Una mujer argentina consigue mantener bajo control el VIH 12 años después de interrumpir el tratamiento antirretroviral

Jordi Piqué
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Se trataría del primer caso de una persona con serorreversión al VIH sin haber recibido un trasplante de células madre

Una mujer de Buenos Aires (Argentina) ha logrado mantener bajo control el VIH con carga viral indetectable desde que en 2007 dejó de tomar el tratamiento antirretroviral debido a los efectos secundarios provocados por dicha medicación.  La mujer –conocida como ‘la paciente de Buenos Aires’– ya no presenta anticuerpos frente al VIH; solo se detectó la presencia de ADN del VIH en una pequeña cantidad de células cuando se realizaron pruebas intensivas en 2015 y 2017. Los investigadores son cautelosos y prefieren no hablar de curación del VIH. No obstante, incluso entre las personas que logran controlar el VIH tras interrumpir el tratamiento anterritroviral, consideran que este sería un caso único. Los detalles del mismo se han dado a conocer en la revista Open Forum Infectious Diseases.

Hasta la fecha, la literatura médica ha documentado algunos casos en que se considera que se ha producido la remisión del VIH. Uno de ellos sería el caso de Timothy Brown, conocido como el “paciente de Berlín” (véase el paciente de Berlín’, en LO+POSITIVO 50). El segundo y más reciente sería el caso de Adam Castillejo, conocido como ‘el paciente de Londres’ (véase La Noticia del Día 12/03/20). A este reducido grupo podría añadirse un tercer caso, el denominado “paciente de Düsseldorf’, pero las evidencias no son tan sólidas. Todas estas personas fueron sometidas a trasplantes de médula ósea debido a cánceres hematológicos. Paralelamente, existe un posible caso de curación del VIH en Brasil en el que no se tuvo que recurrir a trasplante de médula (véase La Noticia del Día 13/07/20) y el de una mujer de 66 años de EE UU que podría ser el primer caso de curación espontánea del VIH sin ningún tipo de intervención médica (véase La Noticia del Día 08/09/20).

El nuevo posible caso de remisión del VIH ha sido descrito por un equipo de investigadores de Buenos Aires y de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU (NIH, en sus siglas en inglés). Se trata de una mujer argentina de 62 años a la que le diagnosticaron el VIH en 1996, a la edad de 37 años, tras ser ingresada en fase de sida en el hospital después de cinco semanas de sufrir visión borrosa, debilidad en el lado izquierdo, pérdida de peso y fiebre. Dio positivo en las pruebas de la toxoplasmosis y el VIH, recibió tratamiento para la toxoplasmosis y comenzó el tratamiento antirretroviral frente al VIH con zidovudina, didanosina y nevirapina. Posteriormente, fue dada de alta.

Desde 1998, se determinó a la mujer una carga viral inferior a 50 copias/mL, presentando un ligero repunte en 2001. Cambió de tratamiento varias veces debido a las dificultades de adherencia al mismo y a la pérdida de grasa debido a lipodistrofia. Finalmente dejó de tomar su tratamiento antirretroviral debido al empeoramiento de esta dolencia en 2007. Cuando abandonó el tratamiento tenía la carga viral indetectable. Desde entonces, no ha experimentado ningún rebote viral del VIH. Su última determinación de carga viral indetectable se realizó en febrero de 2020. Su recuento de células CD4 se ha mantenido estable por encima de las 500 células/mm3.

En 2013, los médicos decidieron investigar más a fondo su caso, después de que dos pruebas de anticuerpos y una de ADN del VIH negativas sugirieran que el VIH no solo era indetectable, sino que podría haber sido eliminado del organismo.

En 2015, y de nuevo en 2017, la mujer se desplazó hasta EE UU para someterse a investigaciones clínicas en los NIH. Los investigadores realizaron análisis de sangre y tomaron muestras de tejido linfoide del intestino y otros ganglios linfáticos, así como de líquido cefalorraquídeo de la mujer. Al comparar sus hallazgos con las muestras de un grupo control sin el VIH y de personas con infección crónica por el VIH observaron lo siguiente:

  • El ARN del VIH (carga viral) en el plasma de la mujer era inferior a 0,2 copias/mL (el límite de detección en la prueba más sensible disponible) y el ARN del VIH no era detectable en ninguna muestra de tejido linfoide. En las personas con infección crónica o en las no progresoras a largo plazo, el VIH sería detectable.
  • No se detectó ADN del VIH en el tejido del colon ni en las células mononucleares de la sangre, pero sí se detectó a un nivel muy bajo en el tejido de los ganglios linfáticos. Por otra parte, el VIH con capacidad de replicación se detectó a un nivel extremadamente reducido en las células T CD4.
  • No se pudieron detectar anticuerpos frente al VIH.
  • Las respuestas de las células T CD8+ específicas frente al VIH –que indicarían la presencia del virus– fueron débiles, pero las respuestas de las células T CD4+ específicas frente al VIH fueron mayores que en controles sin el VIH.

Para confirmar que su diagnóstico de VIH en 1996 no había sido un falso positivo, los investigadores también examinaron una muestra almacenada de tejido cerebral obtenida por biopsia en 1996 para ayudar a diagnosticar la condición neurológica de la mujer. Esta muestra contenía ADN del VIH, aunque no ARN del VIH, lo que confirma que la mujer sí estaba infectada por el VIH en 1996. Además, el patrón de la materia blanca cerebral que mostraron las resonancias magnéticas era consistente con un historial de encefalopatía por VIH (demencia relacionada con el VIH). Los exámenes físicos no evidenciaron la existencia de demencia y la mujer siguió trabajando a tiempo completo como costurera.

Los investigadores afirman que se trata de un caso único. Además de ser uno de los casos documentados de control del VIH de más larga duración tras la interrupción del tratamiento antirretroviral, documenta la pérdida de anticuerpos frente al virus –o serorreversión–, un fenómeno muy poco habitual. El paciente de Berlín –una de las dos personas ‘curadas’ del VIH tras un trasplante de médula ósea y que falleció de cáncer en septiembre de 2020– conservó los anticuerpos frente al VIH tras la curación. Los investigadores afirman que la pérdida de anticuerpos es probablemente una consecuencia de un periodo prolongado de vida con niveles de antígeno de VIH notablemente bajos.

Las respuestas muy débiles de las células CD8+ específicas frente al VIH –las llamadas “células T asesinas” que eliminan las células infectadas por el virus– son también muy inusuales en las personas que controlan de forma espontánea la infección o tras la interrupción del tratamiento antirretroviral, aseguran los investigadores.

Los investigadores concluyen señalando que este caso podría representar el mejor ejemplo de curación funcional del VIH tras el tratamiento y ofrece la esperanza de una remisión duradera de la infección sin necesidad de intervenciones excesivamente tóxicas. Pero a pesar de su optimista conclusión, los investigadores no saben explicar todavía cómo el organismo ha logrado controlar el VIH desde que la mujer argentina interrumpió el tratamiento en 2007.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Uruena A, et al. Prolonged posttreatment virologic control and complete seroreversion after advanced human immunodeficiency virus-1 infection. Open Forum Infectious Diseases 8: ofaa613, 2021 (open access). DOI: https://doi.org/10.1093/ofid/ofaa613

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