Las personas con el VIH mayores de 75 años presentan tasas elevadas de comorbilidades y síndromes geriátricos

Marta Villar
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Un estudio francés pone de manifiesto la necesidad de ofrecer una atención médica multidisciplinar a estas personas que incluya la colaboración entre los profesionales del VIH y de geriatría

Las personas con el VIH mayores de 75 años, a pesar de recibir una buena atención médica, presentan una elevada prevalencia de comorbilidades y síndromes geriátricos. Por ello, los expertos subrayan la importancia de realizar una atención médica integral y multidisciplinar dirigida a esta población donde estén involucrados tanto infectólogos como geriatras. Esta es la principal conclusión de un estudio francés publicado en la edición de mayo de la revista Médecine et maladies infectieuses.

Actualmente, gracias a los tratamientos antirretrovirales disponibles, las personas con el VIH tienen un buen pronóstico de salud y una esperanza de vida que casi se aproxima a la de las personas sin el virus. Como consecuencia de estos avances, en la actualidad, las causas principales de enfermedad y muerte entre las personas con el VIH son las enfermedades asociadas a la edad; por lo que su prevención, diagnóstico, manejo clínico y tratamiento son una prioridad en la atención médica.

Las personas con el VIH son clasificadas como pacientes de edad avanzada a partir de los 50 años de edad. Sin embargo, en medicina general, las personas son clasificadas como mayores y pueden acceder a la atención geriátrica a la edad de 75 años.

Diferentes estudios han explorado las problemáticas a las que se enfrentan las personas mayores con el VIH así como las comorbilidades más comunes (véanse La Noticia del Día 27/11/2018 y La Noticia del Día 21/10/2019 ); sin embargo, en la mayoría de los estudios se ha utilizado el umbral de los 50 años por lo que poco se sabe de las características y necesidades de salud de las personas con el VIH de 75 años o más.

Con el fin de arrojar un poco más de luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores del Hospital Universitario Hôtel-Dieu en Nantes (Francia) llevaron a cabo un estudio observacional. Para ello contaron con los datos de todos los adultos con el VIH que recibieron atención médica en los hospitales de la región francesa Pays de la Loire entre enero y mayo de 2016.

En total seis centros sanitarios fueron incluidos en el estudio. De las 3.965 personas adultas que recibían atención para el VIH en estos centros, 65 de ellas (2%) tenían 75 años o más. Finalmente, cincuenta y una de estas personas accedieron a participar en el estudio. La mediana de edad de los participantes fue de 79 años, el 75% eran hombres y el tiempo promedio desde el diagnóstico de VIH fue de 19 años. Todos los participantes, a excepción de uno, vivían en su propia casa y una persona recibía atención en una residencia de ancianos. La mayoría de ellos (55%) estaban solteros, más de un tercio tenía un diagnóstico previo de sida y el recuento mediano nadir de células CD4 fue de 181 células/mm3. La totalidad de los participantes tomaba tratamiento antirretroviral y el 98% de ellos tenía la carga viral indetectable.

La mayoría de las personas (82%) presentaba al menos una comorbilidad entre las que se incluyeron diabetes (14%), presión arterial alta (49%), enfermedad cardiovascular (14%), historia previa de accidente cerebrovascular (12%), insuficiencia renal (26%) e historia previa de cáncer (35%). El número mediano de medicamentos que los participantes tomaban al día fue seis.

Durante una visita de seguimiento en la consulta de infecciosas, se evaluó la fragilidad de cada participante teniendo en cuenta la salud mental, la capacidad cognitiva, la movilidad, el dolor, el estado social/familiar y la nutrición. Esta evaluación mostró que el 22% estaba en riesgo de experimentar fragilidad y un 4% era frágil , donde la fragilidad fue significativamente mayor entre las mujeres.

De todos los participantes, el 61% tenía alteraciones cognitivas y el 35% estaba deprimido , siendo la prevalencia de depresión en la población general en personas de la misma edad de entre un 15 y 30%. Casi la mitad de los evaluados tenía déficit de la vitamina D y una cuarta parte estaba desnutrida .

Los investigadores del presente estudio concluyen que las personas con el VIH mayores de 75 años, a pesar de estar correctamente atendidas clínicamente, presentan una alta prevalencia de comorbilidades y síndromes geriátricos. Por ello, destacan la importancia de ofrecer una atención médica multidisciplinar específica para este grupo poblacional donde haya una colaboración entre especialistas en enfermedades infecciosas y geriatras que ponga el foco en los síndromes geriátricos.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )

Referencia: Bernaud C et al. HIV-infected patients aged above 75 years. Médecine et maladies infectieuses, online ahead of print, 2019.

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