IAS 2011: Simposio de puesta al día sobre el estado de la investigación en vacunas contra el VIH

Miguel Vázquez
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A pesar de que el tratamiento como prevención copó la mayoría de los titulares de la conferencia de Roma, las vacunas también tuvieron su lugar

En el transcurso de la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS 2011), celebrada el pasado mes de julio en Roma (Italia), se llevó a cabo un simposio donde se expusieron los avances y retos presentes en el diseño de vacunas contra el VIH.

Desde el descubrimiento del virus hasta la fecha, únicamente se han finalizado tres estudios de eficacia de vacunas contra el sida, de los cuales solo uno ofreció resultados esperanzadores:

  • En 2003, tuvo lugar el primer ensayo de eficacia de una vacuna denominada AIDSVAX. Aunque la vacuna estaba diseñada para inducir la producción de anticuerpos frente al virus, los resultados del estudio fueron decepcionantes. El problema es que los anticuerpos generados de forma natural (al igual que los inducidos por la vacuna) no son capaces de contener la infección debido a la elevada capacidad del VIH para mutar y eludir dichas respuestas inmunitarias.
  • En 2007, se hicieron públicos los resultados del ensayo STEP (véase La Noticia del Día 25/09/2007), en el que se probó un régimen de vacunación con el que también se pretendía estimular las respuestas inmunitarias celulares, para destruir los linfocitos ya infectados por el virus. Sin embargo, los datos presentados evidenciaron que la vacunación no solo no consiguió mostrar ninguna eficacia protectora, sino que es posible que, en algunos casos, haya podido aumentar la vulnerabilidad de determinadas personas.
  • El tercer ensayo (RV144, llevado a cabo en Tailandia), en el cual se administró un régimen tipo ‘inducción-refuerzo’ y cuyos datos se dieron a conocer en 2009 [véanse La Noticia del Día 30/09/2009 y  26/10/2009], constituyó la primera prueba de eficacia de una vacuna contra el VIH. A pesar de que su efecto protector fue modesto (un 31%) y de que se desvaneció con el tiempo, los resultados de este ensayo ayudaron a revitalizar el campo de las vacunas.

Actualmente, hay unos cincuenta estudios en marcha de 42 candidatas a vacuna en todo el mundo, aunque en cuarenta de estos casos se trata de ensayos de fase I de seguridad. Pese a la eficacia observada en el ensayo RV144, los científicos no están seguros del mecanismo a través del cual la vacuna generó la respuesta inmunitaria. Por este motivo, se prefiere no efectuar ensayos de eficacia a gran escala sin tener gran confianza en que la vacuna vaya a generar una respuesta protectora.

En el simposio también se señaló que los resultados más prometedores apreciados en los últimos años en el ámbito de las vacunas provienen de estudios con animales. No obstante, se hizo un llamamiento a la prudencia, ya que existen casos (como el de la vacuna STEP) en que los buenos resultados en animales no se tradujeron en una eficacia en humanos.

Como ejemplo de los avances en la investigación con monos, se habló de una vacuna (que portaba la proteína gp41 dentro de un vector artificial) que se administraba dos veces de forma intramuscular y, posteriormente, otras dos veces en forma de spray nasal. En un ensayo, se observó que protegió a cinco monos frente a la exposición vaginal del virus híbrido VIHS (virus de la inmunodeficiencia humana-símica). Respecto a los datos del estudio, se destacó que no fueron detectados anticuerpos frente al VIHS en sangre, sino solo en las membranas mucosas de la vagina, por lo que algunos científicos estiman que podría considerarse una especie de ‘vacuna microbicida’.

En conexión con este trabajo, la compañía Novartis indicó que prevé desarrollar vacunas basadas en proteínas del VIH que van a utilizarse como ‘refuerzo’ en un régimen de vacunación en un ensayo de continuación del ya mencionado RV144.

Otro de los estudios mencionados en el simposio se refirió a una vacuna que contenía partes del VIS (virus de la inmunodeficiencia símica, la versión del VIH en monos), incluidas en un vector replicante basado en un citomegalovirus (véase La Noticia del Día 23/05/2011). Los vectores replicantes diseminan la vacuna como una infección a otras células (una estrategia que no está exenta de preocupaciones por su posible seguridad). Aunque la vacuna no protegió a los monos frente a la infección por VIS, los animales presentaron una carga viral baja y, en algunos casos, llegaron a alcanzar un nivel de viremia indetectable en sangre, por lo que puede considerarse una especie de ‘vacuna-cura’. Sin embargo, es preciso analizar más los datos para dilucidar los motivos por los que tan solo la mitad de los monos respondieron a esta intervención.

En otro de los estudios comentados, una vacuna que contenía dos genes del VIH (denominados tat y env) dentro de otro vector viral con capacidad para replicarse de forma activa consiguió un efecto similar en otro grupo de monos expuestos al VIHS. Los monos vacunados conservaron su nivel de CD4 y redujeron su carga viral (en algunos casos hasta un nivel indetectable). Por comparación, los monos que recibieron placebo mantuvieron unas cargas virales de varios millones de copias y su recuento de CD4 pasó a 10 células/mm3 en dos meses. Se espera llevar a cabo un ensayo de fase I de una versión humana de esta vacuna, en el que participarán 50 personas.

