated in the French Early Access Program (ANRS CO20-CUPIC). 48thAnnual Meeting of the European Association for the Study of the Liver, Amsterdam, abstract 60, 2013.

Rutter K, et al. Safety of triple therapy with telaprevir or boceprevir in hepatitis C patients with advanced liver disease – predictive factors for sepsis. 48th Annual Meeting of the European Association for the Study of the Liver, Amsterdam, abstract 65, 2013.

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