Buena aceptación de la estrategia de toma de muestra en el hogar para realizar la prueba del VIH

Miguel Vázquez
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Las muestras tomadas por las personas en sus casas son analizadas en un laboratorio, un enfoque que ha sido bien aceptado por las poblaciones más vulnerables frente al VIH

Los datos procedentes de tres proyectos piloto en el Reino Unido -en los que se pusieron a prueba mecanismos innovadores para que las personas pudieran realizar por sí mismas la toma de muestras de saliva o sangre en el hogar para ser analizadas en un laboratorio para detectar VIH- revelaron que esta estrategia resulto atractiva para un número importante de personas que no se habían sometido antes a una prueba del VIH. Los datos fueron presentados en la reciente conferencia conjunta de la Asociación Británeica del VIH (BHIVA) y la Asociación Británica para la Salud Sexual y el VIH (BASHH).

El primero de los proyectos fue realizado por la Terrence Higgins Trust (THT), el segundo por 56 Dean Street (una clínica de salud sexual) y el tercero fue una colaboración entre la organización GMFA y el Hospital Universitario de Homerton.

Cabe destacar que los proyectos se centraron en la toma de muestra en casa, no en un autotest, donde es la propia persona la que realiza e interpreta los resultados del análisis. Es decir, los participantes tomaron unas muestras de su saliva o sangre (en este último caso a partir de un pinchazo en el dedo) en su propia casa y las enviaron a un laboratorio. A pesar de que, en general, las muestras de sangre ofrecen unos resultados más precisos, muchas personas mostraron su preferencia por las muestras de saliva.

Una vez analizadas las muestras, a las personas se les informó de los resultados de la prueba del VIH a través de Internet, mensajes de texto o por teléfono.

Entre enero y noviembre de 2013, 9.868 personas solicitaron a la Terrence Higgins Trust un kit para la toma de muestra y algo menos de dos terceras partes enviaron una muestra para analizar, una tasa similar a la observada en los otros dos proyectos piloto. Esta organización ya cuenta con una importante presencia en los medios de comunicación y promovió los kits de pruebas a través de distintos mecanismos, incluyendo campañas publicitarias para HIV Prevention England, publicidad en aplicaciones para citas dirigidas a hombres gais o en grupos de Twitter y Facebook.

En este proyecto, aproximadamente una de cada 60 muestras analizadas dio positivo al VIH (105 personas, un 1,7% de las que enviaron muestras). Las tasas de positivos fueron especialmente elevadas entre las personas de origen africano (3,6%) y también estuvieron por encima de la media las registradas entre la población de hombres que practican sexo con hombres (1,8%).

De estas 105 personas, 11 ya sabían que tenían VIH. Este dato no resultó sorprendente para los investigadores, ya que en otros estudios de proyectos de realización de prueba en la comunidad ya se habían observado casos de personas que deseaban confirmar su estado serológico o volver a entrar en los servicios de atención médica.

Existen pruebas bastante convincentes de que tres cuartas partes de las personas que dieron positivo al VIH pasaron a recibir seguimiento en los servicios médicos especialistas en esta infección. A pesar de que el personal que proporcionó los resultados se ofrecía a concertar una cita en una clínica del VIH, un número significativo de personas decidió hacerlo por sí mismas.

En el proyecto 56 Dean Street, a lo largo de un periodo de 22 meses se solicitaron 4.838 kits de toma de prueba y, de los devueltos para analizar, un 2,3% dieron positivo al VIH.

El servicio ofrecido por GMFA y el hospital Homerton exigía que las personas que desearan recibir un kit de prueba completasen una encuesta de valoración de riesgo. Sólo los hombres en situación de mayor riesgo resultaron elegidos para recibir el kit. A lo largo de un periodo de once meses, se enviaron 647 kits, de los que ocho fueron reactivos (1,9%). Cuatro de estas personas ya sabían que tenían el VIH. En este proyecto se usaron muestras de saliva, mientras que en el de la Terrence Higgins Trust se optó por muestras de sangre (a partir de un pinchazo en el dedo), a pesar de lo cual se obtuvo un grado elevado de utilización.

Los tres servicios detectaron unas tasas muy elevadas de satisfacción de los usuarios. Se comprobó que un gran porcentaje de las personas que utilizaron estos servicios se los recomendarían a una persona conocida que suponían que iba a dar un resultado negativo, y con meno a una personas que pensaban que podía dar positivo (más del 95% en el primer caso y entre el 58-65% en el segundo).

Al preguntarles por sus motivos para elegir esta estrategia, las personas que retornaron la muestra para su análisis por lo general afirmaron que eligieron la toma de muestra en el hogar porque no deseaban acudir a una clínica de salud sexual o porque los horarios de apertura de esas clínicas no se ajustaban a sus necesidades. Además, la tercera parte no se había sometido nunca a una prueba y la cuarta parte no se había sometido a una prueba en el año anterior.

Incluso entre las personas que no enviaron sus muestras a THT, el 89% afirmó que estarían dispuestas a utilizar el servicio de nuevo. Por lo general, estas personas afirmaron que no habían finalizado el proceso porque no creían importante someterse inmediatamente a la prueba, no les gustaba el método de toma de muestra o les preocupaba recibir un resultado positivo.

Los usuarios del servicio de GMFA declararon que un servicio de toma de muestras en el hogar haría más probable que se hicieran al menos una prueba al año.
A muchas de estas personas les parecería una buena idea que se enviara un correo electrónico anual para recordárselo.

Sin embargo, en contradicción con estas afirmaciones, hay que recordar que un estudio piloto de mucho menor tamaño realizado en una clínica de salud sexual de Londres no había encontrado que la toma de muestras en el hogar supusiera un incentivo para que los hombres gais jóvenes en situación de alto riesgo de infección se sometieran a la prueba con una mayor frecuencia. Una posible explicación a esta discrepancia con los hallazgos de esta iniciativa es que estos hombres ya estaban satisfechos con los servicios ofrecidos en la clínica, como demuestra el hecho de que muchos de los que no utilizaron el servicio de toma de muestras en el hogar sí que volvieron a la clínica para realizarse un chequeo.

De todos modos, aún no está claro si la toma de muestras en el hogar formará parte de una preparación para la estrategia de realización de pruebas en el domicilio (hay que recordar que esta misma semana se ha autorizado la venta de kits de autoprueba tras un cambio en la legislación británica) o si es una opción que se mantendrá en el tiempo. Por otro lado, una de las principales ventajas de la estrategia de toma de muestras frente a la de realización de pruebas en el hogar es que la primera, al tener que informar a la persona de los resultados, ofrece la posibilidad de ayudar a que ésta entre en el circuito de atención médica del VIH.

Desde luego, estos proyectos han evidenciado que la realización de la toma de muestras en casa es una estrategia perfectamente factible y aceptable, especialmente por parte de la población gay y, por lo que parece, esta estrategia podría ser más económica que la realización de pruebas basada en la clínica. Según un representante de Terrence Higgins Trust, la toma de muestras en el hogar podría contribuir en gran manera a aumentar las tasas de realización de la prueba del VIH.

Fuente: Aidsmap/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: Brady M et al. Home HIV sampling linked to national HIV testing campaigns: a novel approach to improve HIV diagnosis, abstract O21.

Brady M et al. Acceptability of home HIV sampling and testing: a user survey, abstract P230.

McOwan A. HIV testing: new technologies and new strategies for those at higher risk.

Reeves I et al. “A Great way of doing it from the comfort of my home”: expanding opportunities for HIV testing through home sampling, abstract P241.

Elmahdi R et al. SPIT (Saliva Patient Initiated Testing for HIV) Study: Feasibility and acceptability of repeat home-based HIV saliva testing using self-sampling amongst men who have sex with men, abstract P264.

All presentations from the Third Joint Conference of BHIVA and BASHH, Liverpool, April 2014.

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