La rigidez hepática predice el desarrollo de complicaciones y muerte en personas coinfectadas por VIH y VHC

Juanse Hernández
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Los resultados de un estudio español subrayan la importancia de tratar la hepatitis C en esta población de pacientes

La rigidez hepática es un factor pronóstico sólido de complicaciones hepáticas y de mortalidad por cualquier causa en personas coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC). Ésta es la conclusión a la que llega un estudio español publicado en la edición electrónica de la revista AIDS. La rigidez hepática fue evaluada por elastografía transitoria (también conocida con el nombre comercial FibroScan®), un método no invasivo para determinar el grado de fibrosis hepática casi tan preciso como la biopsia.

Aunque el uso de tratamiento antirretroviral eficaz ha permitido mejorar el pronóstico de muchas personas con VIH y, por ende, su esperanza de vida, en aquellas que están además coinfectadas por VHC continúan observándose tasas de mortalidad notablemente elevadas hasta tal punto que la enfermedad hepática se ha convertido en una de las principales causas de muerte en estos pacientes.

La fibrosis hepática es un factor pronóstico de riesgo de hepatopatía y muerte en personas coinfectadas. La biopsia todavía se considera el “estándar de oro” para valorar el daño hepático y la necesidad de iniciar el tratamiento en personas con VHC. Sin embargo, puede ser dolorosa y generar diferentes efectos adversos, como hemorragias internas. Otro aspecto problemático de la biopsia es que, al tomar muestras pequeñas del tejido hepático, se puede subestimar el alcance real del daño presente en el órgano. Por estas causas, muchas personas infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC) no se someten a esta prueba y prefieren realizarse pruebas diagnósticas alternativas, como por ejemplo FibroScan®.

La elastografía transitoria utiliza la emisión de ultrasonidos para detectar la elasticidad o rigidez del hígado. A mayor rigidez hepática, mayor es el daño en el órgano.

“Hemos hallado que la rigidez hepática a nivel basal fue el factor pronóstico más firme de desarrollar acontecimientos hepáticos y mortalidad por cualquier causa en personas coinfectadas por VIH y VHC”, escriben los investigadores. “La fortaleza de nuestro estudio es el gran tamaño de la población incluida… y el seguimiento a largo plazo", añaden.

Un grupo de investigadores del Hospital Carlos III en Madrid quiso evaluar si la rigidez hepática evaluada por FibroScan® era también un factor pronóstico de hepatopatía y muerte en pacientes coinfectados. La elastografía transitoria se utiliza en la práctica clínica habitual de dicho centro hospitalario desde el año 2004.

Este estudio retrospectivo y observacional incluyó a un total de 545 pacientes coinfectados por VIH y hepatitis C. La mayoría (71%) eran hombres; la media de edad fue de 41 años; un 81% tenía una historia de uso de drogas inyectables y un 4% estaba también infectados por hepatitis B. A excepción de tres pacientes, el resto estaba tomando tratamiento antirretroviral y un 88% tenía carga viral del VIH indetectable. La duración media de seguimiento fue de 71 meses.

Una rigidez hepática por debajo de 7,5 kPa se consideró igual a los estadios F0-F1 de la escala Metavir (ausencia o fibrosis leve); entre 7,5 y 9,4 kPa, se consideró F2 (fibrosis moderada); entre 9,5 y 12,4 kPa, se consideró F3; y por encima de 14,5 kPa, fibrosis graves o cirrosis. El estudio atribuyó una fibrosis avanzada a las mediciones de FibroScan® correspondientes a los estadios F3 o F4 de la escala Metavir.

Los investigadores exploraron la relación entre la rigidez hepática basal y la incidencia de muerte y complicaciones relacionadas con el hígado (ascitis   –acumulación de líquido en el abdomen–; encefalopatía –trastorno grave de la función cerebral que se produce cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las sustancias tóxicas de la sangre–; varices esofágicas –sangrado de los vasos sanguíneos del esófago–; y carcinoma hepatocelular.

Algo más de una tercera parte de los participantes tenía fibrosis avanzada y cirrosis a nivel basal. Casi dos terceras partes de los pacientes recibieron terapia contra el VHC durante el seguimiento y un 39% lograron una respuesta virológica sostenida al tratamiento, lo que se considera la curación de la hepatitis C. Se produjeron 12 muertes (2%), de las cuales 4 se atribuyeron a la enfermedad hepática. Las complicaciones relacionadas con el hígado se registraron en 53 participantes (10%).

Tras ajustar por potenciales factores de confusión, los investigadores establecieron que la rigidez hepática basal fue el factor pronóstico más sólido de complicaciones hepática (cociente de probabilidades [CR]: 1,12; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,08-1,16; p <0,0001). Además, la rigidez hepatica fue el único factor asociado con mortalidad por cualquier causa (CR= 1,09; IC95%: 1,01-1,19; p= 0,02).

Otros factores asociados con el desarrollo de complicaciones hepáticas fueron el sexo masculino (p= 0,01), el recuento de células CD4 (p= 0,02) y los niveles de glucosa (p= 0,006).

Obtener respuesta virológica sostenida tras un tratamiento exitoso contra el VHC fue también un factor protector contra el desarrollo de complicaciones hepáticas (p=0,01).

En sus conclusiones, los investigadores señalan: “La rigidez hepática basal es el factor pronóstico más sólido de complicaciones hepáticas y de muerte por cualquier causa en personas coinfectadas por VIH y VHC que están recibiendo tratamiento antirretroviral”. Y añaden: “La aclaración del VHC por medio de terapia antiviral reduce de forma significativa el riesgo de desarrollar descompensación hepática en esta población de pacientes”.

Los resultados de este estudio ponen de manifiesto que las personas coinfectadas obtienen importantes beneficios clínicos si se someten a un tratamiento eficaz contra la hepatitis C. Por ello, conviene que médicos y pacientes conozcan el estadio de la enfermedad hepática para que ambos puedan tomar decisiones cruciales relativas a iniciar de forma inmediata o diferir la terapia anti-VHC.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia.
Referencia: Fernández-Montera JV, et al. Liver stiffness predicts liver-related complications and mortality in HIV patients with chromic hepatitis C on antiretroviral therapy.AIDS 27, online edition, DOI: 10.1097/QAD.0b013e32835e063f, 2013.

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