El tratamiento antirretroviral permite alcanzar concentraciones elevadas de fármacos en el tracto genital femenino

Francesc Martínez
Ver otras noticias

La supresión de la secreción del VIH en dicho compartimento corporal gracias al tratamiento reduciría las posibilidades de transmisión por vía sexual

El uso de una terapia estándar permitió alcanzar unos niveles elevados de fármaco en el tracto genital femenino y evitar la presencia de ARN del VIH en dicho compartimento corporal a lo largo del ciclo menstrual, según concluye un estudio publicado en la edición digital de Journal of Infectious Diseases. Según los autores, este hallazgo constituye un respaldo más a la utilidad preventiva del tratamiento antirretroviral (véanse La Noticia del Día 14/03/2014, La Noticia del Día 19/05/2011 y La Noticia del Día 23/01/2013).

La toma de una terapia antirretroviral consigue llevar la carga viral a concentraciones indetectables en sangre y se sabe que los niveles de VIH en las secreciones genitales están muy relacionados con dicha carga viral. No obstante, en determinados estudios se observó que algunas mujeres presentaban, de forma intermitente, cantidades medibles de virus en el tracto genital a pesar de que su carga viral en plasma era indetectable (véase La Noticia del Día 16/02/2010). De todos modos, aún no se sabe la explicación exacta de por qué sucede esto ni qué significación podría tener sobre el riesgo de transmisión del VIH.

Por otro lado, también se sabe que las concentraciones de antirretrovirales en el tracto genital femenino pueden variar según el fármaco en concreto. Por todo esto, un equipo de investigadores decidió comprobar si las variaciones en la concentración de los medicamentos antirretrovirales usados con más frecuencia se relacionaron con la secreción del VIH a lo largo del ciclo menstrual. Con este fin, se diseñó un estudio en el que participaron 20 mujeres adultas no embarazadas y en fase de premenopausia.

Todas las participantes tomaban tenofovir/emtricitabina (Truvada®) y atazanavir potenciado con ritonavir (Reyataz®/Norvir®) –habían tomado este tratamiento durante una mediana de 14 meses– y la mediana de tiempo que habían recibido algún tipo de terapia antirretroviral fue de 90 meses. Además, las 20 mujeres habían tenido una carga viral indetectable en plasma durante al menos 90 días.

Se tomaron muestras de sangre y fluido cervico-vaginal dos veces a la semana
(a lo largo de tres semanas) para determinar las concentraciones de antirretrovirales, así como de ADN y ARN del VIH.

Los tres fármacos presentaron unas concentraciones más elevadas en el fluido genital que en la sangre. Esta relación se mantuvo a lo largo del ciclo menstrual.

Por su parte, se detectó ARN viral en 69 muestras de plasma (59% del total), procedentes de 16 mujeres (80% de las participantes). Sin embargo, esta carga viral solo alcanzó niveles denominados “detectables” según las pruebas de rutina (es decir, superiores a 50 copias/mL) en 13 muestras. Sin embargo, tal y como se esperaba, se detectó la presencia ADN del VIH en todas las muestras de todas las mujeres.

Al examinar las muestras del tracto genital, el ARN viral estuvo presente en 19 muestras (16%) de nueve mujeres (45% del total). En todos los casos, la concentración estuvo por debajo de las 50 copias/mL. En cuanto a la presencia de ADN, se detectó en 42 muestras de fluido genital (36%) de 14 mujeres (70% de las participantes). En 14 de estas muestras, se detectó tanto ADN como ARN.

Tener un recuento de leucocitos en la mucosa superior a 200 células/mm3 se relacionó con la presencia de ARN y ADN en el tracto genital. No se encontró ninguna relación entre la secreción vaginal del VIH y las concentraciones de antirretrovirales en el tracto genital, la fase del ciclo menstrual, la presencia de vaginosis bacteriana, el sangrado genital o la detección de ARN del VIH en plasma.

Según los autores, estos resultados demuestran que las concentraciones de antirretrovirales en la mucosa, por lo general suprimen la replicación viral a nivel local a lo largo del ciclo menstrual. Dada la relación directa entre los niveles de ARN del VIH en la zona cervicovaginal y la transmisión del virus de mujer a hombre, estos hallazgos suponen un respaldo más al valor preventivo de la terapia antirretroviral, más allá de su beneficio para la salud de la propia persona.

Fuente:
Aidsmap.com/Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Sheth AN et al. HIV-1 genital shedding is suppressed in the setting of high genital antiretroviral drug concentrations throughou.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD