El uso actual o pasado de drogas inyectables no se asocia a cambios tempranos o abandonos del tratamiento desde 1999

Xavier Franquet
Ver otras noticias

Estos resultados desafían la idea muy extendida de que las personas UDI no son capaces de mantener una adhesión óptima

En la edición del 6 de junio de AIDS Research Therapy se publicó el resultado de un análisis combinado de tres cohortes prospectivas de EE UU que, tras ajustar por otros factores, concluye que el uso de drogas inyectables no se asocia a cambios tempranos, reducciones, ni interrupciones del tratamiento, hechos comúnmente considerados como marcadores de una pobre respuesta a largo plazo. Las tres cohortes son:

  • ALIVE (en sus siglas en inglés Vínculo del SIDA con la Exposición Intravenosa)
  • WIHS (en sus siglas en inglés Estudio Interagencias del VIH en Mujeres)
  • MACS (en sus siglas en inglés Estudio Multicéntrico de Cohorte de SIDA)

De las cohortes se seleccionó un total aproximado de 1.400 pacientes sin historia de uso de drogas inyectables y se comparó sus resultados en cuanto al tratamiento con casi 850 UDI (Usuarios de Drogas Inyectables), lo que supuso 2.358 paciente-años con 713 episodios.

El grupo de UDI tuvo un recuento nadir de CD4 bajo y un porcentaje alto de pacientes desempleados, con ingresos bajos, con bajo nivel educativo y con un alto porcentaje de pacientes de color, no hispanos. El uso de tratamiento y la elección de fármacos fueron similares entre los dos grupos. Las tres cohortes recogieron datos de seguimiento similares y refirieron tendencias similares en la prescripción de antirretrovirales, normalmente con un cambio parecido de tratamientos basados en IP a otros basados en ITINN durante el estudio, de abril de 1996 a abril de 2004.

La mediana de tiempo hasta el primer informe de interrupción del tratamiento fue de 1,1 frente a 2,5 años para las personas sin y con historia de UDI, respectivamente. En general el riesgo relativo (RR) de la interrupción del tratamiento fue mayor en el grupo de UDI, independientemente del tratamiento, cuando se tuvo en cuenta todo el periodo de tiempo, antes y después de 1999 [RR 1,24 (1,03-1,48)]. Sin embargo, cuando se miró sólo el periodo posterior a 1999 (852 personas con 382 episodios, 1.396 persona-años), en el análisis multivariable esta relación desapareció RR= 1,05 (0,81-1,36) tras ajustar por estado de salud previo, raza, ingresos y empleo. En el caso de las personas que cambiaron de tratamiento, el RR  fue 0,96 (0,82-1,14) y 1,09 (0,89-1,34) en los periodos previo y posterior a 1999, respectivamente.

Con el tiempo, el porcentaje de pacientes que usaron el mismo régimen TARGA aumentó en ambos grupos: del 55% en 1997 al 70% en 2004, en el grupo de no UDI; frente a un incremento del 35% al 65% en el mismo punto en el tiempo en el grupo con UDI.  Se dieron resultados similares cuando se miró a uso de drogas actual frente a uso de drogas previo en el análisis posterior a 1999: RR = 1,32 (0,90-1,94) frente a RR = 1,00 (0,77-1,31), respectivamente.

Según concluyen los autores, “nuestro análisis demuestra que el uso de drogas inyectables por sí mismo no parece ser un factor independiente de riesgo de cambio o interrupción de TARGA recientemente. Sin embargo,  dado que el uso continuado de TARGA es de vital importancia para el control a largo plazo de la infección por VIH, siguen siendo muy necesarios los esfuerzos para mejorar la adhesión de aquellas poblaciones minoritarias con desventajas”.

Fuente: HIV Treatment Bulletin (i-base.info) / Elaboración propia
Referencia: Morris JD, Golub ET, Shruti H et al. Injection drug use and patterns of highly active antiretroviral therapy use: an analysis of ALIVE, WIHS, and MACS cohorts. AIDS Research and Therapy 2007, 4:12 doi:10.1186/1742-6405-4-12.  Se puede acceder a los resultados completos en http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=1892565 .

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD