¿Ha llegado la telemedicina en la atención del VIH para quedarse?

Francesc Martínez
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Diversos estudios identifican ventajas, desventajas, oportunidades y retos de la atención no presencial de las personas con el VIH desarrollada durante la pandemia

Una serie de presentaciones llevadas a cabo en el marco de la V Conferencia Conjunta de la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés) y la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH (BASHH, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19 (acrónimo inglés de enfermedad por coronavirus 2019), han analizado el papel de la telemedicina en el seguimiento de las personas con el VIH durante la presente pandemia y las ventajas, desventajas y retos para su aplicación una vez dicha situación de emergencia sanitaria finalice.

Desde la Agencia de Salud Pública de Inglaterra presentaron datos relativos a las personas atendidas durante 2020 en comparación con 2019. Respecto al año anterior, entre enero y septiembre de 2020 se produjo una reducción en el 9% del número de consultas sobre VIH y una del 6% en el número de personas atendidas por los servicios de atención del VIH. Dicha reducción se circunscribió principalmente al periodo comprendido entre marzo y mayo y las atenciones aumentaron durante el verano. Mientras que parte de la atención presencial se recuperó a través de servicios de atención telefónica, el uso de las videollamadas fue mínimo.

Pocos recién diagnosticados o personas con el VIH en tratamiento estable acudieron presencialmente a las consultas, mientras que aquellas personas con el VIH y necesidades de atención más complejas siguieron siendo atendidas de forma presencial.

En la presente conferencia se presentaron varios estudios sobre preferencias de los pacientes. El de mayor tamaño contó con 795 participantes atendidos en la Clínica Bloomsbury de Londres y sus servicios asociados en Surrey.

Más de la mitad de los participantes manifestaron haber tenido por primera vez una consulta por vía telefónica como consecuencia de la COVID-19. El 85% de ellos valoraron la experiencia como buena, muy buena o excelente. Un porcentaje similar estaría dispuesto a repetir la experiencia. Respecto al futuro, el estudio proponía a los participantes un modelo híbrido con visitas cara a cara cada uno e incluso cada dos años en combinación con visitas virtuales cada 6 meses. El 80% de los participantes consideró aceptable esta aproximación. Un factor considerado crucial por los participantes es que todo el seguimiento lo realizara el mismo médico.

Un sondeo realizado en Derby, con 41 participantes, mostró que la mayoría de personas deseaba tener sus consultas por vía telefónica (39 de los participantes) o por videollamada (33 personas). Al preguntarles sobre su medio de consulta preferido, 13 manifestaron que presencial, 8 prefirieron por teléfono, 6 por videollamada y 14 no expresaron preferencias. Lo interesante es que más personas se decantaron por atención no presencial que por atención presencial.

Un sondeo realizado en Leeds obtuvo resultados no esperados: las personas jóvenes tenían más dudas sobre las consultas no presenciales que las mayores. En ese mismo estudio, las personas de etnia negra manifestaron mayor preferencia por las consultas no presenciales que las de etnia blanca.

Otra parte interesante es si las desigualdades existentes en el acceso a la tecnología podrían condicionar el despliegue de las consultas no presenciales. En general, aunque fue una minoría la que no contaba con las herramientas mínimas para llevarlas a cabo (entre un 3 y un 10% según el estudio), ello indicaría que los modelos no presenciales para todos los pacientes aún no son una opción factible.

Los participantes destacaron algunas barreras asociadas a la atención presencial tales como el tiempo y los costes de desplazamiento o los permisos en el trabajo para acudir a las citas.

Por otro lado, algunos participantes destacaron dificultades para la atención no presencial tales como la dificultad para hallar un espacio privado, problemas técnicos u otros aspectos relacionados con los hábitos ya establecidos derivados de la presencialidad.

Muchos servicios de atención del VIH hicieron un llamamiento a sus pacientes de no acudir a sus analíticas rutinarias de carga viral durante 2020. En Newcastle, el 96% de los pacientes con el VIH tenían carga viral inferior a 200 copias/mL antes del confinamiento, porcentaje que disminuyó hasta el 94% tras dicho periodo. En general, la carga viral se incrementó en el 9% de los pacientes tras el confinamiento. Según 42 casos de pérdida de la indetectabilidad viral durante el confinamiento analizados en Mánchester, en 39 de los 42 dicho cambio se produjo por motivos no relacionados con las restricciones de atención por causa de la COVID-19. Los tres casos vinculados a las restricciones fueron, respectivamente, por no saber el mecanismo para acceder a su medicación por causa de las restricciones, por problemas en la interpretación de un comentario de su médico por vía telefónica y por aparición de resistencias que se podría haber detectado de forma más rápida en un contexto de rutinas analíticas normal.

La serie de presentaciones de la presente conferencia parece apuntar a que el impulso dado a la telemedicina por causa de la pandemia va a tener consecuencias a largo plazo en la atención de las personas con el VIH. Tener en cuenta los aspectos detectados en esta cadena de estudios será esencial para que el probable futuro modelo híbrido de atención sea exitoso.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt).
Referencias: Shah A et al. Impact of the COVID-19 pandemic measures on HIV consultations in England. Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract O011, 2021.

Flanagan S et al. Planning Post-Pandemic HIV Services –the Patients’ Perspective. Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract O012, 2021.

Singleton A et al. Patient preferences for routine HIV outpatient consultations (virtual or face to face?). Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract P183, 2021.

Astill N et al. What do patients really think about remote consultations? Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract P165, 2021.

Welsh S et al. Deferral of routine HIV viral load monitoring during the COVID-19 pandemic. Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract P026, 2021.

Wood C et al. The impact of the COVID-19 pandemic on HIV care in a large city centre service. Fifth Joint Conference of the British HIV Association (BHIVA) and the British Association for Sexual Health and HIV (BASSH), abstract P099, 2021.

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