El recurso está dirigido a todos los profesionales que desean adquirir experiencia a distancia en el reconocimiento y la detección de lesiones anales asociadas al virus de papiloma humano
El cáncer anal es un tumor poco frecuente que representa un 5% de todos los cánceres que se producen en el tubo digestivo en la población general. Su incidencia anual es de un caso por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, esta baja frecuencia adquiere una dimensión significativa en el colectivo de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH), entre los que se registra una incidencia de 35 casos por cada 100.000 habitantes. En el caso de los HSH con VIH, se observa una incidencia todavía mayor y más alarmante, de 70 casos por cada 100.000 habitantes (véase La Noticia del Día 18/10/2012).
El virus del papiloma humano (VPH) parece estar detrás del desarrollo tanto del cáncer de cuello uterino en mujeres como del cáncer anal en hombres y mujeres. Se trata de un virus que se transmite con mucha facilidad en las relaciones sexuales y que puede tardar años en eliminarse del organismo una vez establecida la infección. Las personas con VIH tienen entre dos y seis veces más probabilidades de que la infección por VPH sea persistente, sobre todo en aquellas cuyos sistemas inmunitarios están debilitados a causa del VIH y tienen más dificultades para eliminar el papilomavirus.
Gracias a la implantación en el pasado de los programas de cribado del cáncer cervical a través de citologías y revisiones ginecológicas, se ha logrado reducir de forma espectacular la incidencia de este cáncer en mujeres. En un intento de obtener los mismos resultados conseguidos con el cribado del cáncer cervical en la mujer, en los últimos años se han llevado a cabo multitud de estudios dirigidos a demostrar que el cribado anual del cáncer de ano asociado al VPH en hombres gais y bisexuales en general, y en los seropositivos en particular, es tan efectivo como el cribado de cáncer de cérvix en la población femenina (véase La Noticia del Día 15/04/2011).
El cribado de cáncer anal consiste en la realización del tacto rectal, la citología y la anoscopia de alta resolución. Esta última técnica se basa en la visualización directa de la mucosa del ano a través de un videocolposcopio y tras aplicar una sencilla tinción con ácido acético. La anoscopia de alta resolución permite detectar lesiones incipientes preneoplásicas que pueden pasar desapercibidas al tacto, a la citología y a la anoscopia convencional.
La visualización de la mucosa permite observar lo siguiente: el epitelio sano se ve rosa y brillante, mientras que el epitelio displásico se ve apagado y blanco: este tejido sospechoso es el que debería someterse a biopsia, por lo que se procederá a la extracción dirigida de una muestra de tejido. Si el resultado de la biopsia muestra la presencia de neoplasia intraepitelial anal de grado 2 o 3 (NIA2 o NIA3), entonces el paciente deberá someterse al tratamiento de las lesiones precancerosas con la ayuda, nuevamente, de la anoscopia de alta resolución. El tratamiento tiene como objetivo eliminar la lesión neoplásica y prevenir el cáncer de ano con las mínimas alteraciones de la función anal (véase ‘Mejorar la prevención del cáncer anal’ en LO+POSITIVO 48 [2011]).
En España, algunos centros hospitalarios, sobre todo en grandes áreas urbanas, están ofreciendo la realización de un cribado a sus pacientes con VIH, pero por desgracia no está disponible en la mayoría de hospitales.
El Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitari Vall d’Hebron en Barcelona (España),donde se atiende a 2.600 pacientes con VIH muchos de los cuales son hombres gais y bisexuales, inició hace cuatro años el cribado sistemático del cáncer anal en esta población vulnerable a la infección por VPH. La Unidad de Cribado de la Displasia Anal (UCDA), a cargo de la Dra. Sara Villar, se ha convertido en una de las unidades pioneras en Europa en el diagnóstico y el tratamiento precoz del cáncer anal asociado con el papilomavirus.
De los casi 600 pacientes visitados en estos cuatro años, el 99% tenía infección por VPH, y en un 90%, por más de un subtipo diferente. Se diagnosticaron siete carcinomas in situ que se trataron con éxito, de los cuales se requirió solo en dos casos escisión quirúrgica. Las lesiones displásicas de alto grado (NIA2 y NIA3) se trataron con éxito a través de la electrocoagulación de la mucosa anal afectada.
La experiencia adquirida en la Unidad de Cribado de la Displasia Anal del Hospital Universitari Vall d’Hebron en el manejo de la anoscopia de alta resolución y en la identificación y tratamiento de las lesiones preneoplásicas ha permitido formar a profesionales de otros centros de Barcelona, como por ejemplo, el Hospital de Bellvitge, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la Unidad de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de Drassanes i el Hospital Clínic de Barcelona, en los cuales también se han implementado protocolos de cribado en los pacientes con VIH.
En aras de transmitir todavía más el conocimiento y la experiencia adquirida en el uso de la anoscopia de alta resolución y para suplir la falta de material didáctico que facilite la práctica de esta técnica a los profesionales clínicos, hace un año, el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitari Vall d’Hebron decidió crear un atlas con material teórico y especialmente visual, con vídeos que les permitan hacerse una idea completa de las técnicas y habilidades necesarias para tratar las lesiones precancerosas en el ano.
Este atlas, el primero de sus características en todo el mundo, está disponible en internet de manera gratuita y de acceso libre. El recurso está en inglés y puede consultarse en la siguiente página web: www.anoscopyhighresolution.com.
Fuente: Elaboración propia.
Referencia: Nota de prensa (27/02/13): L’HUVH publica el primer atles en línia per diagnosticar les lesions prèvies al càncer anal amb una tècnica pionera.
