Algunos antirretrovirales aumentarían el riesgo de desarrollar diabetes en mujeres con VIH con predisposición genética

Francesc Martínez
Ver otras noticias

La relación no se observaría en mujeres afroamericanas

Según un estudio publicado en la edición digital de AIDS, las mujeres con VIH y características genéticas que aumentan la susceptibilidad al desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) verían incrementado el riesgo al tomar determinadas combinaciones de antirretrovirales, especialmente aquellas basadas en inhibidores de la proteasa (IP).

La DMT2 es una causa cada vez más importante de complicaciones graves en personas con VIH. La terapia antirretroviral, especialmente la basada en los IP y concretamente al utilizarse como potenciador farmacocinético ritonavir (Norvir®), se ha relacionado con una mayor incidencia del desarrollo de resistencia a la insulina, el primer paso hacia el desarrollo de la DMT2 (véase La Noticia del Día 30/08/2011).

Dada la falta de estudios llevados a cabo con mujeres con VIH en general y relativos al desarrollo de diabetes en particular, investigadores del Estudio Interagencias sobre VIH en Mujeres (WIHS, en sus siglas en inglés) diseñaron un ensayo dentro de su cohorte que contó con la participación de 969 mujeres con VIH que habían sido atendidas después del año 1995. Ninguna de ellas tenía diabetes en el momento de ser incluida en el estudio.

Durante el seguimiento de las participantes se analizó la incidencia de DMT2, el uso de tratamientos antirretrovirales y se cribó la presencia de alguno de una serie de 14 polimorfismos de un único nucleótido (variaciones que consisten en solamente un cambio en la secuencia de ADN respecto al gen de distribución más frecuente) de genes relacionados con un mayor riesgo de desarrollar la patología.

Dado que la susceptibilidad genética al desarrollo de DMT2 es variable en función del grupo étnico, los resultados se estratificaron en función de dicho parámetro. Un total de 591 participantes –la mayoría– eran afroamericanas.

En el estudio, solo 9 de los 14 genes se asociaron significativamente (p <0,05) a un mayor riesgo de padecer DMT2.

Uno de los genes analizados, concretamente el polimorfismo rs7903146 del gen TCF7L2, de forma inesperada produjo una reducción del riesgo de desarrollar DMT2 en aquellas mujeres que tomaban dos inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN) y un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido (ITINN).

Cinco genes se asociaron de forma significativa a una mayor incidencia de DMT2 entre quienes tomaron combinaciones formadas por dos ITIN y un IP.

El polimorfismo rs1470579 del gen IGF2BP2 se asoció fuertemente a un mayor riesgo de experimentar DMT2. Así, en aquellas mujeres que tomaban tratamientos antirretrovirales formados por un IP y dos ITIN, cada copia de dicho polimorfismo incrementó el riesgo de desarrollar DMT2 a más del doble (cociente de riesgo [CR]: 2,46; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,08-5,53). El mismo polimorfismo presentó un efecto similar entre quienes tomaron tratamientos que incluían 3 ITIN independientemente de qué fármacos los acompañaran (CR por cada copia del polimorfismo: 2,67; IC95%: 1,67-4,31).

Otros polimorfismos que elevaron significativamente el riesgo de desarrollar DMT2, en este caso en mujeres que tomaban dos ITIN y un IP, fueron rs7754840 del gen CDKAL1, rs564398 y rs10811661 del gen CDKN2A/B y rs8050136 del gen FT.

Todos estos hallazgos solo se dieron en mujeres no afroamericanas, ya que en las de dicha etnia ninguno de los polimorfismos antes referidos alcanzó una influencia significativa en el riesgo de desarrollar DMT2. El único polimorfismo con relevancia en este grupo de mujeres, concretamente el rs864745 del gen JAZF tuvo, de hecho, un efecto preventivo en aquellas que tomaban tratamientos formados por 2 ITIN y un ITINN o en las que todavía no seguían terapia antirretroviral.

Los resultados del presente estudio podrían ser importantes en el camino hacia la individualización de los tratamientos antirretrovirales. Establecer patrones genéticos para seleccionar aquellas combinaciones de antirretrovirales más beneficiosas para cada persona (maximizando la eficacia y reduciendo a la mínima expresión toxicidades a corto y largo plazo) debería ser un objetivo a alcanzar por parte de los responsables de los sistemas sanitarios.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Frasco MA et al. Antiretroviral therapy modifies the genetic effect of known type 2 diabetes-associated risk variants in the Women’s Interagency HIV Study. AIDS 28, online edition.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD