Un modelo matemático permite predecir el riesgo de desarrollar cáncer anal en personas con el VIH

Miguel Vázquez
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Esta herramienta podría utilizarse para facilitar la toma de decisiones compartida entre personas con el VIH y sus médicos respecto al cribado de dicho cáncer para superar las percepciones erróneas y el estigma en torno a este tema

Las personas con el VIH corren un mayor riesgo de padecer cáncer anal invasivo. A pesar de ello, las directrices estatales y nacionales sobre la eficacia del cribado de este cáncer son contradictorias y presentan aspectos controvertidos. Sin embargo, un modelo matemático parece ser capaz de predecir el riesgo de cáncer anal en personas con el VIH y podría constituir una herramienta adecuada para ayudar a tomar decisiones de cribado de forma conjunta entre paciente y personal sanitario, según un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases.

La infección por determinadas cepas del virus del papiloma humano (VPH) constituye un factor de riesgo de desarrollar tanto cáncer de cuello de útero como anal. En ambos casos, estas dolencias comparten un precursor común, la aparición de cambios anómalos en las células, denominados lesiones intraepiteliales escamosas de grado alto (HSIL, en sus siglas en inglés).

En el caso las lesiones en el cuello de útero, se ha comprobado que el tratamiento de las HSIL reduce la progresión hacia el cáncer cervical. Del mismo modo, estudios realizados recientemente han concluido que el tratamiento de las HSIL redujo en un 57%el riesgo de progresión a cáncer anal invasivo.

Los nomogramas son modelos matemáticos que se utilizan para calcular las relaciones entre distintas variables numéricas. Suelen aplicarse en los pronósticos de cáncer para predecir la probabilidad de que se produzca un evento, como una biopsia positiva, el riesgo de recidiva o la tasa de supervivencia. En este estudio, el objetivo era desarrollar un nomograma basado en un modelo matemático para ayudar a que tanto las personas como los profesionales sanitarios que las atienden puedan tomar mejores decisiones sobre el cribado del cáncer anal, atendiendo a los distintos perfiles de riesgo.

Para este estudio, el equipo de investigadores de EE UU analizó los datos procedentes de 8.139 personas con VIH tratadas en la clínica Owen de San Diego entre los años 2007 y 2020. Algo menos de la mitad de esas personas se había sometido a (como mínimo) una prueba de citología anal: El 65% mostró resultados anómalos en la citología anal, y el 12,2 por ciento tenía una lesión intraepitelial escamosa de grado alto. La probabilidad ajustada de tener una HSIL varió entre el 5% y el 18%, según las características del paciente y de sus exposiciones conductuales.

El riesgo más elevado que se observó correspondió a la población de hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH), con un 14% y entre las personas que habían experimentado un recuento de células CD4 inferior a 200 células/mm3.

Lo que resultó más relevante fue que ninguna característica de la persona se relacionó con una predicción de riesgo de HSIL inferior al 8%, lo que pone de manifiesto el mayor riesgo de cáncer anal entre las personas con el VIH.

La citología anal es una intervención que constituye un componente sencillo, barato y sin complicaciones de las estrategias de cribado para detectar la posible presencia de precursores del cáncer anal. Si se combina dicha intervención con el examen rectal digital, tanto las lesiones precursoras como los cánceres establecidos pueden identificarse de forma precoz en las personas con mayor riesgo.

Los autores afirman que existen pruebas sólidas procedentes de que el tratamiento de las HSIL anales reduce de forma notable el riesgo de progresión a cáncer invasivo y consideran que existen pruebas suficientes para justificar la toma de decisiones compartidas entre las personas con el VIH y los profesionales sanitarios que las atienden respecto a la conveniencia de realizar el cribado del cáncer anal.

El nomograma propuesto proporciona información sobre un componente del debate sobre la necesidad del cribado: el riesgo de que la persona tenga HSIL, que sería un precursor inmediato de un cáncer invasivo. El modelo también sirve para estimar el riesgo cuantitativo a partir de las características de las personas. Por último, el equipo de investigadores apunta a que su artículo también pone de relieve los límites de la incertidumbre con respecto al riesgo y aborda otras cuestiones importantes que deben incluirse en las discusiones a la hora de tomar decisiones compartidas con respecto al cribado.

Fuente:UC San Diego Health/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: CACHAYER, GILBERT T, DEISS R, et al. Shared Decision-Making Concerning Anal Cancer Screening in Persons with HIV, Clinical Infectious Diseases, 2022;, ciac491, https://doi.org/10.1093/cid/ciac491

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