EACS 2021: La función pulmonar se deteriora más rápido en personas con el VIH

Jordi Piqué
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La asociación entre el VIH y dicho deterioro se ve modificada por el tabaco lo que apunta a un efecto más dañino del tabaco en las personas con VIH que en las que no lo tienen.

Un estudio presentado en la XVIII Conferencia Europea sobre el Sida (EACS 2021), celebrada la semana pasada en formato mixto –online y en Londres (Reino Unido)– por la COVID-19, ha mostrado que las personas con el VIH que tomana tratamiento antirretroviral eficaz presentan una tasa de deterioro de la función pulmonar más rápida que las personas sin el VIH. Además, el consumo de tabaco es un factor que interactúa con el efecto del VIH contribuyendo al descenso de la función pulmonar, por lo que dejar de fumar debería ser prioritario para las personas con esta infección.

La enfermedad pulmonar crónica es frecuente entre las personas con el VIH. Tanto los factores de riesgo presentes también en la población general como los relacionados con el VIH pueden afectar a este problema de salud. Solamente un reducido número de estudios han examinado la evolución de la función pulmonar a lo largo del tiempo en personas con el VIH (véase La Noticia del Día 29/06/2020). La asociación entre el VIH y el deterioro de la función pulmonar se ve modificada por el tabaquismo, que, por tanto, puede ser más perjudicial en las personas con el VIH que en aquellas sin el virus. Sin embargo, la función pulmonar también disminuye con más rapidez en las personas con el VIH que nunca han fumado, lo que sugiere que también pueden intervenir mecanismos independientes del tabaquismo (véase La Noticia del Día 14/12/20).

Con el objetivo de arrojar más luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) realizó un estudio prospectivo de cohortes emparejadas para evaluar la rapidez con que disminuye la función pulmonar en las personas con el VIH que reciben una terapia antirretroviral eficaz, en comparación con un grupo de personas control sin el VIH. Su hipótesis era que la población con el VIH que recibe tratamiento antirretroviral eficaz tiene una tasa de deterioro de la función pulmonar más rápida que los controles.

Los investigadores incluyeron a pacientes de dos importantes estudios de cohortes observacionales: 705 procedentes del Estudio sobre comorbilidad en la infección por el VIH de Copenhague (COCOMO, en sus siglas en inglés), y 425 pacientes del subestudio pulmonar INSIGHT START. El brazo de comparación incluyó a 2.895 participantes del Estudio de la Población General de Copenhague (CGPS, en sus siglas en inglés), que es otro estudio de cohortes con 100.000 personas sin el VIH que viven en la misma región geográfica. Los dos grupos se emparejaron por edad en estratos de 5 años y por sexo.

Para participar en el estudio, tanto las personas con el VIH como los controles debían tener 25 años o más y haberse sometido a dos pruebas válidas de espirometría (medición del flujo de aire que entra y sale de los pulmones con un espirómetro), separadas por al menos dos años de seguimiento. Un criterio de inclusión adicional para las personas con el VIH fue haber estado en tratamiento antirretroviral durante al menos seis meses.

El resultado primario del estudio, mediante espirometría, fue la tasa anual de descenso del volumen espiratorio forzado1 (FEV1 -mL/año-), que es la cantidad máxima de aire que una persona puede exhalar con fuerza en un segundo.

Los resultados secundarios fueron el descenso rápido de la función pulmonar, definido como un descenso del FEV1 de más de 40 mL/año y la tasa anual de descenso de la capacidad vital forzada (CVF -mL/año-), que es la cantidad total de aire que una persona puede expulsar en una respiración completa, tras inspirar de forma profunda.

El sexo masculino fue el más numeroso y se distribuyó por igual entre las personas con el VIH y en los controles, ascendiendo a cerca del 80% en ambos grupos. Las personas con el VIH eran ligeramente más jóvenes que los controles (edad media de 47 años frente a 49 años; p <0,001). Se registró un número menor de participantes de etnia blanca entre las personas con el VIH que entre los controles (70,1% frente al 99,9%; p <0,001) y la mayoría de las personas con el VIH tenían una carga viral indetectable (93,7%). Hubo más personas fumadoras activas entre las personas con el VIH que entre los controles (28,2% frente a 18,5%, respectivamente).

Al inicio del estudio, la función pulmonar era menor en las personas con el VIH que en los controles. La tasa anual de descenso de la función pulmonar (FEV1) fue más rápida en las personas con el VIH que en los controles, experimentando las primeras un descenso adicional de 8,5 mL anuales. Dado que la esperanza de vida sigue aumentando en las personas con el VIH, es probable que este hallazgo se refleje de modo negativo en el deterioro de la función pulmonar a lo largo de toda la vida.

Se hallaron diferencias entre las personas con el VIH y los controles, en los fumadores activos, los exfumadores y los que nunca han fumado. Sin embargo, la diferencia más notable se observó entre las personas con el VIH que eran fumadoras activas, que mostraron un descenso anual adicional de 16,8 mL en la función pulmonar en comparación con las personas fumadoras sin el VIH. Los investigadores señalan que la asociación entre el VIH y el deterioro de la función pulmonar se ve incrementada por el consumo activo de tabaco. El papel del tabaquismo en este descenso en las personas con el VIH suscita serias preocupaciones.

En cuanto al rápido descenso de la función pulmonar, también se registraron diferencias bastante significativas en los mismos subgrupos, entre los participantes con y sin el VIH. La proporción de personas con un descenso de la FEV1 superior a 40 mL/año entre las que tenían el VIH fue del 44% (frente al 27% en los controles), p <0,001; en las personas con el VIH fumadoras activas, del 49% (frente al 38% en los controles), p= 0,001; en las personas con el VIH exfumadoras, del 40% (frente al 28% en los controles), p <0,001; y en las personas con el VIH que nunca han fumado, del 42% (frente al 22% en los controles), p <0,001.

Asimismo, el descenso de la capacidad vital forzada (CVF) fue unos 18 mL/año mayor en las personas con el VIH (35,2 mL/año frente a 17,5 en los controles).

Concluyen los investigadores señalando que las personas con el VIH que reciben tratamiento antirretroviral eficaz experimentan un descenso de la función pulmonar más rápido que los controles sin el VIH y el hábito tabáquico interactúa con el efecto del VIH en el descenso de la función pulmonar. El consumo activo de tabaco puede resultar más perjudicial en las personas con el VIH que en los controles sin el VIH, por lo que dejar de fumar constituye una prioridad.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Thudium RF et al. Faster lung function decline in well-treated people living with HIV compared with uninfected controls: a longitudinal matched cohort study. 18th European AIDS Conference, London, abstract OS2/2, 2021.

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