La infección por el VIH incrementaría el riesgo de tener interrupciones de la menstruación

Francesc Martínez
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Presentar dichas interrupciones aumentaría el riesgo de tener descensos de la densidad mineral ósea

Un estudio canadiense publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes ha concluido que el VIH aumentaría el riesgo de tener amenorrea secundaria, es decir, una interrupción de la menstruación dentro del periodo fértil femenino no producida como consecuencia de un embarazo, de la lactancia materna o del inicio de la menopausia. Ello, además, se relacionaría con una pérdida de la densidad mineral ósea (DMO) en cadera.

Tanto la amenorrea secundaria como la infección por el VIH han sido asociadas a una pérdida de la densidad mineral ósea (DMO) en algunos estudios. Sin embargo, no hay muchas evidencias sobre los efectos de la combinación de infección por el VIH y amenorrea secundaria sobre la DMO, motivo que llevó a los investigadores al diseño del presente estudio.

El estudio, de tipo transversal, incluyó a 258 mujeres (la mitad de las cuales tenía el VIH). Todas las participantes eran adultas. Su participación en el estudio incluyó la cumplimentación de un cuestionario detallado sobre las pautas menstruales y la salud ósea, entre otros aspectos. También se realizó una prueba de densitometría ósea por medio de la prueba de absorciometría dual de rayos X (DXA, en sus siglas en inglés, antes conocida como DEXA).

Las características sociodemográficas fueron similares en ambos grupos. El promedio de la edad de las participantes era de 45 años. El 56% de ellas eran de etnia blanca, el 9% de etnia indígena canadiense, el 9% de etnia negra, el 7% del Asia Oriental y el 5% del Asia Meridional.

Dentro del grupo de mujeres con el VIH, el 23% presentaban coinfección por el virus de la hepatitis C (VHC), el 23% tomaban suplementos de calcio y el 34% tomaban suplementos de vitamina D. El 50% eran fumadoras activas o con historial de tabaquismo y el 38% tenía un consumo elevado de alcohol (o historial de haberlo tenido). El 21% tenía consumo activo o historial de uso de opioides.

El 78% de las participantes con el VIH tenían carga viral indetectable. Su recuento de CD4 promedio era de 560 células/mm3 y el recuento nadir promedio era de 180 células/mm3. El 80% de las participantes había tomado tenofovir disoproxil fumarato (TDF, Viread®, también en Truvada® y otras coformulaciones), un antirretroviral con efectos conocidos en la disminución de la DMO.

El 21% de las mujeres con el VIH experimentaron amenorrea secundaria, mientras que el porcentaje en mujeres sin el VIH que la experimentaron fue del 9% . En comparación con l as mujeres sin el VIH, aquellas con el VIH también presentaron una menor densidad mineral ósea a nivel de cadera (puntuación de +0,3 y -0,4 en la puntuación Z en mujeres sin y con el VIH, respectivamente; p <0,001) y columna vertebral (puntuaciones Z de +0,2 y -0,5; respectivamente; p= 0,001).

Tener amenorrea secundaria se asoció de forma independiente y significativa a tener una menor densidad mineral ósea de la cadera (p= 0,01), pero no de la columna vertebral.

Las mujeres con el VIH y amenorrea secundaria presentaron una densidad mineral ósea significativamente inferior a la observada en mujeres con el VIH sin amenorrea secundaria (puntuación Z de -0,8 y -0,3; respectivamente; p= 0,01).

Los investigadores observaron que las mujeres con el VIH y amenorrea secundaria tenían una mayor probabilidad de consumo de sustancias, ser fumadoras activas, tomar terapia de sustitución con opioides, tener coinfección por el VHC y tener un menor recuento de CD4 nadir que aquellas mujeres con el VIH sin amenorrea secundaria .

Los resultados del presente estudio muestran que presentar amenorrea secundaria sería un factor de riesgo de pérdida de densidad mineral ósea que vendría a añadirse al que ya tiene la propia infección por el VIH. En el estudio también se identificaron una serie de posibles factores (tales como el consumo de sustancias o la coinfección por el VHC, entre otros) que podrían ayudar a explicar el desarrollo de la amenorrea secundaria en el contexto de la infección por el VIH. Dada la naturaleza observacional y transversal del estudio, será importante que se realicen estudios de mayor calado para confirmar los presentes hallazgos, aunque estos deberían ser ya tenidos en cuenta por los médicos que atienden a mujeres con el VIH de cara a identificar aquellas con perfiles más vulnerables a presentar una mayor pérdida de DMO y realizar una monitorización adecuada de su salud ósea.

Fuente: Catie.ca / Elaboración propia ( gTt-VIH ).
Referencia: King EM, Nesbitt A, Albert AYK, et al. Prolonged amenorrhea and low hip bone mineral density in women living with HIV—a controlled, cross-sectional study. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. 2020; in press.

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