La información, la accesibilidad y los programas de atención específicos de la COVID-19 para personas con el VIH serían las principales herramientas
La COVID-19 y su versión cronificada –definida como COVID persistente– siguen impactando notablemente en las vidas de la población en general y las de la población con el VIH en particular, ya que algunos estudios han apuntado a que el VIH aumentaría el riesgo de padecer COVID-19 persistente (véase La Noticia del Día 16/03/2022).
Este hecho ha llevado a que la entidad Estrategias para un Alto Impacto (S4HI, en su acrónimo en inglés), fundada por personas con el VIH afectadas por comorbilidades crónicas complejas, detectara la necesidad de asistencia técnica, apoyo en el desarrollo de programas, planificación estratégica y representación en la comunidad del VIH para afrontar los retos asociados a la COVID-19. En 2022 dicha entidad puso en marcha la Red para la Justicia respecto a la COVID Persistente, dedicada a fortalecer el apoyo a las personas con el VIH, COVID persistente y comorbilidades asociadas.
Las investigaciones realizadas por dicha red han cristalizado en un informe titulado “Proporcionar Recursos a la Comunidad del VIH para Afrontar la COVID y la COVID Persistente en 2022”. Para obtener los datos necesitados para el informe, los autores llevaron a cabo un sondeo digital entre enero y marzo del presente año. Un total de 71 participantes fueron incluidos en el estudio, de los que el 70% vivían con el VIH.
Los participantes refirieron un estrés pandémico significativo. Así, el 88,7% de los participantes estaban preocupados por la COVID persistente, el 89,9% manifestó inquietud por el impacto de la COVID-19 en personas con el VIH, el 73,2% refirió preocupación por una pérdida de apoyos de los programas relacionados con el VIH, el 70,4% se mostró preocupado por un incremento del estigma asociado a las infecciones virales y el 88,7% expresó inquietud por el impacto del aislamiento asociado a la pandemia en personas con el VIH.
A partir de los datos recabados, los investigadores apuntan que las comunidades con el VIH tienen una alta necesidad de información, recursos y apoyo en diversos aspectos relacionados con la COVID-19 y la COVID persistente.
Así, muchos grupos muestran inseguridad respecto a las recomendaciones actuales relacionadas con la COVID-19, tanto en lo que respecta a la prevención, como a la vacunación o al tratamiento.
También se ha observado que la pandemia ha generado retos particulares para las personas con el VIH, como la retraumatización –por tratarse de supervivientes de una epidemia previa–, un potencial mayor riesgo relacionado con la COVID-19 que el observado en la población general o la modificación o interrupción de programas de apoyo y seguimiento a personas con el VIH.
Las personas con el VIH y fragilidad u otras comorbilidades afrontan un mayor riesgo de aislamiento (aunque la causa sea simplemente intentar protegerse frente a la adquisición del SARS-CoV-2 [virus causante de la COVID-19]), lo cual tiene consecuencias a nivel emocional, físico y mental. Sobre esta base, el informe establece las siguientes recomendaciones:
• Es necesario asegurar información veraz y en el momento adecuado; recursos y buenas prácticas en el manejo de la COVID-19 en personas con el VIH
• Debe aumentarse la accesibilidad a organizaciones comunitarias, programas y proyectos relacionados con el VIH, poniendo en foco en personas con el VIH y diversidad funcional
• Es imprescindible afrontar la COVID persistente y otras comorbilidades complejas en personas con el VIH a través del diseño de programas, comunicaciones y trabajos de representación específicos.
Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Network for Long COVID Justice. Resourcing the HIV Community to Face COVID & Long COVID in 2022. Project Report: Findings, Recommendations, and Resources. May 2022.
