Una nueva estrategia para una vacuna contra el VIH promete buenos resultados

Miguel Vázquez
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La producción de anticuerpos por parte de células musculares consigue proteger a un grupo de macacos frente al VIS

La mayoría de las vacunas eficaces que ya se emplean contra otros virus consiguen evitar que éstos lleguen a infectar a la persona vacunada o, en el caso de que lo hagan, mitigan en gran medida la gravedad de la enfermedad. Su eficacia se basa en la capacidad para inducir al organismo para que produzca anticuerpos ampliamente neutralizantes (los anticuerpos son moléculas en forma de ‘Y’ que se unen al virus y evitan que infecte sus células diana). Por este motivo, los investigadores creen que, para conseguir una vacuna contra el VIH que proteja por completo frente a la infección por el virus, también tendría que inducir una respuesta de anticuerpos ampliamente neutralizantes.

Sin embargo, “los enfoques tradicionales para desarrollar una vacuna contra el VIH que ya han funcionado para otros virus, como el de la gripe, no funcionan con el virus de la inmunodeficiencia humana y, francamente, no parece que lo vayan a hacer a corto plazo”, explicó el doctor Philip R. Johnson, responsable científico en el Hospital Infantil de Filadelfia (EE UU), uno de los autores del estudio que nos ocupa, publicado en la edición digital de 17 de mayo de Nature Medicine.

Por un lado, los anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el VIH son extremadamente difíciles de encontrar (apenas se han identificado un puñado de ellos), de lo que se concluye que son difíciles de inducir y se presentan en raras ocasiones incluso tras una infección natural crónica. Por tanto, parece poco probable que las vacunas puedan superar las respuestas naturales y conseguir inducir estos anticuerpos, incluso con los antígenos adecuados, al menos a corto plazo. Por otro lado, los programas de inmunización pasiva empleando anticuerpos neutralizantes han servido para proteger a macacos frente al VIS (virus de la inmunodeficiencia símica, un virus equivalente al VIH en monos), sin embargo, no se consiguió una respuesta duradera y, por desgracia, el uso de una inyección de anticuerpos cada pocas semanas no resulta ni práctico ni económico a la hora de plantear una vacunación en humanos a gran escala.

En consecuencia, un equipo de investigadores (entre los que se encontraba una investigadora del Hospital Clínic de Barcelona, Eloísa Yuste) decidió probar un enfoque alternativo: conseguir que los anticuerpos contra el virus se produjeran directamente en otra parte del organismo, en lugar de confiar en la relativamente lenta respuesta del sistema inmunitario. Dentro de esta estrategia, se decidió utilizar un adenovirus como vector para transportar genes capaces de expresar anticuerpos contra el VIS e insertarlos en el código genético de las células musculares. De este modo, se consiguió que fueran éstas (y no las células del sistema inmunitario) las que produjeran y distribuyeran estas moléculas anti-VIS en el flujo sanguíneo.

Con anterioridad, se había hecho una prueba de concepto en ensayos con ratones y, aunque los resultados fueron alentadores, no podían considerarse como concluyentes, ya que no siempre es posible trasladar los resultados de ratones a primates y, además, no se sabía si los niveles de anticuerpos en suero servirían como protección del organismo frente a la infección.

En el estudio se utilizaron 15 monos macacos, nueve de los cuales recibieron la inyección del adenovirus con genes modificados y seis se emplearon como animales control. De los nueve monos inoculados, seis no se infectaron por el VIS al ser expuestos al mismo (y ninguno de ellos desarrolló el equivalente en simios al sida). Por su parte, los seis monos utilizados como control adquirieron el virus y cuatro de ellos (66%) murieron en el curso del experimento.

El equipo de investigadores concluyó que su estrategia de inmunización consiguió una protección duradera y completa frente al VIS en monos. No obstante, los autores reconocen que aunque quedan por delante numerosos obstáculos, el enfoque de inmunización empleado parece constituir una alternativa viable a otras estrategias más convencionales. Para conseguir el éxito, se necesitan probar más y mejores anticuerpos monoclonales neutralizantes en experimentos de transferencia de genes.

Respecto a los resultados, el doctor Johnson se mostró prudente, aunque optimista, al afirmar: “No quiero exagerar este hallazgo, pero seguiremos trabajando con monos y, si todo va bien, empezaremos los ensayos en humanos en un par de años”.

Fuente: News Health – Elaboración propia.

Referencia: Johnson PR, Schnepp BC, Zhang J, Connell MJ, Greene SM, Yuste E, et al. Vector-mediated gene transfer engenders long-lived neutralizing activity and protection against SIV infection in monkeys. Nature Medicine Published online: May 17, 2009.

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