En cuanto a los retos presentes en el desarrollo de vacunas contra el VIH, se destacó que el objetivo que hasta la fecha se ha mostrado más esquivo es el diseño de un producto capaz de inducir la generación de anticuerpos ampliamente neutralizantes. Se trata de anticuerpos capaces de neutralizar una amplia variedad de cepas virales diferentes. Se han aislado anticuerpos ampliamente neutralizantes en muestras de sangre de algunas personas con capacidad para controlar la infección de forma natural, pero, a pesar de que se han podido reproducir en el laboratorio, el gran reto sigue siendo diseñar una vacuna cuya administración induzca la generación de estos anticuerpos tan eficaces.

En este sentido, la doctora Susan Zoller-Pasner, de la facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, describió que su equipo estaba analizando qué partes de la proteína de la superficie del VIH (Env) mostraban un grado elevado de conservación (aquellas partes que el virus no puede cambiar sin afectar a su capacidad de infección). Afirmó que se estaban desarrollando vacunas basadas en secuencias muy conservadas de dos de las protuberancias de la superficie de la proteína Env, los denominados bucles (o regiones) V3 y V2. Estas secuencias proteicas son comunes a casi todas las cepas virales y, en teoría, deberían permitir generar anticuerpos ampliamente neutralizantes. En el caso del ensayo RV144, se cree que parte de la eficacia observada se debe a que el régimen de vacunación permitió inducir la producción de un anticuerpo que se fija en la región del bucle V2.

Hasta ahora, el equipo de la doctora ha conseguido generar respuestas en laboratorio capaces de proteger frente al 50% de un grupo de virus susceptibles a la neutralización, pero aún no ha logrado tener éxito ante los virus más evolucionados con capacidad para evadir los anticuerpos. No obstante, la investigadora destaca que lo importante es que se ha descubierto un método racional para diseñar vacunas que permite inducir anticuerpos ampliamente neutralizantes, en lugar de depender tan solo de la casualidad.

Durante el simposio, representantes de la Universidad de Pensilvania describieron los últimos avances realizados en el desarrollo de un tipo diferente de vacuna, denominada de ADN. Este tipo de vacunas no emplean un componente presente en la naturaleza, sino que se trata de construcciones con forma de anillo de secuencias artificiales de ADN viral. A pesar de que resultan relativamente sencillas de fabricar, hasta la fecha han mostrado una reducida capacidad inmunogénica en humanos, puesto que es difícil conseguir que el organismo muestre una reacción contundente frente a ellas y es complicado lograr que el ADN penetre en las células.

Se está trabajando en tecnologías para aumentar la cantidad de ADN producido, mediante el uso de productos químicos estimuladores del sistema inmunitario que ayuden a que las células reaccionen frente a dicha molécula. Incluso se estudia el empleo de la simulación eléctrica (del mismo tipo que la utilizada en la fertilización in vitro) para asegurarse de que la vacuna penetra en las células y, así, desencadena la respuesta de anticuerpos contra el VIH.

Diversos estudios de fase I de vacunas de ADN han conseguido unas respuestas inmunitarias duraderas en humanos, en parte debido a que no existe un vector viral al que el sistema inmunitario pueda ‘acostumbrarse’; y está prevista la realización de más estudios de vacunas de ADN que se espera que cada vez resulten más potentes.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia

Referencias: Ensoli B. Preventative and therapeutic HIV vaccines: where we stand now and what we foresee. Sixth International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention, Rome, symposium presentation TUSY0102, 2011.

Zoller-Pasner SB. Env-based vaccines. Sixth International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention, Rome, symposium presentation TUSY0103, 2011.

Barnett SW. Antibody-mediated vaccines protection against HIV: the critical path to next phase of proof of concept HIV vaccine trials. Sixth International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention, Rome, symposium presentation TUSY0104, 2011.

Weiner D. DNA vaccines. Sixth International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention, Rome, symposium presentation TUSY0105, 2011.

Barnett SW, et al. Protection of macaques against vaginal SHIV challenge by systemic or mucosal and systemic vaccinations with HIV-envelope. AIDS. 2008; 22(3):339-348.

Hansen SG, et al. Profound early control of highly pathogenic SIV by an effector memory T-cell vaccine. Nature, early online publication, doi:10.1038/nature10003, May 2011.

Demberg T, et al. A Replication-Competent Adenovirus-Human Immunodeficiency Virus (Ad-HIV) tat and Ad-HIV env Priming/Tat and Envelope Protein Boosting Regimen Elicits Enhanced Protective Efficacy against Simian/Human Immunodeficiency Virus SHIV89.6P Challenge in Rhesus Macaques. Journal of Virology. 2007; 81(7): 3.414-3.427.

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